El personaje

Míriam Nogueras, la nueva musa del independentismo al servicio de su señor

Llegó al Congreso junto a Laura Borrás y, tras la marcha de esta para el Parlament de Cataluña, se convirtió en la nueva musa del independentismo

Nogueras
NoguerasIlustraciónPlatón

Fervorosa y servil a las órdenes de su gran jefe, tumbó la ley de amnistía con todo descaro. La portavoz de JuntsxCat en el Congreso, Míriam Nogueras, humilló al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ejerciendo como lo que es su único mérito, la voz de su amo. Piensa Nogueras, en claro vasallaje a su señor, el fugitivo Carles Puigdemont, que sus enmiendas eran imprescindibles para perdonar todos los delitos de terrorismo y de alta traición. «La norma tiene agujeros por donde la justicia prevaricadora puede dejar la amnistía en papel mojado», bramaba con excitación la catalana desde la tribuna del hemiciclo. Una patética intervención entre duros ataques a los jueces que no se pliegan al separatismo, bajo la nula defensa de la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, una ejemplar obediente al «sanchismo», la mirada furiosa del propio Sánchez y la cara de poema de los negociadores, el ministro para todo Félix Bolaños, y el orondo navarro Santos Cerdán. Los puñales se desataron en las filas socialistas y en el mundo soberanista, dónde cada vez tienen más claro que Puigdemont solo se mira y se interesa a sí mismo. El escándalo fue mayúsculo y la ley quedó en punto muerto.

Ya en los pasillos, escoltada por los seis diputados de su grupo, jugosamente pagados por las arcas del Estado español del que tanto reniegan, Nogueras siguió con su discurso victimista en catalán, una falta de respeto a los periodistas parlamentarios que en otros tiempos la habrían dado un sonoro plantón. Clamaba ella por la amnistía integral, donde todo cabe para pasar por alto cualquier delito, repare la «represión» que sufre el independentismo y permita el regreso a España del fugitivo Puigdemont en alfombra roja. Nunca un Gobierno estuvo bajo semejante chantaje, lo que con toda razón define el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como de «respiración asistida». El estupor cundía en las filas socialistas, aunque luego todos callen ante las afirmaciones de Pedro Sánchez en Bruselas sobre que «el independentismo no es terrorismo». El colmo del esperpento lo puso Oriol Junqueras, presente en el Congreso, al defender y votar a favor de la ley, prueba del eterno enfrentamiento de ERC con Carles Puigdemont y su partido.

Pero Míriam Nogueras salió satisfecha de haber cumplido las órdenes del jefe y como buena «pija» del separatismo, radical por fuera y de derechas por dentro, se marchó de escapada a la estación invernal de Baqueira Beret. Allí fue vista con un equipo de esquí a todo lujo, forro polar marrón, «anorak» de color rojo y unas gafas azules acordes para el deporte de la nieve. Acompañada por uno amigos pasó una linda jornada en las pistas del Pirineo con la absoluta convicción de que Sánchez y el PSOE volverán a ceder ante las exigencias del fugitivo, quien en complicidad con su fiel servidora en Madrid, se prepara para mantener el pulso con el Gobierno bajo la amenaza de abortar la Legislatura. Resulta escandaloso contemplar a un presidente negando cualquier delito a los independentistas y a su ministro para todo, Félix Bolaños, intentando anunciar «retoques retóricos» a la ley para complacer los chantajes de Puigdemont, en cuyo partido subyace ahora un gran revuelo por paralizar la norma que les garantiza su impunidad.

Sectaria, radical, con nula experiencia de gestión, Míriam Nogueras, es el auténtico «brazo armado» de «El Puchi», su embajadora en Madrid y quien ha pivotado la negociación con el PSOE y el gobierno de Pedro Sánchez. Llegó al Congreso junto a Laura Borrás y, tras la marcha de esta para el Parlament de Cataluña, se convirtió en la nueva musa del independentismo. La portavoz de JuntsxCat es una separatista de absoluta confianza del prófugo de Waterloo. Su fanatismo la lleva a ejercer su actividad parlamentaria únicamente en catalán, lo que ha provocado la hilaridad de muchos periodistas acreditados en las Cortes que han de recurrir al pinganillo o la traducción del gabinete de prensa del grupo parlamentario neoconvergente. Todo un dislate. Su intervención en el debate de la ley fue de traca, por supuesto íntegramente en catalán, dura contra el candidato socialista, exigente en sus reivindicaciones sobre la amnistía, el referéndum y la autodeterminación. Con sus siete votos negativos dejó clara su fuerza para romper la Legislatura y poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez tal como le ordena desde Bruselas el huido de la justicia.

Míriam Nogueras i Camero es arisca, rechaza de plano la lengua castellana y únicamente utiliza el catalán. Su estilo es tosco, viste siempre pantalones con una imagen algo masculina y una melena interminable de planchado cabello. Se mueve por el Congreso junto a los siete diputados de JuntsxCat a ritmo marcial, como un equipo militar bajo su mando. Ella ejerce de capitana general y los demás la siguen con disciplina. Nacida en Dosrius, en el Maresme barcelonés, pensó estudiar Derecho pero finalmente empezó a trabajar en la empresa familiar especializada en el sector textil de hilaturas. Empresarios de Mataró, tradicional centro de la industria textil catalana, la recuerdan por su fervor nacionalista, miembro del Círculo Catalán de Negocios, de sesgo soberanista. En las elecciones municipales de 2015 fue concejala del Ayuntamiento de Cardedeu en las listas de Convergencia Democrática y después pasó a Juntsxcat, la nueva formación del fugitivo.

Diputada en el Congreso por Barcelona en la XIII y XIV Legislaturas, tras la dimisión de Laura Borrás ocupó la portavocía del grupo parlamentario independentista. Durante una rueda de prensa en la Cámara Baja donde es diputada nacional y por ello cobra, retiró la bandera de España del estrado y se quedó tan ancha. Comisaria excelsa y obediente del prófugo de Waterloo amenaza con tener en vilo a Pedro Sánchez en cada votación. Madre de dos hijos, Nogueras se define en su ficha del Congreso como «emprendedora y copropietaria de una empresa textil especializada en hilaturas». Desde ahora maneja otros hilos, los de una Legislatura brusca, tensa y la más incierta de nuestra democracia.