
Sin presencia
Sánchez, sin participación en la reunión de los líderes mundiales para firmar el final de la guerra en Gaza
Al evento solo han asistido los mandatarios estratégicos para la supervisión inmediata del acuerdo

"No estuvo". Con estas palabras se ha expresado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha sido invitado a la cumbre VIP formalizada en Egipto para firmar el alto al fuego y poner fin a la Guerra de Gaza, después de dos años marcados por el sufrimiento, la sangre y el dolor tanto de Israel como del pueblo palestino.
En este sentido, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tras formalizar su saludo con el líder del Ejecutivo marcado por la sobriedad y la cordialidad, ha acudido a una sala reservada para los principales mandatarios implicados en el conflicto. Junto a la presidenta de Italia, Giorgia Meloni, el máximo mandatario de Reino Unido, Starmer o el presidente de de la república francesa, Macron, los representantes de Egipto, Catar y Turquía han certificado con Donald Trump la llegada del alto al fuego con la llegada de los últimos prisioneros asesinados por la banda terrorista Hamás.
Aunque estuviese programada para los primeros compases de la mañana, el retraso de cuatro horas de Donald Trump ha atrasado el proceso y ha dilatado el final de la Conferencia de Paz. En este sentido y acotada su presencia a los primeros saludos protocolarios y la tradicional foto de familia, la exclusión del gobierno de Pedro Sánchez responde a la organización de la cumbre VIP como un encuentro paralelo y de carácter selecto, en el que solo se incluyeron a mandatarios considerados estratégicos para la supervisión inmediata del acuerdo.
Sin un respiro entre Donald Trump y Pedro Sánchez
A diferencia de la cumbre de la OTAN el pasado mes de julio en la que el líder de los socialistas fue apartado y mantuvo una batalla dialéctica con su homólogo estadounidense en el que Sánchez se apuntó el tanto sin aceptar el acuerdo de la OTAN para aumentar el gasto en Defensa que ha provocado la insinuación de Donald Trump para expulsar a España de la organización militar, el presidente del Gobierno ha saludado a Donald Trump con un gesto sonriente y ha recibido una palmadita en la espalda. Se ha respirado respeto y cordialidad instruccional sin mención a las palabras de Trump.
Con el acuerdo de paz firmado y el final de la Guerra en Gaza encarrilado, la tensión entre los líderes políticos no ha abandonado el hemiciclo. En su discurso para celebrar la Paz, el presidente de los Estados Unidos ha preguntado a España acerca del aumento del PIB en Defensa. "¿Dónde está España? ¿Estáis trabajando aquí sobre el PIB? Bueno, ya llegaremos a eso.", ha señalado ante la mirada de las cámaras.
Sin una respuesta y manteniendo el tipo el líder de los socialistas no ha espetado comentarios sobre la "broma" de Donald Trump y el discurso para celebrar el alto al fuego no se ha detenido.
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