Presupuestos

El Gobierno aprueba gastar 6.200 millones para construir lanzacohetes y comprar más misiles Spike, baterías antiaéreas Nasams y otros 25 Eurofighter

El Ejecutivo ha autorizado en el Consejo de Ministros el techo de gasto de tres nuevos programas especiales de modernización de las Fuerzas Armadas y ampliar el Halcón.

Sistema lanzacohetes PULS en el que se basará el Silam español
Sistema lanzacohetes PULS sobre el que se podría desarrollar el Silam españolElbit

El Gobierno ha autorizado en el Consejo de Ministros el techo de gasto de tres nuevos programas especiales de modernización de las Fuerzas Armadas: la segunda fase del misil contracarro Spike, el lanzacohetes Silam y la actualización de las baterías antiaéreas Nasams. El valor conjunto de los programas asciende a 1.675,4 millones de euros. También ha aprobado otros 4.593 millones de euros para la ampliación del programa Halcón que incluye la adquisición de otros 25 Eurofighter para reemplazar parte de los EF-18M peninsulares y necesidades de la primera fase en la que ya se compraron 20 aparatos para Canarias.

En concreto, el Ejecutivo ha aprobado un acuerdo por el que el Ministerio de Hacienda da luz verde al Ministerio de Defensa a adquirir compromisos de gasto para los ejercicios presupuestarios entre 2024 y 2037 para ejecutar estos programas. Defensa todavía tendrá que presentar de nuevo los contratos al Consejo de Ministros antes de la firma.

Este es un paso muy importante. En la práctica, Hacienda garantiza la viabilidad financiera de los cuatro programas a largo plazo. No solo aprueba la inversión que el departamento que dirige Margarita Robles tiene previsto hacer, sino que avala también el calendario que permitirá el pago del importe de los contratos en anualidades hasta 2037.

El programa del misil contracarro Spike segunda fase contempla la adquisición para las Fuerzas Armadas de la versión más avanzada de este sistema, el Spike LR2. El presupuesto es de 287,5 millones de euros, divididos en cinco anualidades entre 2023 y 2027. El objetivo, como especifica el Ministerio de Defensa, es producir el misil en España gracias a un plan industrial que "potencia las capacidades Industriales Estratégicas de la Defensa implicadas, mediante un plan de transferencia de tecnología, para alcanzar los objetivos industriales establecidos por la Dirección General de Armamento y Material".

El lanzacohetes de alta movilidad (Silam) del Ejército de Tierra será dotado con 714,5 millones de euros repartidos en cinco años, entre 2023 y 2027. En este caso, hay que puntualizar que el programa tenía un presupuesto inicial de 290 millones de euros, por lo tanto, a falta de confirmación oficial, todo apunta que el programa gana envergadura.

El Ministerio recuerda que "el Ejército de Tierra ha puesto de manifiesto su necesidad operativa de dotarse de un sistema lanzacohetes capaz de proporcionar apoyos de fuego a distancia superior a la que permiten los sistemas de cañón, con gran precisión y una variedad de municiones que posibiliten la consecución de los efectos requeridos sobre distintos tipos de blancos".

Por su parte, el programa de actualización de las baterías antiaéreas Nasams en servicio en el Ejército de Tierra tiene un presupuesto total de 673,4 millones de euros, desglosado entre 2023 y 2027. El Nasams es un sistema de misiles antiaéreos de altas prestaciones, de cota media-baja y proyectable, características que lo convierten en un elemento esencial para la defensa antiaérea y complementario de otros sistemas antimisil en servicio de media-alta cota.

Defensa detalla que "el sistema se adquirió en 2003, comenzando a detectarse a mediados de 2013, tras diez años en servicio, problemas en determinados componentes y dificultades para adquirir los mismos; adicionalmente". Y añade: "España es el único país de la comunidad Nasams que todavía no ha modernizado sus baterías".

Por último, Hacienda ha aprobado la ampliación del techo de gasto del programa Halcón ya en marcha. Este proyecto incluye por el momento 20 Eurofighter -Halcón I- para garantizar la defensa aérea de Canarias tras la baja de los veteranos F-18 (F/A-18) de la base de Gando (Gran Canaria).

El aumento de los límites permitirá la adquisición de otros 25 aviones con motores y sistemas de apoyo de misión -el conocido como programa Halcón II- para iniciar el proceso de sustitución del F-18 (EF-18M) de las bases de Torrejón y Zaragoza, que llegarán al final de su vida útil en torno a 2030. A esto hay que sumar un paquete logístico inicial y nivel de mantenimiento ML2 y dos sistemas de simulación de alta fidelidad junto con su infraestructura.

La ampliación también abarca necesidades de la primera fase del programa pendientes de financiación. "Debido a que ciertas necesidades no se pudieron financiar en el inicio del Programa Halcón, es necesario actualizar su importe para obtener los fondos necesarios que permitan elevar su techo financiero a través del Memorando de Entendimiento (MoU) 6", apunta Defensa.

