Terrorismo

Los detenidos por el atentado de Vidal-Quadras respondían a órdenes superiores, según los investigadores

La relación con el Islam de uno de los arrestados y el tunecino huido dirigen las sospechas a inductores internacionales

No pasan de ser meros peones que actuaban a las órdenes de otras personas, a las que se podrá llegar en función de las declaraciones que puedan realizar los arrestados u otras investigaciones”. Es la impresión, en medios policiales consultados por LA RAZÓN, sobre la investigación en marcha para esclarecer la autoría del atentado contra Alejo Vidal-Quadras.

El hecho de que detenido en Lanjarón (Granada), así como el individuo huido y posible autor, tunecino de nacionalidad, sean musulmanes (las fuentes no aclaran si son sunitas o chiitas) da ya una pista de dónde proceden los inductores, los autores intelectuales de la acción criminal.

En cualquier caso, quienes les encargaron la acción criminal, probablemente para no dejar rastros, escogieron a gente sin mucha experiencia, lo que demuestra que se utilizara un coche alquilado con identidad propia, que fue captado por las cámaras de videovigilancia de la zona del atentado, y que el presunto autor, el tunecino, utilizara una motocicleta comprada por el individuo arrestado en Fuengirola, al que le constan antecedentes penales por delitos comunes desde 2014.

Pensar que, al quemar la moto, se iban a borra todos los vestigios, en especial la placa metálica con el número de bastidor demuestra muy poco conocimiento, afortunadamente, de las técnicas que utilizan los sicarios profesionales.

En el caso del detenido en Lanjarón, al utilizar el automóvil alquilado a su nombre y dejarlo aparcado, en una zona prohibido de la localidad granadina, donde fue denunciado, momento en el que la Policía pudo ubicar su domicilio y comenzar a vigilarle, también demostró muy poca esperiencia.

Los investigadores dan por supuesto que el tunecino, que debe utilizar documentación falsificada al pesar contra él una requisitoria internacional por homicidio en Francia, haya podido huir de España o, al menos, lo haya intentado. Una vez identificado, su paso por las fronteras resulta más complicado.

No se han podido aclarar las razones por las que este individuo estuvo merodeando por los alrededores del Palacio de la Zarzuela, algo no confirmado oficialmente, pero, según las mismas fuentes, no se llega a comprender esta acción por parte de una persona con orden internacional de detención que podría haber sido retenido, a efectos de identificación, por el personal que le habría interceptado. Sobre todo, cuando al día siguiente iba a cometer un atentado.