El 'golpismo judicial'

La exfiscal general Dolores Delgado acude a una concentración en el Supremo que llama a los jueces "terroristas" y "fascistas"

La también exministra de Justicia acude junto a Baltasar Garzón a la primera manifestación contra el Supremo por la condena a García Ortiz

"¡Vergüenza, vergüenza!, ¡Es inocente, es inocente!, ¡Manos arriba, esto es un atraco!, ¡Jueces fascistas, son los terroristas!, golpistas con toga, esto no es política, es Justicia". Son algunas de las muchas frases que se corearon este domingo en la madrileña Plaza de la Villa de París, donde se encuentra la sede del Tribunal Supremo, un grupo de personas.

Se trata de la primera concentración que tiene lugar con motivo de la histórica condena al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, de la que el Gobierno no ha ocultado su discrepancia, a pesar de mostrar "respeto" por las resoluciones judiciales. En realidad, tanto los miembros de la coalición gubernamental como todos sus afines, han decidido abonar el relato de la "persecución judicial" y en las últimas horas ya agitan las calles sin disimulo.

Eso sí, teniendo en cuenta que ayer fue toda una vicepresidenta, Yolanda Díaz, la que emplazó a la parroquia progresista a movilizarse contra el Poder Judicial, la manifestación de hoy se podría considerar como un pinchazo en toda regla. La organización, gestada en las redes sociales, ha contado con el respaldo de la asociación Defiéndete en derecho, entre otras.

A las inmediaciones del Supremo han acudido dos rostros ilustres. Dolores Delgado, nombre clave en la era de Pedro Sánchez: primero fue su ministra de Justicia y de ahí pasó directamente a ser fiscal general del Estado. Junto a ella, su marido, Baltasar Garzón, magistrado de la Audiencia Nacional que en 2012 fue expulsado de la carrera judicial por prevaricación en la instrucción del 'caso Gürtel', que investigaba la corrupción del PP.

Los manifestantes también han reclamado la dimisión de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Fue una denuncia de su novio, Alberto González Amador, procesado por un presunto fraude fiscal, la que ha terminado llevándose por delante a todo un fiscal general. Por cometer un delito de revelación de secretos.

En declaraciones a la Agencia Efe, Garzón ha expresado su rechazo a la pena para García Ortiz. "Es injusta y arbitraria". Además, ha criticado que se conozca la resolución antes que los razonamientos, "un desasosiego" para el sistema democrático. Un episodio que, a su juicio, no contribuye a que la gente normal y corriente confíe en la justicia. "Quieren una justicia que sea clara, justa y, sobre todo, comprensible, y en este caso no lo ha sido".

Poco antes de finalizar el acto, se ha leído un manifiesto, en el que uno de los participantes ha alertado: "Nos preocupa que en este proceso no se haya respetado plenamente la presunción de inocencia y que declaraciones de testigos relevantes para la defensa, con un valor crucial en el juicio, no hayan sido consideradas con la debida atención".

Y aunque también ha expresado su confianza en una Justicia que funciona "con cierta normalidad" dentro de una democracia "potente", como es la española, ha señalado al Supremo por actuar "con clara intención política".