Terrorismo

Condenado a cinco años de prisión el imán de Getafe ante el "grave peligro" de acciones terroristas

La Audiencia Nacional constata que incitaba a cometer "actos de extrema violencia" mientras desarrollaba sus funciones en la mezquita

MADRID, 12/04/2023.- La Audiencia Nacional juzga a Bilala Jfita, acusado de servirse de su posición de imán en una mezquita de Getafe (Madrid) para "adoctrinar a terceros" en los fundamentos de organizaciones yihadistas, y que habría utilizado las redes sociales para difundir contenido "radical" y justificar atentados. EFE/ Juan Carlos Hidalgo POOL
Bilal Jfita, en un momento del juicio celebrado en la Audiencia NacionalJuan Carlos HidalgoAgencia EFE

Bilal Jfita suponía "un grave peligro concreto y cierto de la realización por sí mismo y por terceros de acciones terroristas". La Audiencia Nacional ha condenado a cinco años y medio de cárcel al imán de la mezquita de Getafe (Madrid), que también ejercía como profesor en la madrasa, por delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo al imán de una mezquita de Getafe (Madrid), al considerar probado que a través de las redes sociales y de canales de mensajería digital incitaba a realizar "actos de extrema violencia y carácter terrorista", así como por autocapacitarse él mismo para llevarlos cabo.

Bilal Jfita desarrolló esta conducta delictiva de manera simultánea a sus funciones de imán de la mezquita Allstikama de Getafe y de profesor de la madrasa, e incluso se valió de las instalaciones de dicha mezquita "para contactar con el entorno yihadista a través de las redes sociales".

Los magistrados concluyen que Bilal Jfita, a través de internet y adoptando medidas de seguridad "accedió a documentación, vídeos, fotografías y audios, elaborados por organizaciones terroristas, para capacitar a los destinatarios en los principios y fundamentos de estas organizaciones y proporcionar formación necesaria para la comisión de atentados".

Justificaba los atentados yihadistas

El acusado, que justificaba la comisión de atentados de terrorismo yihadista, se formaba a sí mismo para adoctrinar a otras personas utilizando su posición de imán en la mezquita de Getafe. Su objetivo era "capacitarse a sí mismo con esta formación, y también difundirla a terceros para que pudiesen acceder a esa instrucción, con la intención de prepararse para unirse de manera efectiva a los combatientes de la yihad radical en sus acciones violentas, y para incitar a otros a hacer lo mismo".

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal recuerda que la investigación al acusado se puso en marcha por los contactos que mantuvo con Noussa El Morabit, excombatiene de Daesh y Al Nusra y que fue detenido por orden internacional de Marruecos.

En el registro de su vivienda, los agentes se incautaron de cuatro teléfonos móviles (algunos de los cuales utilizaba para su vida privada y otros para la difusión de contenido yihadista), dos tarjetas microSD, un dispositivo USB y de varios documentos manuscritos.

41 grupos de temática islamista radical

Una vez analizado el material, la investigación puso de manifiesto que participaba activamente en 41 grupos de WhatsApp y Telegram de temática yihadista y que almacenaba numeroso material de contenido violento. En uno de esos móviles acumulaba 150 vídeos con imágenes de muertes, ejecuciones y asesinatos mediante métodos violentos que intercambia con terceros, para lo cual adoptaba diversas medidas de seguridad.

"Además de incitar a través de sus canales públicos de mensajería y redes sociales a terceros a realizar actos de extrema violencia y carácter terrorista -precisa la Sala- se autocapacitó para llevarlos a cabo él mismo, mediante la recopilación y almacenaje de información no sólo referente a cuestiones y doctrinas religiosas de carácter extremista, sino sobre el entrenamiento de los muyahidines y ejecutores de operaciones suicidas, y de ejercicios militares, ejecuciones perpetradas por terroristas yihadistas, instrucciones para cometer atentados, etc.". Creando así con todo ello "un grave peligro concreto y cierto de la realización por sí mismo y por terceros de acciones terroristas".

El tribunal no da crédito a su declaración

En uno de sus teléfonos los agentes localizaron más de veinte sermones escritos por el acusado por Whatsapp y reenviados a sí mismo en los que se tratan temas como la casa, la familia o el año nuevo islámico “y contienen referencias a los muyahidines y a la yihad en las súplicas finales”.

El acusado negó en el juicio que tuviera relación con Daesh y que hubiese planeado atentar en alguna ocasión, rechazó que colaborase con yihadistas retornados de Siria y que pronunciase sermones de signo yihadista radical, pero el tribunal no da crédito a esas manifestaciones y sostiene que la veracidad de las alegaciones autoexculpatorias "es contradicha por la abundante prueba testifical y pericial practicada en el juicio".