Senado

El exdirector de la Guardia Civil niega un chivatazo a Koldo, pero sí asegura que su rol era dar "estabilidad" al Cuerpo

Leonardo Marcos comparece en la Comisión de Investigación del Senado y niega que conozca a Koldo García

Leonardo Marcos, exdirector de la Guardia Civil, ha comparecido este lunes en la Comisión de Investigación del "caso Koldo", que está desarrollándose en el Senado. Marcos está en todos los focos porque, según un informe de la propia Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, fue el autor del chivatazo a Koldo García para informarle de que estaba siendo investigado por la trama de corrupción. En este sentido, Marcos ha negado con rotundidad ese hecho y ha dicho, de hecho, que no conocía al exasesor de José Luis Ábalos ni mantuvo ningún contacto con él: "No, nunca, jamás", ha expresado en varias ocasiones. No obstante, sí ha asegurado que el objetivo que le encomendó Fernando Grande-Marlaska era dar "estabilidad" al cuerpo policial y, en este sentido, cabe recordar que ha estado al frente entre junio de 2023 y septiembre de 2024, un periodo temporal en el cual la Guardia Civil probablemente haya llevado a cabo buena parte de su investigación sobre el "caso Koldo".

"Koldo y Aldama conocían que estaban siendo investigados por la UCO meses antes, ¿quién pudo dar ese chivatazo?", ha preguntado la senadora del PP, Ana Beltrán, igual que previamente Ángel Pelayo (Vox). "Sinceramente, no lo sé. Si lo supiera, lo habría denunciado ante la autoridad judicial competente", ha respondido Marcos, quien ahora está trabajando en la Embajada de España en Estados Unidos ya que es funcionario de carrera. "Hay un implicado que dice que otro implicado le dice en una conversación que no se puede demostrar su existencia que yo le había dicho que está siendo investigado por la Guardia Civil. Es una falsedad que niego rotundamente. No estoy en la cabeza de esa persona, debería preguntárselo a quien hace esa afirmación", ha expuesto Marcos, defendiéndose de la acusación de ser quien alerta a Koldo García de que está siendo investigado, tal y como recoge la UCO en su último informe.

En este sentido, se ciernen las sospechas de que el papel de Marcos como máximo responsable de la Guardia Civil era tratar de evitar el máximo daño posible al Gobierno y el supuesto chivatazo, que recoge la UCO en su informe, ha podido ser uno de los episodios que lo refleja. Es más, ha sorprendido mucho su salida tan rápida de la dirección de la Guardia Civil ya que apenas ha estado un año. Marcos asegura que tenía encomendado "proveer estabilidad" para resolver asuntos de recursos humanos y de gestión presupuestaria, pero las sospechas se ciernen sobre si ha jugado un papel sobre la investigación judicial del "caso Koldo". Naturalmente, él lo ha negado: "El director general no está en los detalles de las investigaciones de la policía judicial, no es su papel y no debe serlo".

En todo caso, tal y como ha subrayado Beltrán (PP), Marcos ha caído en una contradicción al reconocer que su salida de la Guardia Civil fue un cese por "motivos profesionales" y ha invitado a los senadores a preguntarle por ello al ministro, mientras que Marlaska habló el pasado jueves de "dimisión" voluntaria del exdirector de la Guardia Civil por "motivos personales". La senadora del PP ha acusado a Marcos de "dejación de funciones" porque ha alegado que no sabía "nada" de los delitos que se imputan a los guardias civiles investigados.

Marcos ha asegurado que no conocía a Koldo García ni tampoco al propio comandante Rubén Villalba, que está imputado por dar ayuda a la trama para proteger las comunicaciones. Sin embargo, y pese a que ha insistido en que suspendió de su puesto a Villalba en cuanto tuvo conocimiento de su detención, ha dejado sin responder si conocía antes la relación del comandante con la trama y por qué le ascendió bajo su mandato como agregado a la embajada de España en Venezuela. Fuentes del PP reprochan que Marcos no realizara "ningún tipo de investigación interna después de esa detención": "¿quizá porque ya sabía lo que había?".

Finalmente, ha entrado en contradicción con Marlaska, que achacó su "dimisión" y posterior destino a la embajada de Washington a "motivos personales", mientras que Marcos ha insistido en "motivos profesionales", convirtiendo su "dimisión" en un cese. En lo que ha coincidido con Marlaska es en negar, constantemente, que supiera nada de los delitos que se imputan a los guardias civiles investigados, lo que demuestra una clara dejación de funciones.