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El PSOE rebaja su rechazo a la aplicación del 155 en Cataluña

«No es deseable», pero lo valorarán en función de las «circunstancias»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), junto a la presidenta del partido, Cristina Narbona (i), y el secretario de área de Organización, José Luis Ábalos
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), junto a la presidenta del partido, Cristina Narbona (i), y el secretario de área de Organización, José Luis Ábaloslarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@546dec3d

«No es deseable», pero lo valorarán en función de las «circunstancias»

El PSOE sigue cayendo en contradicciones en su estrategia para Cataluña, a pesar de que en las últimas semanas había hecho gala de una prudencia inusual para evitar nuevos traspiés en la crisis soberanista. La aplicación del artículo 155 de la Constitución les ha vuelto a hacer tropezar. La invocación del precepto que prevé la suspensión de la autonomía no había estado «nunca» en las previsiones del partido, pero la escalada de tensión y desobediencia catalana ha hecho que los socialistas valoren ahora su aplicación «en función de las circunstancias». El resquicio en el discurso surgió ayer en la rueda de prensa del portavoz de la formación, Óscar Puente, que, tras dibujar la situación actual como «un desafío importante en el que hay que poner el interés del Estado por encima de las diferencias», se remitió a «las circunstancias» que imperen en el futuro para «analizar las medidas a adoptar». Cuestionado en concreto por la aplicación del artículo 155 como una de esas medidas, Puente señaló que «no sería deseable. Ahora bien, no sabemos las circunstancias que se van a producir, por tanto, pronunciarnos sobre cualquier alternativa sería imprudente. Dicho esto, vamos a ver qué circunstancias se producen y a la luz de esas circunstancias tomaremos una decisión».

El pronunciamiento, más en forma que en fondo, tomó relevancia por rebajar el tono categórico que el partido había mantenido hasta ahora. En julio, la portavoz en el Congreso, Margarita Robles, compareció ante los medios para dar cuenta de la reunión que habían mantenido en Moncloa Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Entonces, Robles desveló que el partido, en la última reunión de su ejecutiva, se había posicionado en contra de la aplicación del 155. «Nunca sería una solución procedente y nunca la apoyaríamos», dijo entonces la portavoz. Por tanto, los socialistas pasan de la negativa tajante, a no descartar su aplicación en función de los pasos que dé la Generalitat en su desafío al Estado y a la legalidad. Fuentes del PSOE asumen que la aplicación del 155 sería procedente en caso de que tras el 1-O la Generalitat declarase unilateralmente la independencia. En todo caso, hasta que no se produzcan acontecimientos de tal envergadura, el partido evita dar una respuesta nítida sobre este tema y prefiere calificarla de mera «hipótesis», pues «ni siquiera el Gobierno tiene claro qué va a hacer».

En esta línea se entiende la salida en tromba de la dirección del PSOE para evitar que se trasladara públicamente la opinión de que el partido comulga con la suspensión de la autonomía. En conversación con LA RAZÓN, aseguraron que «no había cambios» y que la versión oficial –en contraposición a la de Puente– es que «no se contempla» la aplicación del artículo 155.

Puente tampoco quiso pronunciarse explícitamente sobre las medidas que está llevando a cabo el Gobierno respecto a Cataluña. Aunque hay «medidas que gustan más y otras menos», los socialistas no quieren entrar a valorar individualmente cada una de ellas. De forma global entienden que todo se está planteando en los términos de «proporcionalidad y eficacia» que se habían exigido al Ejecutivo, porque «algo hay que hacer». «No nos hemos pronunciado en contra de la intervención de cuentas», señaló el portavoz en señal de conformidad. Entre las medidas que «gustarían menos» están la citación de los 700 alcaldes y la amenaza de detención si no comparecen y la prohibición de actos en favor del 1-O.