Política

La Policía tenía fichados a los 68 etarras más peligrosos el día que mataron a Carrero

El comisario de Bilbao enviaba informes a Madrid con todos los movimientos de los cabecillas y los "liberados"

José Miguel Beñarán Ordeñana, alias "Argala", el etarra que accionó el explosivo contra Carrero Blanco
José Miguel Beñarán Ordeñana, alias "Argala", el etarra que accionó el explosivo contra Carrero BlancoWikipedia

Desde el mismo momento en el que ETA asesinó al presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, aquel 20 de diciembre de 1973, los tres pilares del régimen encargados precisamente de que aquello no ocurriera se conjuraron para taparse la boca, los ojos y los oídos.

A partir de ese día, las fuerzas del orden (Policía y Guardia Civil), el Ejército y los servicios secretos se convirtieron en la estampa perfecta de los tres monos sabios, esas esculturas de origen japonés que están en el imaginario colectivo (y en los emojis de tu móvil). Yo no he visto nada. Tú no has oído nada. El no dirá nada.

El discurso oficial era que un comando de ETA -esa banda terrorista que jamás había salido del País Vasco- había cometido en Madrid el atentado más espectacular y certero de la historia de España y nadie se había enterado de nada.

Pero esa versión tan benévola no es cierta, como se fueron encargando de demostrar, en los años posteriores, decenas de mandos intermedios de los cuatro poderes de seguridad quienes, a golpe de remordimiento, fueron admitiendo que había informes y pruebas suficientes para haber detenido a esos imprudentes etarras.

Los informes que enviaba a Madrid "Pepe el Secreta"

La prueba más contundente la encontramos en los documentos que el comisario de Bilbao, José Sainz (alias “Pepe el Secreta”), enviaba cada semana al director general de Seguridad, Eduardo Blanco, en los que iba telegrafiando los movimientos de los etarras y sus planes de atentar en Madrid.

Los informes eran exhaustivos (llegaron a advertir de la presencia de los etarras en la capital en varias ocasiones) y certeros, ya que bebían de lo que proporcionaban dos valiosísimos confidentes (“Puerto” y “Palomo”) en las entrañas de ETA. ¿Por qué se desatendieron esas pistas? ¿Por qué acabaron en un cajón?

El listado de los 68 etarras más importantes de ETA elaborado por el comisario de Bilbao
El listado de los 68 etarras más importantes de ETA elaborado por el comisario de BilbaoLa Razón

En uno de estos informes, Sainz llega a enviar a Madrid la “alineación” completa de la ETA de la época. Los máximos responsables tanto en España como en el sur de Francia. Los miembros del comando que participaron directamente en el atentado. Todos aquellos (hasta llegar a una treintena) que en los meses anteriores pasaron en algún momento por Madrid. Y algunos de los líderes etarras que en las décadas posteriores más dolor causaron, entre ellos el mismísimo "Josu Ternera”.

Siete meses antes del atentado

A todos ellos, a todos, hasta al número de 68, los tenía fichados (nombres, apellidos, alias y en muchos casos los lugares que frecuentaban) la temida policía franquista el día en el que mataron al presidente del Gobierno. 27 de ellos están considerados miembros dirigentes de la banda. Los otros 41 son “liberados”, según consta en el informe que este comisario envió a la Dirección General de Seguridad el 19 de mayo de 1973, siete meses antes del magnicidio, tal y como recoge el policía en su documentación privada que recopiló poco antes de morir.

En el documento, a los terroristas se los divide en dos grupos. El primero es el de los 27 más peligrosos refugiados en Francia, entre los que no falta ninguno de los máximos dirigentes ni de los que luego participarán en el atentado de Carrero: los cuatro jefes ("Josu Ternera", "Peixoto", "Txomin" y "Ezkerra") y los tres militantes más activos del "comando Txikia": "Wilson", "Argala" y Juan Bautista Eizaguirre Santesteban, alias "Zigor".

El segundo grupo está compuesto por otros 41 liberados encuadrados en los «comandos legales», que forman parte, tal y como hace constar el informe, del Frente Militar de ETA-V Asamblea «preparándose para regresar a España y continuar su acción terrorista». Ahí están el resto de los que, en los meses siguientes y hasta el 20 de diciembre de 1973, se pasearán con total impunidad por Madrid, como "Atxulo", Jesús María Zugarramurdi Huici, "Kiskur" o José Ignacio Abaitua Gomeza, "Marquin".

Los 27 etarras más importantes, en el listado de la Policía
Los 27 etarras más importantes, en el listado de la PolicíaLa Razón

A este último, por cierto, dos testigos asegurarán haberle visto aquellos días merodeando por el portal del vicepresidente del Gobierno, Torcuato Fernández Miranda, en la calle General Oraa, a unos metros de donde murió Carrero, según consta en el sumario. Aunque la mayoría de estos etarras tiene su residencia habitual en Francia, hay constancia de que al menos 20 cruzan con asiduidad la frontera y se mueven por distintas localidades de España, ya que se han constatado ausencias prolongadas y frecuentes de sus domicilios, que los confidentes vigilan de forma permanente.

No es cierto, por tanto, que el atentado les pillara desprevenidos. 68 etarras peligrosos. No es cierto, tampoco, que no supieran, sospecharan o temieran la presencia de un comando en Madrid. 68 etarras. Y peligrosos. Lo sabía quien tenía que saberlo.

(Ernesto Villar es autor de "Todos quieren matar a Carrero: la conspiración dentro del Régimen" y el documental "Carrero Blanco: las cuatro muertes del presidente", que emite La2 el miércoles 20 de diciembre)