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LA RAZÓN en Datos

La coalición que propone Gabriel Rufián habría crecido hasta los 49 escaños el 23J: roba tres al PSOE y uno al PNV

LA RAZÓN analiza cómo habría quedado el 23J con la coalición plurinacional. Todos los partidos habrían sumado cuatro escaños más que por separado, creciendo en Barcelona, Guipúzcoa, Pontevedra y Navarra.

Oriol Junqueras, Gabriel Rufián y Arnaldo Otegi en un acto electoral en 2023. Quique GarcíaEFE

Gabriel Rufián agitó un poco -un poco más, si cabe- el tablero político esta semana al proponer una especie de gran coalición plurinacional, armada desde la periferia y de izquierdas. En román paladino: propuso que todos los partidos de izquierda independentista o soberanista y lo que hoy son Sumar y Podemos concurran juntos a las próximas elecciones generales.

Rufián busca que ese amplio y heterogéneo espacio que se ubica a la izquierda del PSOE haga un frente común con el objetivo de conseguir más escaños, en un contexto en el que la victoria de la derecha se da como la opción más probable.

Al margen de si es viable lograr algo así de transversal en el plano político, ya que habría que entrar a valorar los intereses cruzados de cada partido, lo cierto es que en un plano numérico sí tiene sentido. NC Report ha hecho un estudio para LA RAZÓN intentando aproximar la idea a algo palpable y se ha analizado cómo habría sido el 23J si esa gran coalición se hubiera producido.

Coalición propuesta por RufiánT. NietoLA RAZÓN

Ello permite observar cómo habrían cambiado las pasadas elecciones si el proyecto de Rufián se hubiera materializado y, sobre todo, permite observar también si tiene sentido para el futuro.

Por separado, todo el espacio obtuvo en las pasadas elecciones un total de 45 escaños, que se repartieron de la siguiente forma: 31 para Sumar (incluyendo aquí cinco de Podemos y uno de Més per Mallorca), siete para ERC, seis para EH Bildu y uno del BNG.

Si todos ellos, en cambio, hubieran concurrido a las elecciones bajo una sola papeleta y los votos para unos hubieran sido votos para todos, la suma crecería a los 49 escaños. Son cuatro más de lo que habrían obtenido por separado. Esta coalición se consolidaría sin ningún tipo de problema como el tercer grupo del Congreso de los Diputados, ya que el que actualmente está en esa posición es Vox y en las últimas elecciones obtuvo 33 diputados electos, muchos menos.

Aunque a priori cuatro escaños puedan parecer una diferencia relativamente pequeña, en un Congreso de los Diputados tan fragmentado como el actual puede ser determinante. Puede ser suficiente para decantar una investidura o marcar la diferencia entre que una ley se apruebe o no. Junts tiene sólo siete escaños y prácticamente dicta la acción de Gobierno. Podemos, que ha quedado reducido a cuatro escaños tras la salida de Lilith Verstrynge y perder uno a favor de Sumar, suele ser determinante también. Esta misma semana, provocó con su voto en contra que el Gobierno no pudiera convalidar el real decreto anti-apagones.

Según el estudio de NC Report, los cuatro escaños que ganarían todos los partidos si se presentasen juntos vendrían de las circunscripciones de Barcelona, Guipúzcoa, Navarra y Pontevedra. Son, precisamente, territorios de esa periferia a la que apelaba Rufián cuando dijo, el pasado martes, que "nos toca a las izquierdas soberanistas, independentistas, autodeterministas, federalistas o confederalistas crear esta izquierda plurinacional que durante tantos años se ha pedido". Además, son cuatro territorios que pueden ser muy importantes para lo que se busca.

Ahí va un ejemplo de su importancia. En las pasadas elecciones generales, en Guipúzcoa obtuvieron escaños Bildu, PSOE y PNV, dos diputados cada partido. Sumar también se presentó a esta circunscripción, pero por la aplicación del sistema D'Hont sus votos no sirvieron para nada en esta provincia y no obtuvieron escaño.

Sin embargo, bajo la coalición, sus votos se sumarían a los de Bildu y entre todos obtendrían tres escaños, la mitad de los que reparte la provincia. Y quizás lo más importante, le restarían un escaño al PNV. Se trata de un buen escenario para ellos porque le habrían robado un escaño a la derecha nacionalista vasca.

Pero también pueden robar al PSOE, haciéndose más necesarios para los socialistas en el Congreso de los Diputados y elevando así el precio de su apoyo. Es lo que habría pasado en el resto de circunscripciones. En Navarra, el PSOE sacó dos escaños y Bildu uno. Bajo la coalición, el espacio le habría robado un escaño a los socialistas y se habría quedado como la fuerza con más diputados de la provincia.

En Pontevedra, donde PSOE sacó tres y Sumar sólo uno, habrían empatado a dos. En Barcelona, aunque el PSC seguiría siendo el partido con más fuerza, le habrían robado también uno.

El problema para Gabriel Rufián es que esta suma de todas las partes sólo habría funcionado el 23J si todos los partidos se hubieran apuntado a su proyecto. Todos, sin dejar a ninguno fuera.

ERC ya tiene actualmente una coalición para las elecciones europeas con Bildu, BNG y Ara Més, de las Islas Baleares. Según el estudio de NC Report, si esa coalición se presentase a las elecciones generales, donde no hay circunscripción única como en las europeas, obtendría exactamente los mismos diputados que obtuvieron todos ellos por separado: 15 escaños.

Si se incorporasen los votos de Podemos, crecería a 20 escaños. Es decir, se mantendría igual porque los morados sacaron cinco escaños en las generales. Es sólo incorporando a Sumar cuando crecerían hasta los 49 diputados.