Cataluña

Los obispos serán «más claros» sobre el desafío catalán

La Conferencia Episcopal tratará a puerta cerrada la cuestión por iniciativa de Rouco

En la imagen, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez
En la imagen, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquezlarazon

La Conferencia Episcopal tratará a puerta cerrada la cuestión por iniciativa de Rouco.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) emitirá un comunicado «más clarificador» sobre la posición de la iglesia respecto a la crisis catalana tras la reunión que mantendrán los obispos desde hoy hasta el viernes en Madrid. La situación en esta región española será tratada con toda probabilidad en la «sesión reservada» que los prelados suelen celebrar la primera o segunda jornada de la asamblea del episcopado. Según ha podido saber LA RAZÓN es el ex presidente de la CEE y cardenal emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien más está presionando para que así sea pese a la reticencia de los obispos catalanes al respecto.

Ante el tono «equilibrado» que tuvo la nota previa al 1-O –que contó con el visto bueno explícito de la Secretaría de Estado del Vaticano– el pronunciamiento que se espera de los prelados tras esta reunión clarificará la cuestión con mayor profundidad para evitar la confusión e incomprensión que en amplios sectores eclesiales provocó la citada nota en la que llegaba incluso a hablar de «la salvaguardia de los derechos propios de los diferentes pueblos que conforman el Estado». Fuentes consultadas por LA RAZÓN han hablado de que cada vez son más las diócesis españolas en las que se han dado casos de católicos que han expresado su malestar por la posición de la iglesia en Cataluña y que han anunciado su intención de no contribuir al sostenimiento de la Iglesia a través de la declaración del IRPF.

Días antes del referéndum del 1-O y tras la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, los obispos emitieron una nota en la que se pedía un «diálogo generoso y honesto» a los diversos actores políticos y sociales. La comisión permanente, en la que está el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, y el obispo de la Seu d’Urgell, Joan-Enric Vives, pidió asimismo que se respetaran «los cauces y principios que el pueblo ha sancionado en la Constitución». En la que por el momento es el último pronunciamiento de la Conferencia Episcopal también pudo leerse lo que fue interpretado como una llamada a la legalidad a los líderes independentistas en el sentido de que evitaran «decisiones y actuaciones irreversibles y de graves consecuencias que los sitúen al margen de la práctica democrática amparada por las legítimas leyes que garantizan nuestra convivencia pacífica y originen fracturas familiares, sociales y eclesiales».

Este pronunciamiento tuvo lugar apenas días después de que más de 400 sacerdotes, diáconos y religiosos catalanes publicaron una declaración conjunta en la que argumentaron que el referéndum como algo «legítimo y necesario» votar en el referéndum del 1 de octubre, una iniciativa por la que el Gobierno español ha protestado ante la Santa Sede. Fuentes eclesiásticas consultadas por «Vida Nueva» criticaron este comportamiento calificándolo de una «extralimitación de nuestra misión, al ser una cuestión autónoma desde el punto de vista del discernimiento político».