
Defensa
Indra explora la radiofrecuencia para proteger los cielos europeos de los drones rusos
El Gobierno adquiere 14 baterías-sistemas de AirDef y Aracne para proteger los cielos de cualquier tipo de intrusión no permitida

Si hay una tecnología militar que ha incrementado sus capacidades de forma exponencial en los últimos cuatro años esa ha sido la que tiene que ver con los drones no tripulados o UAV (Unmanned Aerial Vehicle) en inglés. Estos vehículos se han desarrollado y expandido en el interior de las fuerzas armadas de todo el mundo bajo la estela del actual conflicto en Ucrania. De ser pequeñas herramientas para la exploración y el reconocimiento han pasado a ser máquinas perfectamente diseñadas para lanzar ataques sorpresa, dañar la infraestructura del enemigo y apoyar ofensivas.
Hoy en día hay innumerables clases de drones. Sus modelos han evolucionado con rapidez hacia nuevas formas con las que ejecutar misiones de todo tipo. Tal es así que hacer una criba sobre todos los diseños puestos en el campo de batalla es poco menos que imposible. Los tamaños varían de la misma manera desde un pequeño vehículo que cabe en una simple mochila hasta otros que tienen el tamaño de un avión ligero.
Ahora mismo la industria armamentística continúa mejorando las capacidades de todos estos vehículos y proyectando otros nuevos. Sin ir muy lejos, China está trabajando en crear un submarino dron de tamaño convencional. Por otro lado, la conocida empresa de helicópteros Sikorsky ha convertido su Black Hawk en un dron pesado de transporte. En definitiva, las posibilidades de creación y desarrollo parecen no tener límites.
En este contexto y en el de unas relaciones internacionales cada vez más delicadas entre la OTAN y Rusia, la Unión Europea se está preparando para enfrentar una futura acometida de la Federación Rusa. El este del continente es la máxima preocupación de la comunidad económica desde hace casi cuatro años, cuando se inició el conflicto en Ucrania. Desde entonces, y sobre todo desde 2024, los países miembros han aumentado su gasto en defensa. En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en abril de este año un gasto extraordinario de 10.471 millones de euros en este sector.
Entre las mayores preocupaciones que tiene la UE frente a Rusia está la utilización de forma ofensiva de estos drones no tripulados. Las fronteras de la comunidad económica deben de ser vigiladas y blindadas y en este proceso Indra Group ha anunciado que pone su tecnología al servicio de Europa occidental. El conocido grupo empresarial quiere participar en la creación del anunciado «muro antidrones» que protegerá la zona este de la UE de un ataque de estas características.

En concreto ha sido el consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, quien ha trasladado al comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, la disposición de la compañía a contribuir con sus diseños y desarrollos a la defensa del continente. Las declaraciones se hicieron dentro de la celebración de la quinta confe-rencia Europea de Defensa y Seguridad celebrada este pasado martes en Bruselas. El responsable de Indra destacó que la compañía posee de una solución para el despliegue rápido y eficaz del proyectado muro antidrones.
De los Mozos se refería con sus comentarios al sistema AirDef (Air C2) que combina sus capacidades de detección de drones basado en los radares Lanza LTR-25 con el sistema antidrón (C-UAS) Aracne. Un sistema que Indra ha fabricado en estrecha colaboración con Escribano Mechanical & Engineering. Ya al principio de 2025, el mismo consejero delegado presentó ante las autoridades militares españolas un proyecto parecido que buscaba aumentar la capacidad defensiva del territorio nacional frente a las amenazas de este tipo.
Con el AirDef (Air C2) y (C-UAS) Aracne Indra ha captado a la perfección lo que deben de ser los sistemas antidrón: eficaces y punteros a nivel tecnológico, pero rentables económicamente para los países que lo integren en sus fuerzas armadas. Una de las peculiaridades de los UAV es que son baratos de producir, causan mucho daño y normalmente derribarlos puede ser costoso si la defensa se posterga en el tiempo. Utilizar munición convencional o misiles no es una respuesta eficaz, pues, aunque el derribo está garantizado, no es eficiente a nivel económico.
Por ello Indra usa para el (C-UAS) Aracne la radiofrecuencia para inutilizar la mecánica y electrónica interna de los drones. Esta solución es idónea en todos los sentidos, ya que los «disparos» son baratos y cuestan menos de lo que vale una aeronave no tripulada. Entre otros sistemas que se llevan probando algún tiempo se hallan los que se basan en un rayo láser. Es cierto que la potencia de estas armas funde los circuitos de los drones, pero su consumo de energía es más alto. Por tanto, Indra ha elegido bien su desarrollo al diseñarlo mediante radiofrecuencia. Un camino que ahora las compañías de defensa están explorando con buenas perspectivas.
Dicho esto, el Aracne ha probado su valía en drones con un peso inferior a 150 kilogramos, como se especifica en la «Revista española de Defensa» (número de marzo de 2025). Teniendo este dato, una buena parte de los drones utilizados en el conflicto ucraniano no exceden tal cifra. Por ejemplo, los conocidos drones kamikazes rusos importados desde Irán Shahed 131 serían inutilizados por la tecnología que ofrece Indra.
Ahora bien, eso no quiere decir que Rusia no tenga drones más pesados que no entran dentro del rango de acción del Aracne. Con esto se hace referencia a los modelos como el HESA Shahed 136, también importando de Irán, y la versión autóctona fabricada en la federación con la denominación de Geran-2. Ambos aparatos, de tipo kamikaze, sobrepasan los límites y llegan a los 200 kilogramos. Por tanto, en un futuro cercano Indra deberá incrementar la potencia del Aracne o complementarlo con sistemas más pesados para que el futuro muro antidrones sea impenetrable.
A pesar de que la combinación de AirDef (Air C2) y (C-UAS) Aracne no puede abarcar todos los tipos de drones sí enfrenta la amenaza de una completa mayoría. Indra ha hecho un trabajo de renombre, prueba de ello es que el Gobierno español ya ha adquirido 14 baterías-sistemas de este tipo para proteger los cielos nacionales de cualquier tipo de intrusión no permitida.
En definitiva, el AirDef (Air C2) y (C-UAS) Aracne de Indra Group es una respuesta ideal al plan del muro antidrones que pretende levantar la Unión Europea. La compañía española ya ha hecho la propuesta, ahora falta que las autoridades europeas recojan el testigo y decidan el asunto. ¿Aceptará la UE el implementar este sistema para su proyecto defensivo? Todo está por ver y esperamos que pronto tengamos más información al respecto sobre qué rumbo se va a tomar. Hasta entonces, los drones seguirán ganando poder y número, puesto que cada vez son más abundantes en las operaciones con los consecuentes daños que causan a un lado y a otro. Estaremos atentos a las novedades.
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