Informe

El Real Instituto Elcano señala que la ley de amnistía “puede estar afectando al prestigio español en la UE”

También señalan a la falta de consenso en la renovación del CGPJ, en su informe "España en el mundo en 2024: perspectivas y desafíos"

Carles Puigdemont
Carles PuigdemontRONALD WITTEKAgencia EFE

El Real Instituto Elcano publica un año más, su edición anual que analiza las perspectivas del panorama internacional y los desafíos a corto plazo para la acción exterior española. Si 2023 ha estado marcado por dos guerras –en Ucrania y Gaza– y sus muy diversos efectos, de cara al año que viene, el protagonismo mundial recae tanto en la continuidad de los escenarios bélicos como en los distintos procesos electorales clave que decidirán si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca y si en las instituciones europeas se rompe el tradicional consenso favorable a avanzar en la integración.

En el plano nacional, el Informe elaborado por el Think Tank español se fija en varias decisiones tomadas por el actual Ejecutivo que pueden tener repercusiones en el prestigio español de cara al próximo año. Una de las principales está relacionada con el blanqueo de los delitos del procés a cambio del voto favorable de Junts en la investidura de Pedro Sánchez. Los analistas de Instituto ElCano aseguran que “ha hecho perder capital político al constatarse la incoherencia con respecto a la diplomacia anti-secesión desplegada por España en el pasado reciente y generar dudas relativas al respeto a la división de poderes”. Añaden que aunque puede haber amplias simpatías en el exterior hacia el intento de restablecer los puentes con el nacionalismo catalán, y superar así un conflicto que a nadie gusta, “tampoco convence una amnistía planteada de modo tan transaccional”.

De hecho, esta mañana durante la presentación del informe, Carmen Gonzaléz Enriquez, investigadora principal del Instituto, ha advertido del posible riesgo de que "el clima político interno en nuestro país pueda afectar a nuestra imagen en Europa". En este sentido, aunque se muestran cautos, insisten en que "puede estar ocurriendo que la ley amnistía, la negociación con Junts y la renovación del CGPJ esté afectando al prestigio español dentro de la Unión Europea".

Prueba de esa falta de apoyo a nivel europeo esgrimen en su informe es la falta de apoyo a la iniciativa impulsada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, de introducir las lenguas cooficiales en el seno de las instituciones europeas. Una idea, que volvió a reclamar recientemente el jefe de la diplomacia europea a los embajadores la semana pasada en el marco de la conferencia de embajadores anual que tuvo lugar en Madrid. Desde el Real Instituto ElCano señalan que “la dificultad para lograr el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones europeas en 2023 es quizás expresión de escasa fortaleza en ese sentido”.

De hecho, los responsables del informe son críticos con el Gobierno de Pedro Sánchez y las repetidas ocasiones en las que ha sacado pecho de la relevancia de España en Política Exterior, en parte, por las discrepancias actuales con sus socios de gobierno. En este sentido, desde el Think Tank esgrimen que “Sumar podría generar más quebraderos de cabeza a lo largo de la nueva legislatura en asuntos como la Agenda 2030, las relaciones con Marruecos que no terminan de normalizarse, o la cuestión palestina”.

Por otro lado, la fuerte posición de Pedro Sánchez en relación con la respuesta del gobierno israelí a los atroces atentados perpetrados por Hamás el pasado 7 de octubre con centenares de secuestrados que todavía continúan en manos de los terroristas. Pedro Sánchez, de manera unilateral y todavía ostentando la presidencia del Consejo de Europa, denunció los excesos del ejecutivo israelí. En su informe, el Real Instituo ElCano señala que "no es previsible que Pedro Sánchez logre en el nuevo año un reconocimiento concertado masivo del Estado palestino. Tampoco parece posible la organización en España de una conferencia de paz, tal y como se aprobó en un Consejo Europeo a petición propia”. Entre las razones que los expertos esgrimen figuran que “sólo algunos socios más pequeños (como Bélgica, Portugal e Irlanda) comparten esa sensibilidad” así como “los problemas para definir una postura cómoda en relación con sus aliados, como demuestra sus titubeos para participar en una misión naval junto a EEUU y otros países occidentales con el fin de asegurar la navegación por el mar Rojo”.