El desafío independentista

ERC prepara un candidato exprés para evitar elecciones

Puigdemont ayer en Berlín, donde se reunió con el grupo parlamentario del PDeCAT
Puigdemont ayer en Berlín, donde se reunió con el grupo parlamentario del PDeCATlarazon

La reunión del grupo parlamentario de JxCat de ayer en Berlín se saldó sin ningún avance concreto. La plataforma de Carles Puigdemont no fijó ni plazos ni plan D y volvió a alimentar el escenario de una repetición electoral.

La reunión del grupo parlamentario de JxCat de ayer en Berlín se saldó sin ningún avance concreto. La plataforma de Carles Puigdemont no fijó ni plazos ni plan D y volvió a alimentar el escenario de una repetición electoral. El portavoz de la plataforma, Eduard Pujol, sugirió que los próximos pasos van a ir nuevamente dirigidos a rescatar las candidaturas de Puigdemont, Jordi Turull y Jordi Sánchez, es decir, a abonar el bloqueo de la política catalana. Un escenario que colisiona con la voluntad de ERC por formar un Govern de inmediato y que, si se dilata mucho y corre el riesgo de desembocar en la reedición de comicios, se dará de bruces con Esquerra, que planteará un candidato a última hora para salvar la legislatura.

Algunas voces de los republicanos así lo insistieron ayer a LA RAZÓN, como ya lo adelantó hace unas semanas, cuando todavía era una opción menos contemplada. Ahora, ante las últimas maniobras de JxCat, ha empezado a coger fuerza y uno de los nombres que mejor encajarían es el de Ernest Maragall. Además, ERC contaría con los votos de los «comunes», lo que evitaría la dependencia a lo largo de la legislatura de la CUP, aunque quedaría por ver cómo reaccionaría JxCat ante esta eventualidad. Por ahora, la plataforma alberga dos sectores bien definidos y enfrentados: los que abogan por evitar las elecciones y el núcleo duro de Puigdemont, que considera que una nueva contienda permitiría reafirmarse y mantendría vivo el pulso con el Estado y la proyección internacional.

En el encuentro que celebró ayer JxCat volvieron a salir victoriosas las tesis de este segundo grupo. La intención es proyectar durante los próximos días que han hecho todo lo posible por formar Govern y situar la responsabilidad de un regreso a las urnas en el Estado, ya que se ha empecinado en impedir la investidura de los candidatos escogidos por el electorado separatista. De esta manera, también, conseguirían dar una imagen de ser los leales al independentismo, mientras ERC, más responsable y con una estrategia a largo plazo
–como así lo reclamó el líder, Oriol Junqueras, en una carta desde prisión el sábado–, es el partido que se «arrodilla» ante el Estado. En todo caso, en una entrevista por la tarde en Cataluña Ràdio, el diputado Eusebi Campdepadròs quiso puntualizar que el intento de investir a Puigdemont sólo se llevará a cabo si es de manera efectiva.

Si ese argumentario no surtiera efecto, Puigdemont tendría a la CUP como cómplice para acabar en una repetición electoral. Y es que ante la abstención que van a mantener los anticapitalistas –con cualquier candidato distinto a Puigdemont o que no albergue medidas para desplegar la República– y la imposibilidad para que el ex president y el ex conseller, Toni Comín, puedan delegar su voto, ERC y JxCat seguirían sin una mayoría parlamentaria. «Es inevitable pasar por una fase de represión, pero no aquí, en cualquier lugar donde hay una lucha para cambiar el status quo», aseguró ayer el líder de la CUP, Carles Riera, quien volvió a reclamar a JxCat y ERC que estén a la «altura» del momento y asuman la confrontación con el Estado como algo «inevitable».

Sin embargo, en los próximos días, la estrategia del ex president, quien ahora goza de gran popularidad tras haber salido airoso de los tribunales alemanes, podría tambalearse por los presos. Y es que como adelantó LA RAZÓN y ayer confirmó el reconocido portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en Antena 3, los políticos encarcelados han empezado a mostrar ya su hartazgo con Puigdemont y han pedido que se deje de «tonterías» y facilite un Govern porque con ello tendrían más cuesta abajo la salida de prisión porque decaería la reiteración delictiva.