23-J

El PP se ve con fuerza para conseguir una mayoría holgada

El grupo parlamentario tendrá un nivel técnico político para negociar día a día

Alberto Nuñez Feijoo comparece en la sede nacional de Genova
Alberto Nuñez Feijoo comparece en la sede nacional de GenovaDavid Jar

Después del desconcierto del anticipo electoral por parte de Pedro Sánchez, en el PP crece el optimismo sobre los resultados que pueden obtener en las generales del 23J. En la dirección se ven capaces de conseguir una mayoría amplia y están obsesionados con mirarse en el modelo andaluz. Las estructurales territoriales, con la moral alta por la victoria amplia del pasado domingo, cuentan con que su capacidad de movilización no se resentirá por la fatiga electoral, aunque sí tengan que ajustarla «al cansancio de la ciudadanía con la matraca mitinera».

Tan crecidos están en el equipo de campaña que hay quienes hablan de la posibilidad de que se repita el milagro andaluz y madrileño, y que Alberto Núñez Feijóo alcance la mayoría absoluta o se aproxime hasta porcentajes imprevistos hasta el momento. Ahora bien, estas expectativas no afectan a la composición del grupo parlamentario en el Congreso que está diseñando Feijóo para gestionar el día a día de la nueva Legislatura.

De la misma manera que el político gallego ha respetado la autonomía de las direcciones regionales a la hora de confeccionar las candidaturas del 28M, facilitando una independencia excepcional en los hábitos de la formación, de cara a las generales él también se reserva la misma potestad, y así lo ha comentado en varias ocasiones dentro del Comité Ejecutivo del PP. Fuentes de la dirección anticipan que el grupo tendrá un fuerte perfil político y técnico ya que «tiene que estar capacitado para negociarlo todo en el día a día» de la actividad parlamentaria. Génova trabaja con la hipótesis de un Gobierno en solitario, sin coalición, y que esté abierto a llegar también a acuerdos con el principal partido de la oposición, el PSOE, una vez que pase la etapa del «sanchismo». Para poder negociar con el PSOE, y otros grupos, no sólo con Vox, Feijóo se juega mucho en si acierta o no en la conformación de su candidatura.

Desde que llegó a la dirección nacional del PP, su equipo, y él en primera persona, han estado trabajando el terreno para convencer a reconocidos perfiles, sobre todo en el ámbito de la gestión económica, de que den un paso al frente y se sumen al proyecto popular. Pero los sueldos públicos, y la posibilidad de que las expectativas de gobierno popular no se cumplan, hacen que lo más previsible sea que los fichajes no lleguen hasta que no esté seguro el desembarco en el Gobierno.

La debilidad más grande de Pedro Sánchez se ha demostrado que es su falta de credibilidad, los españoles, según sostienen los estudios cualitativos demoscópicos, no creen ya en la palabra del presidente del Gobierno, y esto lleva a que ese espacio sea donde más puede ganar Feijóo con una buena campaña electoral, pero donde también arriesga más en cuanto dé pasos en falso que hagan que la opinión pública piense que tampoco su palabra es de fiar.

Los estrategas del PP están construyendo una campaña electoral que se ajusta a una plantilla que identifica a Feijóo con los valores de moderación, centralidad, institucionalidad, confianza, y valor de la palabra dada. Los asesores electorales sostienen que éste es el marco de confrontación en el que más puede ganar el PP en la campaña, mientras que si baja al barro, donde juega la izquierda, acabará por hacerle la campaña al adversario.

Aquí ha saltado la piedra en el camino de la líder del PP de Extremadura, María Guardiola, en condiciones de ser la próxima presidenta de Extremadura si llega a un pacto con Vox que deje fuera de juego a la lista más votada, la del socialista Guillermo Fernández Vara. En la medida en que Feijoo ha hecho bandera del principio de la lista más votada, aquí se mide su credibilidad. El líder popular ha ratificado después del domingo electoral que ese compromiso se mantiene, pero exige un acuerdo global con el PSOE en todas las comunidades, ayuntamientos y, también, a nivel nacional. El PSOE no puede aceptarlo porque la única opción que tiene Pedro Sanchez de seguir gobernando es por un pacto contra la lista más votada, la del PP, según coinciden hasta ahora en señalar todas las encuestas. Pero en esta primera semana desde el 28M María Guardiola, por nervios, o exceso de prisas, ha roto la unidad de discurso del PP, lanzando mensajes que se interpretan como avisos a Génova respecto a su autonomía y a su voluntad de ir por libre en los pactos. Un error de bulto, ya que pone sordina al órdago que plantea Feijóo a Sánchez, y da munición a la izquierda para atacar a Feijóo.

En Extremadura, bastión socialista, PSOE y PP empataron en escaños, pero los socialistas sacaron una leve ventaja a los populares en número de votos. Y la candidata popular no ha dejado de proclamar desde la noche electoral con la idea de que no dará su brazo a torcer. De hecho, ha ido más allá, al asegurar que está dispuesta a repetir las elecciones antes de hacer presidente a Vara.. Aunque el viernes, quizás por presión de Génova, ya introdujo la precisión de que esa repetición electoral también llegará si Vox no da los votos gratis.