
Fiesta Nacional
Diana Rubio, experta en protocolo, desvela las claves detrás del 12 de octubre: "Cada detalle está pensado para comunicar algo"
Desde los estilismos de la Reina Letizia hasta la coordinación entre la Casa Real y el Gobierno, cada detalle cuenta a la hora de expresar una imagen en esta fecha tan especial

El 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, es mucho más que una celebración oficial en España; es un acto cargado de simbolismo y de protocolo que refleja la unidad y la identidad del país. Para Diana Rubio, experta en protocolo, cada detalle de este día está cuidadosamente estudiado para transmitir un mensaje claro, desde el vestuario de la Reina Letizia hasta los gestos de las autoridades presentes.
"Siempre digo que el vestuario de la Reina Letizia en el Día de la Fiesta Nacional no es una cuestión de moda, sino de mensaje. Cada color, cada tejido, cada detalle está pensado para comunicar algo", explica Rubio en exclusiva a La Razón. La Reina suele optar por tonos neutros o sobrios, a menudo con guiños a la bandera nacional, para que el protagonismo recaiga en el país y no en ella misma. Además, el apoyo a diseñadores españoles refuerza el vínculo con la industria nacional y el talento local.
El lenguaje silencioso del protocolo
Los gestos y normas no escritas juegan un papel fundamental en estos actos. "La coordinación entre los Reyes, las miradas, la manera en que se saludan las autoridades o cómo se dirigen al público son señales que el ciudadano percibe aunque no las racionalice", señala la especialista. Por ejemplo, la Reina Letizia suele colocarse un paso detrás del Rey en un gesto de deferencia hacia el Jefe del Estado, y los saludos deben ser cercanos pero medidos, evitando excesos de familiaridad.
Además, el ritmo y la sincronización son esenciales: desde el himno hasta los aplausos, todo está cronometrado para no dar pie a ningún desajuste que pueda interpretarse como una falta de respeto. "Estas normas no se enseñan en los manuales; se aprenden con experiencia y sensibilidad institucional", sostiene Rubio.
Negociación y equilibrio institucional
Aunque el protocolo pueda parecer rígido, Diana Rubio aclara que en realidad es un espacio de negociación y equilibrio. El 12 de octubre, siendo un acto conjunto entre la Casa Real y el Gobierno, requiere coordinación entre ambas partes. "Si surge alguna discrepancia, lo suyo es resolverlo antes del acto y de forma discreta. Nunca de cara al público", asegura la experta.
El objetivo común es proyectar unidad institucional, y en ese sentido, el protocolo se convierte en un arte para que todo encaje sin que nadie pierda protagonismo ni dignidad. Este equilibrio es fundamental para mantener la solemnidad y la cohesión durante la celebración.
Una mezcla única de tradición y modernidad
Comparando la Fiesta Nacional con otras celebraciones monárquicas europeas, Diana Rubio señala que España ocupa una posición intermedia. Mientras que en el Reino Unido, por ejemplo, el 'Trooping the Colour' destaca por su pompa y tradición militar, y en los Países Bajos el Día del Rey es una fiesta popular y participativa, en España la combinación sabe adaptarse a nuestro legado y forma de pensar.
"España mantiene la solemnidad y el peso simbólico del desfile, pero con una Reina que introduce modernidad, naturalidad y empatía. Es una mezcla muy nuestra: tradición con un toque contemporáneo", concluye Rubio.
El 12 de octubre no solo es una fecha para honrar la historia y la nación, sino también una oportunidad para mostrar un país que respeta su pasado, valora su presente y mira hacia el futuro con un equilibrio entre tradición y modernidad.
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