
Aviación
Se llamaba "Pedro", pero no tenía nada que ver con Sánchez: este bombardero marcó una época en España
La historia de los bombarderos españoles, un capítulo importante de nuestra aviación que a menudo pasa desapercibido

El papel de los bombarderos ha sido fundamental en la historia de la aviación militar, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, donde estas aeronaves se convirtieron en herramientas clave para misiones de ataque estratégico. Aunque hoy pocos países mantienen este tipo de aparato en sus arsenales, su legado sigue siendo objeto de estudio y recuerdo.
En el caso español, el Ejército del Aire retiró su último bombardero hace más de cinco décadas, concretamente hace cincuenta y un años. Este avión, conocido popularmente como el "Pedro", fue el CASA 2111, una versión fabricada bajo licencia de un bombardero alemán, el Heinkel He-111. No obstante, la flota de aviones del Ejército del Aire en la actualidad es una de las más potentes y amplias en el panorama militar europeo.
Su historia comienza durante la Guerra Civil, cuando el bando nacional recibió algunos Heinkel He-111 de fabricación alemana. Posteriormente, en 1940, la empresa aeronáutica española CASA firmó un acuerdo con Heinkel para producir doscientos aparatos de este tipo, bautizados como CASA 2111.
El "Pedro": Un bombardero de producción nacional con motor "británico"
La fabricación inicial de estos aparatos se vio condicionada por la situación bélica de la época, lográndose completar un total de ciento treinta unidades del modelo CASA 2111A, que incorporaban motores Junkers Jumo 211F-2. Sin embargo, la escasez de componentes afectó la producción, dejando setenta aviones sin motorizar en los almacenes, tal y como recoge el medio Outono
Para solventar esta situación, en 1956 España adquirió al Reino Unido ciento setenta y tres motores Rolls-Royce Merlin 500-20. Estos motores no solo se destinaron a los CASA 2111 pendientes de equipar, sino también a los cazas Hispano Aviación HA-1112 Buchón, la adaptación española del Bf-109 alemán. Resulta notable que un diseño alemán acabara utilizando propulsores asociados a aeronaves británicas icónicas como el Supermarine Spitfire.
El CASA 2111 era una aeronave con prestaciones considerables para su época, capaz de alcanzar una velocidad máxima de cuatrocientos cuarenta kilómetros por hora y con una autonomía de mil novecientos cincuenta kilómetros. Estas características lo convertían en un aparato rápido y versátil para misiones de ataque y reconocimiento.
A lo largo de su vida operativa, el CASA 2111 se desarrolló en varias versiones. Las motorizadas con Jumo incluyeron el bombardero 2111A, el avión de reconocimiento 2111C y el de entrenamiento 2111F. Por su parte, las unidades con motores Merlin dieron lugar al bombardero 2111B, el avión de reconocimiento 2111D y, en un uso poco común para un aparato de su tipo, el avión de pasajeros 2111E.
Los modelos de bombardeo y reconocimiento CASA 2111 permanecieron en servicio hasta 1974, marcando el fin de la era de los bombarderos en el Ejército del Aire español. Las versiones de pasajeros, los 2111E, continuaron operativas unos años más antes de su retirada definitiva.
Un legado en el cine y un trágico final en el cielo americano
Del total de doscientos treinta y seis CASA 2111 fabricados en todas sus variantes, en la actualidad solo se conservan catorce ejemplares. Lamentablemente, ninguno de ellos se encuentra en condiciones de vuelo, lo que impide ver de nuevo a estas máquinas en su elemento natural.
Estos aviones, sin embargo, han tenido una presencia destacada fuera del ámbito militar. Algunos CASA 2111 participaron en producciones cinematográficas destacadas a nivel internacional como la película "La Batalla de Inglaterra" (1969), donde simularon ser los bombarderos originales, y en varias secuencias de la célebre película "Patton" (1970).
La pervivencia de algunos de estos aparatos ha estado marcada por diversos avatares. Un CASA 2111D modificado, que en su momento sirvió como transporte para personalidades españolas, incluyendo al propio general Francisco Franco, fue adquirido en Inglaterra en 1977 por la Fuerza Aérea Confederada de Estados Unidos.
Este avión fue el último He-111 en condiciones de vuelo hasta el fatídico 10 de julio de 2003, cuando se destruyó en un aterrizaje forzoso en el Aeropuerto Municipal de Cheyenne, Wyoming. El aparato perdió potencia en un motor durante la aproximación final, colisionando con una valla y un edificio en construcción. El accidente resultó en el fallecimiento del piloto Neil R. Stamp y el copiloto Charles S. Bates.
Hoy, para quienes deseen conocer de cerca uno de estos históricos aparatos, el Museo del Aire de Cuatro Vientos, en Madrid, exhibe un CASA 2111B (identificado como T.8B-97, 462-04), una de las versiones de bombardero con motor Merlin, cuya imagen fue recientemente difundida en un vídeo por Fly By Wire Aviation.
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