Política

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El PSOE rompe la unidad con Rajoy frente al referéndum en el Congreso

Junto a Podemos y los independentistas se opone a respaldar al Gobierno ante el 1-O.

Los diputados del PSOE Patxi López, José Luis Ábalos y Meritxell Batet durante el Pleno del Congreso de los Diputados
Los diputados del PSOE Patxi López, José Luis Ábalos y Meritxell Batet durante el Pleno del Congreso de los Diputadoslarazon

Junto a Podemos y los independentistas se opone a respaldar al Gobierno ante el 1-O.

Un objetivo común no conlleva necesariamente una estrategia unitaria. Esta máxima se está visualizando en el bloque constitucionalista en el Congreso. La unidad que PP, PSOE y Ciudadanos exhiben en Cataluña contra el desafío soberanista no parece tener su reflejo en la Carrera de San Jerónimo. Ayer, los socialistas hicieron saltar por los aires el frente contra el 1-O y junto a Unidos Podemos y los independentistas tumbaron la propuesta de Ciudadanos (Cs) para apoyar al Gobierno. Desde hace días PSOE y Cs mantienen un tenso pulso con acusaciones cruzadas –de utilizar la problemática catalana para su beneficio político– que en las últimas horas se han transformado en vetos mutuos.

Los socialistas sentenciaron con su voto la iniciativa naranja que buscaba dar apoyo institucional al Gobierno, en la defensa del Estado de Derecho, contra el desafío soberanista perpetrado en Cataluña, y Cs se opuso a la puesta en marcha de la comisión sobre el encaje territorial propuesta por Pedro Sánchez. En sede parlamentaria, el PSOE utilizó un tono duro para referirse a la proposición no de ley de los naranjas, a quienes acusaron de «irresponsables», de «estar debatiendo sobre la nada» y de contribuir a la división de quienes comparten «elementos esenciales» contra el independentismo. Pero la única división ahora es la de los partidos constitucionalistas que, a diez días del referéndum, trasladan una imagen que en nada contribuye a frenar la deriva ilegal. El sentido del voto socialista se ha cocinado a fuego lento. La iniciativa de Cs se presentó la semana pasada en contra del criterio del PSOE, que había promovido a su vez su propia comisión de estudio sobre el modelo territorial. Este foro de debate contaba en un primer momento con el plácet de los naranjas, que finalmente se opusieron a su constitución. Los de Ferraz criticaron la iniciativa de Rivera por considerar que «solo quiere llamar la atención». «¿Para que sirve su iniciativa?», preguntó Meritxell Batet a Rivera. «Para dividirnos, incluso a aquellos que compartimos elementos esenciales», respondió la catalana.

No obstante, el PSOE mostró en un primer momento su disposición a apoyar la iniciativa de Ciudadanos, eso sí, con ciertos cambios. Presentaron una enmienda para que en el texto se incluyera apoyo a los alcaldes y alcaldesas amenazados por los soberanistas, «que mantienen con firmeza la defensa de la legalidad constitucional»; un llamamiento para que vuelvan a la legalidad los responsables institucionales que desafían el Estado de Derecho y una instancia al diálogo entre «los representantes de la pluralidad y la diversidad de la sociedad catalana y del conjunto de la ciudadanía española» para buscar una salida y pactada para la crisis catalana. Este último punto, el que promueve el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno hizo que la enmienda de los socialistas se topara una vez más con el muro de Ciudadanos, que la rechazó. Y este rechazo fue replicado con el voto en contra del PSOE.