Amnistía
Policías nacionales se quejan de que no se les deja actuar contra los ultras en Ferraz
Tuvieron que volver a escuchar de forma incesante “aguantad, aguantad, aguantad”
Hace cinco días los policías de la UIP recibieron la orden, en abierto, de lanzar gas lacrimógeno contra los manifestantes que protestaban a las puertas de la sede del PSOE, en la madrileña calle Ferraz. Muchos de los que se encontraban allí eran personas mayores lo que provocó que tuvieran que ser auxiliados por el Samur al sufrir un problema en las vías respiratorias. La orden había venido "de arriba", aunque desde el PSOE trataban de justificar que no había sido así porque el Gobierno no se mete en la actuación policial mientras se ponía el foco en una instrucción que habría dado Delegación del gobierno.
Los policías se sintieron desconcertados ya que,ante situaciones de mayor complejidad cuando se les arrojaba en Cataluña adoquines, latas de cerveza o piedras les habían hecho "aguantar" impidiendo que reaccionaran ni tan siquiera lanzando dicho gas -que es legal y está contemplado en la Ley de Seguridad Ciudadana-.
Las manifestaciones a las puertas de Ferraz no han cesado desde hace ocho días y se ha ido aumentando la tensión a medida que ultras y radicales han tomado las primeras filas de la protesta cuando comienzan a marcharse los manifestantes pacíficos. De hecho,en los últimos días hubo cargas policiales y detenciones.
Agentes de las Unidades de Intervención Policial, según afirma JUPOL, desplegados ayer en Madrid para garantizar la seguridad y el orden público en el entorno de la manifestación de la calle Ferraz, se han quejado de que no se les permitiera actuar en los momentos precisos. "Tuvieron que volver a escuchar de forma incesante “aguantad, aguantad, aguantad”.
Se ha podido comprobar "por las declaraciones de los policías intervinientes y por las imágenes emitidas en diversos medios de comunicación como estaba más que justificada la intervención de las UIP, que tuvieron que aguantar durante horas el lanzamiento de objetos contundentes y de petardos, sin inmutarse y a la espera de una orden que esta vez nunca se produjo.
Una situación que choca frontalmente con las órdenes recibidas el pasado lunes en la que apenas en 20 minutos y con una violencia menor hacía los agentes se autorizó el uso de material antidisturbios para disolver la manifestación".
Los agentes recuerdan "mucho a lo vivido en 2017 y en 2019 en Cataluña, donde por órdenes políticas se retraso
de manera injustificada una intervención policial más que necesaria, con las consecuencias que eso supuso, cientos de policías heridos y tres agentes jubilados por las lesiones sufridas en esos incidentes. Solicitamos a la delegación del Gobierno, a la Dirección General de la Policía y al Ministerio del Interior, que recapaciten y que no vuelvan a dejar abandonados a los policías anteponiendo criterios e intereses políticos a la realidad en la calle y a los criterios operativos de las unidades de intervención".
La concentración de ayer se ha saldado con un detenido por desórdenes, dos policías nacionales heridos leves y un periodista herido, según el balance final de la Delegación del Gobierno.
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