Política

Terrorismo

La Fiscalía insiste en que la Audiencia condene por terrorismo la agresión de Alsasua

Dice a la Sala de Apelación que fue “un atentado contra la Guardia Civil y contra dos mujeres”. Las defensas reclaman la absolución de los ocho condenados tras las declaraciones exculpatorias de seis testigos

Un momento del juicio contra los agresores
Un momento del juicio contra los agresoreslarazon

Dice a la Sala de Apelación que fue “un atentado contra la Guardia Civil y contra dos mujeres”

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha insistido hoy en que los ocho jóvenes condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra) en octubre de 2016 sean considerados autores de un delito de terrorismo. En la vista que ha celebrado esta mañana la Sala de Apelación del citado tribunal para escuchar los recursos de las partes, el fiscal José Perals ha replicado a las defensas que “no estamos en presencia de una causa general de la Guardia Civil contra los acusados”, como denuncian los letrados, sino ante “un atentado” contra los dos guardias civiles y sus parejas.

En la vista han declarado seis testigos propuestos por las defensas, la mayoría amigos de alguno de los acusados, que han exculpado a varios condenados, pero el fiscal ha asegurado tras escuchar su testimonio que “no han venido a aportar nada respecto a lo que declararon los 26 testigos a lo largo del juicio”. Según Perals, si los acusados consideran este proceso “una conspiración” deberían incluir en ella “al Tribunal Supremo” (que vio indicios de un delito de terrorismo en los hechos enjuiciados).

La tesis de la “pelea de bar”

Perals ha hecho hincapié en que esos testigos de última hora han comparecido para decir que no vieron nada. “No vieron ni lo que pasó, poco pueden aportar a lo que sí vieron el resto de los testigos en el juicio oral”. Además, ha añadido, “hay que tener en cuenta que son amigos de los condenados” y que algunos acudieron, días después de la agresión, a las manifestaciones “contra los montajes policiales” en esta causa.

La Abogacía del Estado también ha ratificado su adhesión al recurso del fiscal. La representante de los Servicios Jurídicos del Estado ha coincidido con Perals en que los testimonios escuchados en la Sala “no aportan absolutamente nada a los hechos objeto de enjuiciamiento” pues “contrastan contundentemente con las pruebas aportadas por las acusaciones. Si comparamos ambas, el resultado es absolutamente incontestable”.

En esa misma línea, el abogado de Covite, Rubén Múgica, que ejerce la acusación popular, ha hecho hincapié en que esas testificales están “desnaturalizadas” porque se han traído “tantos meses después que saben perfectamente las consecuencias para los acusados”. “No tiene ningún sentido”. Múgica recordó, en contraposición a esas versiones exculpatorias, que un testigo declaró en el juicio que “con el teniente en la calle con el tobillo roto, inmovilizado, se organizaron carreras en las que al llegar a su altura se le golpeaba”. “A esto hay todavía gente que le llama pelea de bar”, ha ironizado.

“Solo vi vasos de chupito volando”

Al contrario, las defensas han insistido en la relevancia de los testimonios, en especial el de Amaia Martin. Manuel Ollé, abogado de Julen Goicoechea (condenado a nueve años de prisión) ha subrayado al tribunal que la testigo “ha dicho que Julen no estuvo” y se ha quejado de que se le haya considerado autor de la agresión “exclusivamente por los testimonios de los cuatro denunciantes que como testigos, acusación particular y perjudicados tienen especiales intereses”. “Mi representado y al menos algún otro ni pegaron ni agredieron”, ha recalcado. “Han metido a gente que no debía estar aquí”.

“No vi una agresión, solo vasos de chupito volando”, había declarado minutos antes Martin, que se encontraba esa noche en el bar Koxka de Alsasua. La testigo explicó al tribunal que no vio a Julen Goicoechea “insultar ni golpear a nadie” ni tampoco dentro del local a Jon Ander Cob (condenado también a nueve años de cárcel) y a Ohian Arnanz (a quien la Audiencia impuso la pena más alta, 13 años de prisión, la misma que a Iñaki Abad, por atentado, lesiones y desórdenes públicos). Otro testigo amigo de Cob también ha dicho que “Jon Ander no estaba” en el bar Koxka y que Ohian Arnanz no participó en “el rebullón”. “Estaba al fondo del bar”.

Los condenados optan por el silencio

La defensa de Cob ha vuelto a insistir en que su cliente “no se encontraba en el bar Koxka en el momento en que se produjo el incidente y por lo tanto no pudo participar en la agresión”. El abogado de Abad ha cargado contra los agredidos pues, según él, los testimonios escuchados hoy “ponen de manifiesto una falta de credibilidad general de todos los denunciantes, porque demuestra que lo que declararon no es cierto” e incluso desvirtúo el testimonio prestado en el juicio por María José, la novia del teniente agredido, por el “ostracismo social” que padecía en el municipio.

Ninguno de los ocho condenados (todos ellos se encuentran en prisión, salvo Ainara Urquijo, condenada a dos años de cárcel por amenazas y desórdenes públicos) ha querido añadir nada, por videoconferencia, a las palabras de sus abogados.

Ahora, la Sala de Apelación, presidida por el magistrado José Ramón Navarro e integrada además por Eloy Velasco y Enrique López, deberá decidir si confirma o no la sentencia de la Audiencia Nacional.