Política

Pedro Sánchez

Pedro Sánchez podría lograr que los restos de Franco y su mujer, Carmen Polo, reposen al fin juntos

En caso de que sus alegaciones ante la justicia no prosperen, los nietos estudian la posibilidad de que los restos de sus abuelos descansen juntos en la cripta: «si sucede, ya nos lo plantearemos»

Una mujer camina en dirección a la cripta donde podría yacer Franco.
Una mujer camina en dirección a la cripta donde podría yacer Franco.larazon

En caso de que sus alegaciones ante la justicia no prosperen, los nietos estudian la posibilidad de que los restos de sus abuelos descansen juntos en la cripta: «si sucede, ya nos lo plantearemos».

Mientras que distintos sectores acusan a Pedro Sánchez de dividir nuevamente a España en dos mitades con su plan de exhumar a Franco, se da la paradoja de que podría contribuir a unir a la familia del militar. Tal y como ha adelantado este periódico, sus descendientes tienen pensado enterrarlo en la cripta de la catedral de La Almudena en caso de que no prosperen las alegaciones presentadas ante el Ministerio de Justicia.

En la actualidad, los cuerpos de los marqueses de Villaverde –matrimonio formado por Cristóbal Martínez-Bordiú,y la hija de Franco, Carmen– se encuentran en el mismo enterramiento, en la entrada de la cripta, cerca del altar mayor. La familia dispone de dos tumbas más, que en estos momentos se encuentran vacías, en las que «mis hermanos y yo disponemos de un derecho de inhumación perpetua», explica el primogénito de los nietos, Francisco Franco y Martínez-Bordiú, hermano de José Cristóbal y de Jaime Felipe.

En una de ellas yacería el cuerpo de su abuelo, por lo que quedaría una libre. Ante la pregunta de si cabría la posibilidad de que trasladasen allí los restos de su abuela, Carmen Polo, enterrada en el panteón familiar del cementerio de Mingorrubio en El Pardo, para que descanse junto a su marido, el actual marqués de Villaverde no lo descarta. «Todavía tienen que trasladarlo. Si sucede ya nos lo plantearemos, están allí mi madre y mi padre», asegura a LA RAZÓN.

La voluntad del matrimonio Franco era que, al fallecer, sus cuerpos reposaran juntos. Al morir Franco el 20 de noviembre de 1975, su viuda expresó al Gobierno de Carlos Arias Navarro su deseo, y se opuso a que El Valle de los Caídos fuese el lugar para en el que estuviese el cuerpo de su marido. Su petición no pudo materializarse y, una vez que el Rey Don Juan Carlos escribió al abad de la Basílica del Valle de los Caídos informando de su decisión de que el cadáver de Franco fuese allí trasladado, comenzó el proceso. De tal manera que los cuerpos de Francisco Franco Behamonde y de Carmen Polo y Martínez-Valdés fueron separados, y ha sido el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien podría ser el artífice de que se cumpla la voluntad del militar. Su nieto mayor tiene plena seguridad en que los 12 argumentos presentados en sus alegaciones al Ministerio de Justicia son los suficientemente sólidos como para impedirlo, aunque no tenga especial confianza en que vayan a prosperar: «Tenemos razón, pero son juez y parte», asegura.

Por este motivo han decidido recusar a la Instructora del Procedimiento, «la subsecretaria de Justicia Dª. Cristina Latorre Sancho, por concurrir en ella una evidente causa de abstención y, por ende, de recusación en el procedimiento iniciado, al ser evidente por su trayectoria política su falta de parcialidad». La familia informa de que, de momento, se mantendrán a la espera de obtener una respuesta judicial, aunque no saben del tiempo estipulado. «Los plazos los marcan ellos», asegura el marqués de Villaverde.

