Presidencia del Gobierno

Rivera llega al Congreso con el mismo mensaje pero distinto aliado

Pedirá a Sánchez un gesto por el «bien de los españoles» como hizo en marzo con Rajoy

Rivera calificó como «mala noticia» al brevedad de la reunión entre Rajoy y Sánchez
Rivera calificó como «mala noticia» al brevedad de la reunión entre Rajoy y Sánchezlarazon

Pedirá a Sánchez un gesto por el «bien de los españoles» como hizo en marzo con Rajoy

Albert Rivera llega a esta sesión de investidura justo con el papel al revés de la pasada legislatura fallida. Entonces había firmado un pacto de gobierno con los socialistas para investir a Pedro Sánchez como presidente y sus intervenciones en el atril fueron de guante blanco hacia el secretario general del PSOE, mientras que fijó sus dardos contra Mariano Rajoy a la vez pedía la abstención a la bancada popular aludiendo incluso a los miembros del PP que pertenecieron a la UCD.

El escenario esta vez es justo al contrario. Subirá a la tribuna de oradores del Congreso habiendo firmado un pacto de investidura con el PP y mirará esta vez a la bancada socialista a quien pedirá la abstención aludiendo el sentido de Estado del partido. Después de más de 300 días con un gobierno en funciones destacará que España no puede seguir en una situación de bloqueo institucional y defenderán la necesidad de poner en marcha la legislatura porque sin ella no se pueden hacer reformas, ni leyes, ni nada.

El líder de la formación naranja, que comenzó ayer a trabajar en su discurso, tiene por costumbre no leer sus intervenciones y suele desarrollarlas en directo a partir de unas notas, recuerdan en su equipo. En su intervención también pondrá en valor el hecho de que Ciudadanos «ha demostrado capacidad para estar en la solución a la situación de bloqueo que otros se empeñan en mantener», indican fuentes de Ciudadanos y como ha hecho en otras ocasiones instará al PSOE a reconsiderar o «reflexionar» sobre su eterno «no es no».

Después de una jornada maratoniana de negociaciones entre Partido Popular y Ciudadanos que se cerró el domingo con la firma de los portavoces de ambos partidos, Rivera defenderá las medias pactadas con los populares y garantizará a la bancada socialista en que 100 de las 150 medidas rubricadas en ese pacto ya las firmó Pedro Sánchez con Ciudadanos cuando el líder del PSOE intentó formar gobierno en marzo. Medidas por la regeneración que se traducirá en un pacto contra la corrupción que tiene por objeto incluir al resto de partidos que se quieran adherir a él –y al que invitará al Partido Socialista que lo haga–, y que Rivera ensalzará como uno de sus triunfos además de su pacto por la unidad de España o el paquete de medidas sociales, el dar un vuelco al mercado laboral o la lucha contra el fraude fiscal. En su discurso hará ver que el papel que ha jugado la formación naranja debería haberlo jugado «otro partido», y pedirá por ello la abstención a los socialistas porque ahora «no vale abstenerse de España» y que es momento «de pensar más en España que en el partido».

En palabras del propio presidente de Ciudadanos –que ayer se reunió con su grupo parlamentario antes del debate de Investidura–, defenderá «soluciones», «reformas», pero también «entendimiento». Por ello, afirmó ante los suyos que tratará de convencer al Partido Socialista de que pase del «no» a la abstención en la votación, –algo en lo que no confía– desveló, pero con la intención de permitir «que este país se ponga en marcha». No le pedirá al PSOE que confíe en el candidato popular «porque nosotros tampoco confiamos, pero sí que piensen en los españoles», dijo. También presumió de que forma parte de un partido «práctico» que antepone el interés general y que por eso ha firmado el pacto de investidura. Y en esa línea tratará de representar al 70 por ciento de los españoles representados en esas cien medidas que comparten Partido Socialista y Partido Popular aunque no se pongan de acuerdo ni se hablen.

Además, instará a Sánchez a que «no haga lo mismo que le hicieron a él» y no le gustó. Con ello el líder de Ciudadanos insistirá en que «nadie que aspire a ser presidente de su país puede bloquear su país» porque muchos de los que fueron presidentes primero estuvieron ejerciendo la oposición y para que eso ocurra, primero tiene que haber gobierno.

El líder de Ciudadanos incidirá en el mandato que dieron los españoles en las urnas el pasado 26-J: «diálogo y acuerdo», «ceder y pactar». Esos serán dos de sus mantras, los mismos que ha repetido a lo largo de todas sus intervenciones e insistirá que el objetivo de Ciudadanos era «dialogar para poner este país en marcha». Además, destacará que su partido es el «único capaz de llegar a acuerdos con partidos situados a su derecha y a su izquierda».