Cuatro etarras de las listas de Bildu podrán ser alcaldes

Al menos cuatro etarras, de los 44 que se presentaron en las listas de Eh Bildu, podrán ser alcaldes de las localidades por las que concurrieron, ya que, al no tener delitos de sangre acreditados por sentencia, no van a renunciar a sus actas. Un quinto se sentará en el Parlamento de Navarra: Adolfo Araiz Flamarique, miembro de la cúpula de Herri Batasuna que aprobó la ponencia Oldartzen, por la que se aprobó la inclusión de políticos entre los objetivos de la banda criminal.

Se trata de los siguientes:

–Andoni Lariz Bustundui (número 1 en la lista a la alcaldía por Ciorza-Bolívar), condenado en Francia en 2015 a 5 años y 3 meses de prisión por ser miembro del «aparato logístico» de ETA.

–Egoitz Garmendia Vera (número 1 por Ochandiano), condenado en 2016 a 2 años de prisión por pertenencia a organización terrorista. Responsable de EKIN en Álava.

–Asier Altuna Epelde (número 1 en la lista a la alcaldía por Azpeitia), condenado en 2005 a 5 años por colaboración con banda armada. El «comando Araba» pretendía atentar en 2001 contra el concejal socialista de Eibar José Luis Vallés. Altuna fue quien trasladó a los etarras a Mondragón.

–Urtza Alkorta Arrizabalaga (número 1 en la lista por Ondárroa), condenada en 2013 a 5 añosde prisión por un delito de colaboración con ETA, al ayudar a un «comando» con actividades de correo, información y acompañamiento.

Los otros elegidos son:

–Zaloa Zenarrutzabeitia Iruguenpagate (número 3 en la lista y han obtenido tres escaños), condenada en 2009 como miembro de SEGI a 6 años de prisión por pertenencia a organización terrorista.

–Urko Mancisidor Torrontegi (número 4 en la lista por Busturia donde han obtenido cuatro concejales), condenado en 2004 a dos años de prisión por actos de sabotaje a entidades bancarias y de seguros. Y en 2002, a tres años de prisión por atacar la sede del PNV en Pedernales.

–Gorka Betolaza Villagrasa (3 en la lista de Barrundia y han obtenido cinco puestos), condenado en 2007 a 6 años de prisión por pertenencia a organización terrorista. Betolaza fue dirigente de SEGI (frente de juventudes de ETA). Sentenciado en 2009 a 4 años de prisión por atacar en 2002 varias sucursales bancarias en Vitoria con artefactos explosivos entre enero y mayo de 2002.

–Sonia Respaldiza Bombín (6 en la lista por Llodio, donde han sacado siete). Apareció en los papeles intervenidos al cabecilla etarra Ibón Fernández de Iradi, «Susper». Se afirmaba que iba a formar parte de un «comando».

–Aloña Muñoa Ordozgoiti ( 2 en la lista de Ormaíztegui, donde han sacado tres), condenada en 2005 en Francia por participar en «una asociación de malhechores para la perpetración de un acto terrorista».

–Egoitz Apaolaza Goena (3 en la lista por Segura donde han sacado seis), condenado en 2016 a 1 año y 6 meses de prisión por integración en organización terrorista como dirigente de Batasuna.

–Jon Garai Vales (3 en la lista por Ansoain donde han obtenido seis concejalías), condenado en 2016 a 2 años de prisión por un delito de integración en organización terrorista como dirigente de Batasuna.

–Iker Isiegas Garisoain (5 en la lista por Basaburúa, donde lograron los siete escaños), condenado en 2004 a 3 años de prisión por intentar colocar un artefacto explosivo en un banco de Pamplona en 1999.

A todos estos individuos hay que sumar a otros dos que también han resultado elegidos, pero que anunciaron que no recogerían su acta, al haber sido condenados por delitos de sangre:

–Juan Carlos Arriaga, que figuraba en el puesto número 3 de la candidatura de EH Bildu en Berrioplano, donde la formación abertzale ha logrado tres concejales. Arriaga fue condenado a 29 años de prisión por el asesinato, en abril de 1984, de Jesús Alcocer Jiménez, un empresario y comandante del Ejército retirado.

–Begoña Uzkudun, elegida por Régil, condenada a 18 años de prisión por el asesinato del exconcejal de Azkoitia José Larrañaga Arenas, el 31 de diciembre de 1984. Uzkudun concurría en el número 3 de la lista de EH Bildu, que finalmente ha obtenido cinco concejales. Y a 106 años por encubrimiento en el atentado cometido en Zarauz el 28 de junio de 1986, en el que fueron asesinados el guardia civil Francisco Muriel Muñoz, fallecido prácticamente en el acto, y José Carlos Marrero Sanabria, que murió en 1988 como consecuencia de las secuelas del atentado.