El PSOE ya tiene marcada en rojo la próxima gran cita de su calendario: el sábado 5 de julio se celebrará el Comité Federal. La convocatoria, anunciada por Pedro Sánchez tras la crisis interna generada por el caso Koldo, llega en un momento de máxima tensión política y organizativa para los socialistas.

Después de semanas de desgaste y filtraciones comprometedoras, con dimisiones clave como la de Santos Cerdán y la expulsión definitiva de José Luis Ábalos, el Comité Federal se convierte en una oportunidad para el PSOE de recomponerse, renovar su estructura y lanzar un mensaje de limpieza interna.

En esta reunión se propondrá un nuevo equipo al frente de la Secretaría de Organización, cargo que desde la salida de Cerdán ha quedado en manos de una dirección colegiada formada por Cristina Narbona, Borja Cabezón y Montse Mínguez, con el apoyo técnico de Ana Fuentes. El objetivo es claro: presentar una nueva cúpula organizativa que esté libre de sospechas y que permita al PSOE pasar página de la crisis sin recurrir a un adelanto electoral.

La difusión de audios, las investigaciones judiciales en curso y la presión mediática han provocado una de las mayores crisis internas del partido desde la etapa de los ERE en Andalucía.

El golpe ha sido especialmente duro porque, más allá de las responsabilidades individuales, ha hecho mella en la credibilidad del partido y ha agitado las aguas entre las bases y los barones del PSOE.

El encuentro servirá para aprobar el nuevo equipo organizativo y avanzar en la hoja de ruta hacia las elecciones generales de 2027.