
Justicia
La imposición de las candidatas de Bolaños bloqueó la renovación clave del Supremo
Pese a la votación fallida, las negociaciones entre conservadores y progresistas no se dan por rotas y se retomarán de cara a un próximo Pleno

El nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) evidenció este miércoles su primera gran escisión en la votación de las presidencias de las dos Salas más importantes del Tribunal Supremo. Progresistas y conservadores no desencallaron unos nombramientos determinantes en la cúpula judicial pese al reclamo de la presidenta del órgano, María Isabel Perelló, que se negó a retirar este punto del orden del día con la esperanza de forzar el pacto.
Se trata de una fractura que voces del Consejo achacan directamente a Moncloa. En concreto, al ministro de Justicia, Félix Bolaños, quien ya siguió de cerca anteriores nombramientos de calado como el de la propia María Isabel Perelló. Fuentes del órgano de gobierno de jueces confirman a LA RAZÓN que se trató de un Pleno tenso en el que fue imposible sellar el pacto, pese a que se negoció "hasta el último momento". La fallida votación hace que se vuelva a la casilla de salida, aunque no parten de cero: saben que tienen que desatascar estos dos nombramientos más pronto que tarde.
De hecho, Perelló prevé incluirlos en un próximo Pleno, de manera que aunque las propuestas vuelven a la Comisión de Calificación, los contactos entre los equipos negociadores no van a cesar. El motivo por el cual está costando tanto desencallar estos dos nombramientos reside en la relevancia del mismo. La Sala de lo Penal es la que se encarga de investigar a los aforados, incluidos los miembros del Gobierno, y la Sala de lo Contencioso-Administrativo es la que resuelve las disposiciones del Ejecutivo.
Dos Salas que afectan al Ejecutivo
En estos momentos tanto una como otra tienen asuntos clave que afectan a Moncloa. De hecho, en la Sala Segunda se investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y también la parte del "caso Koldo" que afecta al exministro de Fomento José Luis Ábalos. Este último procedimiento, de hecho, salpica también a altos cargos del Ejecutivo y al propio PSOE.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo también tiene entre sus manos asuntos relevantes. Así, por ejemplo, anuló el nombramiento de Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado en noviembre de 2023 o el ascenso de Dolores Delgado a fiscal de Sala. Ambas fueron ministras del Gobierno de Pedro Sánchez. A todo ello se añade otras cuestiones como la relativa a la necesaria de distribución de un millar de menores migrantes atendidos ahora en Canarias.
Conscientes de ello, Moncloa estaría presionando para imponer a candidatas de su sensibilidad, frente a los propuestos por los conservadores. Así, los progresistas abogan por Ana Ferrer para presidir la Sala de lo Penal y Pilar Teso la de lo Contencioso. Ferrer se convirtió en la primera mujer en presidir la Audiencia Provincial de Madrid y en ingresar en esta Sala del alto tribunal. Teso, por su parte, también ha roto techos de cristal desde que ingresara en la carrera en 1985. De hecho, su nombre sonó para presidir el Tribunal Supremo y el CGPJ antes de que asumiera el puesto Perelló.
Las negociaciones seguirán
Los conservadores, por su parte, proponen a Andrés Martínez Arrieta para la Sala de lo Penal y Pablo Lucas para la de lo Contencioso. Arrieta es el primero en el escalafón judicial. Fundador de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), el magistrado pasó por los juzgados de instrucción de Madrid (donde dirigió la causa por la desaparición de Santiago Corella 'El Nani') y se convirtió en el hombre más joven en ingresar en el alto tribunal con 43 años. Lucas, por su parte, es uno de los magistrados más reconocidos del Tribunal Supremo. Desde 2009 es el encargado de supervisar las actividades del CNI en el alto tribunal; cargo que ha revalidado en dos ocasiones.
Ninguno de ellos logró13 votos necesarios para imponerse. Al contrario, las votaciones tanto de la presidencia de la Sala de lo Penal como de lo Contencioso se saldaron con 10 frente a 10. Los conservadores mantienen a sus candidatos apelando al mérito y al currículum de ambos. Los progresistas también elogian las carreras de sus candidatas y reiteran la necesidad de cumplir el compromiso de paridad para los puestos de la cúpula judicial.
Con todo, las voces consultadas consideran que detrás de la negativa del bloque progresista se encuentra Bolaños. Entienden que el Gobierno estaría dificultando esta renovación determinante como medida de presióncontra la presidenta del órgano quien, por su parte, está tendiendo puentes para que se llegue a un acuerdo cuanto antes. Cabe recordar que el Consejo la eligió como presidenta en contra del criterio del Gobierno, que apostó para el cargo por Ana Ferrer.
Moncloa apunta a Perelló
En ese sentido, el bloque conservador tiene menos prisa por cuanto que sus candidatos -Arrieta y Lucas- ejercen a día de hoy de presidentes en funciones de ambas Salas. Este sector propuso a los progresista que accedieran a sus propuestas a sabiendas de que se trataría de mandatos cortos, puesto que ambos están próximos a los 70 años, edad que marca la ley para que se jubile un juez, prorrogable a dos años más. Sin embargo, el sector progresista no accede al pacto ya que no está dispuesto a dejar caer a Ferrer o a Teso.
Pese a todo, las negociaciones van a seguir. Las fuentes consultadas por este medio aseguran que Perelló no tardará en convocar otro Pleno para volver a votar las presidencias de ambas salas y, en ese sentido, quieren intentar llegar con un acuerdo bajo el brazo. Se trata de una negociación especialmente compleja que recuerda la primera que vivió el nuevo órgano con la elección de Perelló. De hecho, tras varios intentos fallidos el bloque conservador rompió la baraja y consiguió adherirse dos vocales del sector progresista para que saliera adelante el nombramiento de esta magistrada, que se convirtió en la primera mujer en presidir el Tribunal Supremo en sus 200 años de historia.
Con todo, el Pleno de ayer sí efectuó otros nombramientos, como el del nuevo presidente del Cendoj, Joaquín Silguero, o de otros cargos de la Escuela Judicial y del Servicio de Inspección. Es más, desde que comenzó su andadura en noviembre, el nuevo Consejo ha efectuado un centenar de nombramientos de todos cuantos tenía pendiente de acometer el Consejo a tenor de la reforma legal que impidió al anterior Pleno sacarlos adelante por estar en funciones. La renovación de las Salas más importantes del Supremo, por el contrario, se resiste.
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