El presupuesto total de la ampliación es de 4.593,6 millones de euros, repartidos entre 2023 y 2035. A esta cifra, hay que sumar los 2.043 millones de Halcón I, es decir, los primeros 20 Eurofighter para Canarias. Por lo tanto, el coste de todo el programa (Halcón I y II) pasará a superar los 6.600 millones.

400 millones más para material

Paralelamente, Defensa ha recibido también el visto bueno del Gobierno a siete contratos para la adquisición de un amplio abanico de material de defensa por más de 400 millones de euros. El departamento pondrá en marcha la compra de pod designadores láser para cazas, dos buques logísticos, espoletas o camiones.

Algunos contratos, como las embarcaciones de transporte logístico, ya están en fase de tramitación, pero estaba pendiente la aprobación del contrato por parte del Consejo de Ministros. Estas autorizaciones coinciden con la aprobación, también por el Ejecutivo, del contrato de los aviones C-295 de patrulla y vigilancia marítima por más de 2.000 millones de euros y el techo de gasto de otros cuatro: 25 Eurofighter (programa Halcón II), el misil contracarro Spike LR2, el lanzacohetes Silam y la modernización de las baterías Nasams.

Estos son los contratos aprobados:

- Pod designador láser para sistemas de combate aéreo por 207,4 millones de euros. Se trata de un acuerdo marco de cuatro años -hasta diciembre de 2027- para la compra de este tipo de equipos que permiten incrementar la efectividad de combate de estos sistemas de armas, mejorando la capacidad de detección, identificación y seguimiento pasivo de trazas, día o noche, tanto en misiones de policía aérea como en operaciones. El empleo de munición de precisión guiada por láser e incluso GPS requiere que los objetivos estén iluminados por estos pod.

- Desarrollo, integración y calificación de espoleta correctora de trayectoria para proyectil de alcance extendido de 155 mm por 16,7 millones de euros. La breve descripción del contrato señala que “al emplear munición de alcance extendido se produce un incremento de la dispersión que limita su uso cuando existen tropas propias cerca, los daños colaterales son inasumibles o los objetivos a batir están comprendidos dentro de dimensiones reducidas.

El aumento de alcance y precisión, subraya Defensa, buscan la superioridad de los medios de fuego indirecto para permitir a la Fuerza 2035 convertirse en una Fuerza de Ventaja y apoya la evolución de las capacidades militares recogidas en el Objetivo de Fuerza Conjunta (OFC). El contrato tendrá una duración de cuatro años, hasta octubre de 2027.

- Dos buques logísticos -dos contratos diferentes-, uno para el Ejército de Tierra y otro para la Armada, por 41,5 millones de euros. En el caso del Ejército, la embarcación es necesaria para “poder contar con capacidad de transporte autónomo, así como para que pueda operar durante los periodos de tiempo en que el buque Ysabel esté inmovilizado por tareas de mantenimiento”.

La Armada, por su parte, busca “garantizar que las actuaciones de transporte logístico por vía marítima, remolque de altura y apoyo al adiestramiento de las unidades se realicen con agilidad, fluidez y seguridad”. “En la actualidad, si bien la Armada cuenta con remolcadores de altura dedicados al transporte logístico a menor escala, el remolque de altura y el apoyo al adiestramiento, a la vigilancia de los espacios marítimos de soberanía, a la búsqueda y salvamento marítimo y a la lucha contra la contaminación del mar, estos buques han superado el ciclo de vida normal de una unidad”, argumenta Defensa.

- Apoyo operacional a aeronaves del Ministerio de Defensa por un valor de 95 millones de euros. En este caso, el departamento que dirige Margarita Robles explica que el expediente es una necesidad ante el incremento de misiones y de los vuelos requeridos al 45 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire y del Espacio. Esta unidad, recuerda, efectúa misiones “muy delicadas como el traslado de autoridades, tanto del Gobierno de España como de la Casa Real”.

También beneficiará a las aeronaves desplazadas a los diferentes destacamentos desplegados fuera del territorio nacional, principalmente en África. El acuerdo marco tendrá un plazo de vigencia de dos años, con posibilidad de prórroga de dos años más.

- Camiones todoterreno militares para el Ejército de Tierra por un importe de 27,1 millones de euros. El Gobierno ha aprobado modificar un 30% el importe del acuerdo marco de compra de camiones “como consecuencia de circunstancias sobrevenidas imprevisibles en el momento en que tuvo lugar la licitación del acuerdo marco, supuesto que ha ocurrido con la guerra de Ucrania y con el apoyo de material militar que se está enviando desde España”.

El acuerdo marco de modificación tiene la finalidad de garantizar la capacidad operativa de las unidades de la Fuerza desplegadas en las distintas operaciones en curso, garantizar el nivel de cobertura que asegura el funcionamiento de la cadena logística y poner a disposición de las unidades de las FAS los recursos materiales necesarios de apoyo logístico para su adecuada cobertura, sostenimiento, vida y funcionamiento.

- Repuestos para la flota de cazas F-5 del Ejército del Aire y del Espacio por 20 millones de euros. Este contrato es una ampliación a la enmienda con Estados Unidos que garantiza el mantenimiento continuado de estos aviones utilizados para la formación avanzada de pilotos.