Negociaciones

El PSOE acaricia el acuerdo con Junts y deja la investidura para la semana que viene

Como muy pronto, el debate de investidura podría ser el lunes

Sánchez carga contra los que apoyan "el asedio" a sedes del PSOE: "El avance social y la convivencia merecen la pena"
Sánchez carga contra los que apoyan "el asedio" a sedes del PSOE: "El avance social y la convivencia merecen la pena"Europa Press

Las negociaciones de PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez quedaron atascadas el pasado jueves, pero en las últimas horas se han intensificado hasta el punto de que ambas formaciones acarician ya el acuerdo. No se descarta que la foto del acuerdo llegue en las próximas horas. En todo caso, ahora mismo, desde las filas socialistas ya alejan la investidura y consideran que esta semana será inviable y, como muy pronto, será el lunes de la semana que viene, tal y como informó LA RAZÓN (14-15 de noviembre).

El primer plan del Ejecutivo era precisamente conseguir cerrar sus acuerdos con los independentistas la pasada semana. Necesitaba amarrar 14 votos y solo consiguió siete, los de Esquerra Republicana. Hoy se cumple una semana del enconamiento de las conversaciones entre PSOE y Junts. Justo en el mismo día que ERC lograba arrancar a Pedro Sánchez un jugoso acuerdo.

Al cierre de esta edición, el pacto entre Junts y el PSOE para desbloquear el acuerdo político se encontraba más cercano y se empezaba a trabajar con la idea de presentar un pacto de manera inminente. Sin embargo, fuentes socialistas rechazaban rotundamente que estuviese cerrado. «Llevamos tiempo muy cerca y seguimos hablando», resolvían fuentes socialistas implicadas en la negociación. Descartaban que al filo de la media noche el pacto estuviese hecho y tampoco podían asegurar que hoy se firmase el acuerdo.

Lo cierto es que las negociaciones están atascadas en la ley de la amnistía y en el acuerdo político, dos partes muy sensibles. La medida de gracia tiene que tener el efecto deseado y cumplir con el objetivo que tienen Junts y ERC de eximir de responsabilidades penales a todos los políticos y activistas independentistas con problemas con la Justicia por el «procés» mientras que el acuerdo político tiene que incluir elementos de impacto que permitan a Junts rivalizar con el botín que ha logrado Esquerra (15.000 millones de condonación de la deuda, la ley de amnistía, el compromiso de la figura del relator en la mesa de diálogo Estado-Govern y el traspaso de Cercanías). Además, la posibilidad de que Carles Puigdemont pueda acabar imputado por el caso de Tsunami Democrátic, complicaba durante toda la semana el cierre de la ley.

En cualquier caso, las negociaciones siguen en marcha y Santos Cerdán, número tres del PSOE, continúa en Bruselas esperando a poder hacerse la foto del acuerdo. De hecho, las negociaciones no se están llevando a cabo «in situ», sino que está siendo a distancia, entre los expertos jurídicos de cada parte porque son temas muy delicados. Es decir, Cerdán está ahora tan solo allí para escenificar el acuerdo, que se oficializará con una foto conjunta para la firma del pacto y, después, el dirigente socialista dará cuenta del acuerdo en rueda de prensa y, por separado, Puigdemont hará lo propio.

Pese a que la investidura se irá ya, como mínimo, a la semana que viene, nadie descarta la posibilidad de que el acuerdo se cierre en las próximas horas y esa idea corría ayer en Bruselas a media noche. Si así fuera, la presidenta del Congreso de los Diputados podría anunciar la fecha de la investidura este mismo fin de semana.

Pese a todo, el clima de las negociaciones es bueno, a tenor de los gestos de las últimas horas. En Madrid, el Senado celebró ayer la segunda sesión plenaria y se pudo ver una muestra de sintonía entre Junts y PSOE: el portavoz posconvergente en la Cámara Alta Josep Lluís Cleries, quiso condenar los ataques a las sedes del PSOE durante una de sus intervenciones. «Quiero manifestar la solidaridad de Junts con el PSOE ante los ataques a sus sedes. La violencia jamás está justificada. Lo único que está haciendo el PSOE es hablar con fuerzas democráticas», señaló Cleries.

Carles Puigdemont fue más brusco a la hora de solidarizarse con el PSOE ya que usó las protestas contra las sedes socialistas para atacar al Rey Felipe VI. «Después de lo que está ocurriendo en Madrid, ¿a qué hora sale el rey a hacer el mensaje ordenando ir ‘a por ellos’? ¿O es que está ‘con ellos’?», afirmó Puigdemont a través de las redes sociales. Tanto Cleries como Puigdemont, con estilos distintos, tuvieron un guiño para el PSOE en medio de todas las protestas, que ayer, continuaron sucediéndose.