Consejo de Ministros

El Gobierno cesa a la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García

El Consejo de Ministros nombrará a Cristina Hernández, especialista en políticas públicas de igualdad y violencia de género

Igualdad pedirá explicaciones a Isabel García por los 64 contratos de puntos violeta con ayuntamientos del PSOE
Igualdad pedirá explicaciones a Isabel García por los 64 contratos de puntos violeta con ayuntamientos del PSOEEuropa Press

Después de una semana atrincherada y sin intención de dimitir, el Gobierno ha cesado este martes a la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García. Si bien en un primer momento Igualdad la respaldó, la situación era insostenible y se le ha retirado el apoyo a tiempo para que el Consejo de Ministros oficialice hoy su cese y el nombramiento de su sustituta, Cristina Hernández. Hernández, vinculada al PSOE, es especialista en políticas públicas de igualdad y violencia de género

La permanencia de Isabel García al frente del Instituto de las Mujeres, una institución central para Igualdad, estaba en tiempo de descuento desde que se publicase que las empresas que compartía con su pareja obtuvieron varios contratos públicos de administraciones socialistas, dos de ellos cuando ya era alto cargo de Igualdad. Entonces, la ministra Ana Redondo pidió "explicaciones". García publicó entonces un comunicado defendiendo que su participación en las empresas de su esposa cumplía "escrupulosamente" la legalidad: "Tengo la conciencia tranquila, la certeza de haber hecho las cosas bien", dijo.

Los 64 contratos de la polémica, con los que habría conseguido hasta 250.000 euros, consistían en la gestión de los Puntos Violeta. Estos lugares son uno de los puntales de la lucha contra la violencia machista de proximidad, espacios seguros para denunciar agresiones machistas donde se acompaña y atiende a las víctimas y que funcionan también como punto de información sobre cómo actuar frente a este tipo de violencia.

La gestión de García al frente del Instituto de las Mujeres no ha llegado a siete meses y ha estado plagada de polémicas: por sus opiniones sobre la ley trans, primero, y por las actividades empresariales junto a su esposa, después. PP, Podemos e incluso Sumar, socio del PSOE en el Ejecutivo de coalición y que nunca había compartido su nombramiento, habían exigido su destitución.

La propia ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha zanjado las quejas que llegaban desde el Consejo de Ministros por parte de Sumar ante la tardanza en tomar el Ejecutivo la determinación de cesar a la socialista Isabel García de su cargo al frente de la institución. "Es en el Consejo de Ministros cuando se toman estas decisiones. Se han hecho las cosas como tienen que hacerse”, ha comenzado, asegurando que primero, se ha dado a la ya exdirectora del Instituto de Mujeres. “Se le ha dado tiempo para que se explicara. Era importante escucharla. Se ha actuado de forma impecable”. La ministra defendió la labor de García al frente del Instituto de las Mujeres y rechazó hacer “leña del árbol caído”. “Ha sido una trabajadora estupenda, una buena colaboradora. Le agradezco su esfuerzo y sinceridad a la hora de exponer su situación”. Por su parte, desde Sumar y Podemos celebraron el cese de Isabel García, aunque criticaron que "llegaba tarde". "Representa un feminismo transexcluyente", explican desde el partido magenta.

García denuncia una "cacería"

Tras hacerse público su cese, Isabel García ha denunciado una supuesta "cacería" contra su persona y ha negado haber utilizado su cargo para enriquecerse, vinculando la destitución a sus críticas a la ley trans. En un comunicado publicado en la red social X, ha anunciado que hará valer todos sus derechos "para dejar claro" que su conducta y la de su mujer, Elisabeth García, se ha "ajustado siempre a derecho" y que por eso no ha dimitido.

"Tengo la conciencia muy tranquila de no haber utilizado nunca mi cargo para enriquecerme, ni poco ni mucho, ni para favorecer a mi esposa. (...) Siento el injustísimo daño que debe asumir en su actividad profesional quien no ha hecho nada ilícito, por la sola circunstancia de que su cónyuge sea alto cargo", ha asegurado.

García ha sostenido que su cese está motivado por "pseudoinformaciones periodísticas que presentan torticeramente hechos lícitos" y que en su caso se ha confundido la libertad de información con un "instrumento hábil para destruir al adversario político". Ha insistido en que la "cacería" contra su persona no tiene que ver con ilegalidades o irregularidades "que nadie ha llevado a ningún juzgado", sino que ha estado "larvada" desde su nombramiento "por no compartir una visión íntegra de la ley trans" y ha sido espoleada por "sectores que pretenden deslegitimar las políticas de igualdad". Por último, ha agradecido la confianza depositada en ella durante estos meses y se ha comprometido a seguir luchando por la igualdad allá "donde esté".