Tal y como informó LA RAZÓN, entre las alegaciones de los descendientes de Franco figuran el Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos alcanzado entre España y la Santa Sede en 1979, por el que «no se puede proceder a la exhumación de cadáver alguno sin contar con la autorización de la autoridad eclesiástica correspondiente, en este caso, el Prior Administrador del Valle». La familia también acusa al Ejecutivo de Sánchez de no respetar el derecho a la intimidad que establece el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por el que el tratamiento después de la muerte «afecta directamente al derecho a la vida personal y familiar de sus allegados», así como al de la libertad religiosa, ya que el derecho a recibir sepultura de acuerdo a las creencias de cada uno «está directamente relacionado con el de no ser removido o privado de la misma por motivos que no sean de orden público».

En cuanto a la postura de la Iglesia respecto a utilizar el recinto sagrado de la Catedral de la Almudena como nuevo lugar de descanso de Franco, el arzobispado de Madrid se remite al comunicado publicado en agosto, en el que expresó su «efectiva disposición para acoger en terreno sagrado los restos de un bautizado». Según fuentes eclesiásticas, de momento no ha habido comunicación con la familia, pero afirman que «se dará enterramiento cristiano a sus restos mortales si así corresponde».

Ligado a la Plaza de Oriente

Los hechos parecen demostrar la inevitable vinculación de Francisco Franco a la madrileña Plaza de Oriente. El lugar ha sido protagonista del pulso político de España. Allí comenzó la revuelta contra los franceses el 2 de mayo. Vio la apresurada salida de Alfonso XIII para ser inmediatamente escenario, el 11 de diciembre de 1931, del primer discurso de Niceto Alcalá Zamora tras tomar posesión como presidente de la II República.

Si existe alguna vinculación con algún régimen de la Plaza de Oriente es con el régimen y la persona del general Franco. En cinco ocasiones Franco acaparó el protagonismo de la Historia vinculado a esta emblemática plaza madrileña. En diciembre de 1946 se concentraron los españoles en una gran manifestación de apoyo al régimen como consecuencia de la decisión de de la ONU de retirar sus embajadores de Madrid. Comenzaba el bloqueo internacional que había de durar hasta 1950. De aquella manifestación de orgullo castizo frente a los gobiernos extranjeros salieron frases que han pasado a la historia, como la escrita en una pancarta: «Si ellos tiene ONU nosotros tenemos DOS».

Pero será ya en los 70 cuando la Plaza de Oriente adquiera el carácter de escenario del apoyo de las masas a Franco. El 17 de diciembre de 1970, un Franco ya anciano aparece sin uniforme acompañado por el Príncipe Juan Carlos en una manifestación de «afirmación nacional».

En 1971 Franco habló ante más de un millón de españoles para conmemorar su llegada al poder hacía 35 años. En su discurso aludirá a una nueva España, «con otro rostro y con otra piel», al tiempo que alertaba de un enemigo «que intenta dividir a España, ya que sabe que una España dividida es una España vencida», al tiempo que anunciaba que mientras Dios le diese vida y claridad de juicio seguiría al frente del Estado, asegurando que todo quedaría atado para el futuro gracias a la figura del Príncipe de España.

El 1 de octubre de 1975, poco antes de su muerte, por el aniversario de su subida a la Jefatura del Estado, vuelve a hablar desde el balcón del Palacio de Oriente con motivo de la campaña internacional contra su Gobierno por la condenas a muerte de cinco terroristas de ETA y del FRAP.

Los miembros del FRAP fueron juzgados en la base militar de El Goloso, siendo declarado culpable José Humberto Baena del asesinato del policía armado Lucio Rodríguez. Por el asesinato del teniente de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez fue condenado a muerte José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, también del FRAP. En esas fechas fueron asimismo ejecutados los etarras Juan «Txiki» Paredes Manot por el atraco a una sucursal del Banco de Santander en la que mató el cabo de la policía armada Ovidio Díaz López y el también miembro de ETA Ángel Otaegui por asesinar al cabo de la Guardia Civil Gregorio Posadas Zurrón.

La última gran manifestación a favor de Franco fue la del 23 de noviembre de 1975 durante la exposición de su cadáver en el Palacio Real y la misa de corpore in sepulto en la plaza antes de ser llevado su cuerpo al Valle de los Caídos, informa Luis Torres.