El 18 de enero de 2019 el Consejo de Ministros daba luz verde a una inversión de 600 millones de euros para reformar y modernizar los edificios de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Secretaría de Estado de Seguridad. Un ambicioso plan cuyo plazo expira este mismo año y que apenas ha cubierto las expectativas. Al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, parece que se le ha atragantado el denominado Plan de Infraestructuras de la Seguridad, ya que si tomamos como referencia las obras finalizadas en la Policía Nacional, solo ha conseguido finalizar el 45%.

Así, pese a la inversión de 273 millones asignada a este Cuerpo, el nivel de ejecución presupuestaria se sitúa en el 63%, más de 19 puntos por debajo de la lograda en el Instituto Armado. Este retraso, a juicio de la Confederación Española de la Policía (CEP), es la prueba fehaciente de "cómo la burocracia puede hacer encallar una buena iniciativa". Pero lo que más llama la atención de este sindicato policial es que, pese a estos datos, Marlaska haya tenido reparos en acudir a un acto en el complejo policial de Zapadores, en Valencia, para sacar pecho de su "plan estrella". "Hemos cambiado la fisonomía de los cuarteles y comisarías de todo el país", aseguraba el titular de Interior.

"Es un fracaso en toda regla, que afecta al trabajo de los policías", sentencian, ya que se ven obligados a prestar servicio en instalaciones y edificios en un estado "deplorable y vergonzoso". Porque las obras realizadas apenas ascienden al 23% del presupuesto destinado a la Policía Nacional. En este punto, desde la CEP aseguran que dado el escaso grado de compromiso por parte de Interior, la posibilidad de contar con un segundo Plan de Infraestructuras se antoja imposible. Y todo ello pese a que la Dirección General de la Policía (DGP) confirmó a este sindicato que el plan ya había sido desarrollado y estaba a la espera de aprobación en el Consejo de Ministros. De eso hace ya año y medio.

En este punto, los agentes reclaman a Marlaska "más hechos y menos publicidad. Más compromiso con los policías y sus derechos profesionales y menos autobombo". Exigen al titular de Interior que "apriete el acelerador" y culmine las obras pendientes. Además, consideran urgente que lleve al Consejo de Ministros la segunda versión de este plan de infraestructuras para poder acabar aquellas actuaciones que no cuentan con financiación suficiente.

Solo quince obras terminadas en seis años

En estos seis años, el número de obras finalizadas es llamativo: quince. Una cifra que no deja en muy buen lugar a Interior pero que ha permitido o disponer de dos nuevas comisarías provinciales (en Soria y Cuenca); dos comisarías locales (en Puertollano y Ribeira); la reforma integral de la Comisaría de Distrito Centro (en Madrid); reformas en varios organismos centrales (como la Subdirección General de Logística e Innovación, la Comisaría General de Policía Judicial y la División de Cooperación Internacional) y periféricos (la Jefatura Superior de Policía y el complejo policial de Zona Franca, ambos en Barcelona; y una nueva Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano en Córdoba). Además, se han llevado a cabo varias actuaciones en la Escuela Nacional de Policía, como la galería de tiro, el graderío de la pista de atletismo, el vallado y un nuevo circuito de videovigilancia.

Por otra parte, según señalan desde la CEP, diez son las obras que se encuentran en curso, sin acabar: tres nuevas comisarías locales (en Andújar, Puerto de Santa María y Yecla); una nueva de distrito (en Córdoba); así como reformas en diferentes edificios policiales de Madrid y Vitoria; la construcción de una nueva sede para el Grupo Especial de Operaciones (Guadalajara); la reforma de los complejos policiales de Zapadores (Valencia) y General Mayandía (Valencia) y diversas mejoras en la Escuela Nacional de Policía (Ávila).

Finalmente, Interior mantiene ocho obras que ni siquiera están licitadas y que, por tanto, no se harán realidad por el momento. Se trata de cuatro nuevas comisarías locales (Mahón, Villarreal, La Línea de la Concepción y Estepona); dos comisarías provinciales (Jaén y Almería); una nueva comisaría de distrito en Moratalaz (Madrid) y un macro Edificio Tecnológico a construir en el complejo policial de Canillas, en Madrid. De entre todas ellas, según apuntan desde la Confederación Española de la Policía, algunas como las de Mahón o Villarreal no disponen de crédito suficiente en este Plan de Infraestructuras para poder materializarse, por lo que su viabilidad futura está comprometida.