Política

Proclamación de Felipe VI

Rajoy ve la normalidad de la sucesión como prueba de «solidez institucional»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha destacado hoy la normalidad con la que se está realizando el proceso de sucesión en la Corona y la ha considerado como una prueba de la solidez de las instituciones españolas y del consenso que hay en torno a la Constitución.

Rajoy se ha referido al relevo en la jefatura del Estado, que se hará efectivo el próximo jueves, en su intervención en la presentación del presidente de Cantabria, Ignacio Diego, en un desayuno informativo organizado en Madrid por Europa Press.

El jefe del Ejecutivo ha recalcado que esta semana, en la que don Juan Carlos va a entregar el testigo a Felipe VI, es especial para todos los españoles, que ha dicho que van a poder volver a dar muestra de su madurez y responsabilidad.

"Los españoles nos reafirmamos en nuestra apuesta por la estabilidad y los vínculos, y los símbolos que a todos nos unen en solidaridad y concordia", ha subrayado.

Para el presidente del Gobierno, la transparencia y la normalidad con que se está realizando la sucesión en la Corona es la mejor prueba de la solidez de las instituciones españolas y del consenso social existente en torno a la Constitución y la democracia.

A su juicio, España está dando una "magnífica imagen"ante el mundo y los españoles deben felicitarse por ello.

Por su parte, Ignacio Diego ha destacado el momento histórico que vive España y ha considerado obligado expresar un reconocimiento y un agradecimiento a don Juan Carlos por haber aportado a España estabilidad y progreso social.

Al mismo tiempo, ha expresado su convencimiento de que, por su extraordinaria formación y preparación, Felipe VI merece la confianza de todos los españoles, y ha mostrado su convicción de que será respetado por una gran mayoría.

Al ser preguntado por la posibilidad de que el nuevo Rey ayude a resolver el problema de Cataluña, ha confiado en que pueda hacer "alguna aportación", pero ha recalcado su argumento de que la cuestión catalana sólo puede resolverse desde esa comunidad y, desde fuera, puede haber muy poca participación.