Filtraciones

Moncloa teme mensajes sobre el rescate de Air Europa

Fuentes gubernamentales sostienen que Sánchez rompió con Ábalos cuando se detuvo a Koldo y «no hay nada que le incrimine»

Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros
Rueda de prensa posterior al Consejo de MinistrosAlberto OrtegaEuropa Press

Moncloa se debate entre la preocupación y la ligereza en todo lo que se refiere a los mensajes entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. Por un lado, toman conciencia de la "suma gravedad" de los hechos, esto es, de que se filtren conversaciones que vulneran la intimidad y el secreto de las comunicaciones del presidente del Gobierno; pero, por otro, tratan de restar seriedad al asunto, aferrándose a lo "intrascendente" del contenido de los mismos. No obstante, sí existe cierto desasosiego. "Cada día, apretando los dientes", señala un cargo, ante la expectativa de que puedan salir nuevos mensajes, estos sí, comprometedores.

Fuentes gubernamentales aseguran, sin embargo, no estar intranquilos por esta cuestión. Revelan que la interlocución entre Sánchez y Ábalos se interrumpió una vez salió a la luz la trama de corrupción, esto es, en febrero del año pasado cuando se detuvo a Koldo García, mano derecha del exministro de Transportes. Y que en los intercambios que existen entre ambos antes de este momento "no hay mensajes que le impliquen -al presidente- en nada ilícito". Así lo manifiestan con toda rotundidad las citadas fuentes, que se muestran también expectantes ante lo que pueda seguir saliendo. "Claro que preocupa, pero estamos tranquilos porque no ha hecho nada malo", dicen sobre Sánchez. En este punto, además, sobre el contenido concreto de lo que ya se ha publicado resuelven que "ninguno de los mensajes nos pone en una dificultad flagrante".

Pero sí existen recelos sobre la posibilidad de que existan mensajes que afecten al rescate de Air Europa y que vuelvan a avivar las sospechas sobre un caso que tiene vinculación directa con la causa que investiga a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. "Todo lo que afecta a Air Europa es complicado y puede haber mensajes normales, relativos al rescate, que puedan sacarse de contexto", advierte una fuente a este diario, que sentencia que la actuación fue "impoluta y no está en cuestión". Mensajes que la citada fuente circunscribe a conversaciones "de trámite", dentro de un gobierno y con un ministro de Transportes, pero que pueden tener una lectura "descontextualizada" en el ambiente actual.

En el Gobierno no ocultan su desconocimiento sobre el origen de la filtración. "Queremos saber quién ha sido, por qué ha sido y qué otros mensajes están en manos de personas que están dispuestos a cometer delitos que afectan a la privacidad del presidente del Gobierno", dijo ayer Bolaños en rueda de prensa, reconociendo lo que fuentes gubernamentales también transmiten en privado. "No sabemos quién ha sido. No tenemos ningún indicio de que haya sido Ábalos", aseguran con desconcierto. Este clima, tal como ayer publicaba este diario, es el que se ha apoderado de Moncloa y del partido, donde aseguran no saber "qué quiere", si es que ha sido él.

El interrogante en lo que respecta al que fuera ministro y secretario de Organización se digiere con cierta sorna. "¿Qué nos pide? ¿Qué le echemos una mano con los jueces? ¿Nosotros? Pues estamos buenos con los jueces", expone con ironía un dirigente socialista, en alusión a los casos judiciales que cercan al Gobierno y a la familia del presidente. Cuando la preocupación y la gravedad se diluyen las fuentes consultadas incluso llegan a ver el vaso medio lleno. "El contenido es bastante inocuo para nosotros. Nos lo están humanizando", dicen sobre Sánchez y la empatía que pueda llegar a generar que se hagan públicas conversaciones privadas. "A ver quién sobrevive a eso y él está resultando hasta educado", tercia otra fuente.