Reacción
Sánchez se siente víctima de Santos Cerdán y busca salvar el Gobierno
El secretario general del PSOE lamenta haber confiado en Santos Cerdán hasta el final. Anuncia una reestructuración del partido y una auditoria externa de las cuentas
El apoyo del Gobierno al «número tres» del PSOE se ha sostenido hasta que se ha hecho público el contenido tan sólido de indicios contra él. Con papeles ya sobre la mesa, la decisión ha sido la de sacrificar a Santos Cerdán. Delimitar la crisis y salvar el Gobierno. Es la estrategia del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que ha encapsulado el «caso Cerdán» en los muros del PSOE.
El secretario general del partido activó el miércoles por la noche una operación en Moncloa con su núcleo duro para tratar de controlar los daños por el devastador informe de la UCO que señala a su hasta hoy mano derecha, Santos Cerdán. El objetivo de fondo del propio Pedro Sánchez era el de mostrarse víctima de su mano derecha. Nada más, el presidente ha decidido continuar adelante y promete agotar la legislatura.
Operación urdida desde La Moncloa
Una estrategia que pasó por, en un primer momento, filtrar a sus medios afines información sobre el cobro de comisiones por parte de Cerdán. Pero horas antes, en la sesión de control, Sánchez ya evitó respaldar firmemente a su exnúmero tres a preguntas del PP. En la mañana del jueves, los ministros y diputados socialistas dejaban de poner la «mano en el fuego» y empezaba a cundir el desánimo en la bancada socialista ante el silencio del propio Pedro Sánchez.
El objetivo pasaba por mostrar la imagen de un líder del PSOE víctima de Cerdán y también «asediado» por la oposición para, así, proteger del caso de corrupción al propio Gobierno. Así se presentó el propio Sánchez que compareció en rueda de prensa desde la sede de Ferraz –la última vez que utilizó este formato fue en 2018 antes de la moción de censura a Mariano Rajoy–. Sánchez pidió «perdón» a la ciudadanía y a la militancia socialista por haber confiado hasta este jueves por la mañana en Cerdán. «Quiero pedir perdón porque yo, hasta esta misma mañana estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán». Una frase que repitió como mantra en varias ocasiones para que quedase reflejado que él también se sentía una víctima de su secretario de Organización, con el que ha mantenido una relación durante 10 años. «No debimos confiar en él», dijo. Sánchez, además de sacrificar a su mano derecha, se desvincula totalmente de él y se erige como defensor de la legalidad. «Es una enorme decepción. Tengo muchos defectos, pero uno de ellos es creer en la limpieza de la política y en el poder transformador de la política, dijo. «No existe la corrupción cero, pero si debe existir la tolerancia cero», defendió.
Sin embargo, su estrategia queda en evidencia porque una de las conversaciones entre José Luis Ábalos y Santos Cerdán que la UCO ha incluido en su informe, revela un supuesto «recado» de Pedro Sánchez. Se confirma que Pedro Sánchez encargó unas gestiones al exasesor de Ábalos (sin desvelar) a qué se refiere y que éste las hizo y desapareció. Además, también reveló que la cúpula del PSOE, empezando por el propio Sánchez y siguiendo por el hoy ministro Óscar López, sabía que la Guardia Civil preparaba su detención, informa Gema Huesca.
De fondo, Sánchez limita también sus responsabilidades ante el «caso Cerdán» al tan solo anunciar dos medidas: una auditoría interna para fiscalizar las cuentas del partido –ante la sospecha de que las mordidas también afecten al partido–. Por último, el líder socialista ha prometido una remodelación de su Ejecutiva, que se materializará el primer fin de semana de julio en el Comité Federal que el PSOE celebrará en Sevilla. De este modo, Sánchez busca un revulsivo para sacar a su partido de la crisis en la que está sumido por el cerco de la corrupción y judicial.
Y hasta ahí, las responsabilidades asumidas por Sánchez. El presidente del Gobierno se enroca y no convocará elecciones generales anticipadas, descarta una moción de confianza o remodelación de Gobierno y confirma que agotará la legislatura, esto es, que las elecciones se celebrarán en 2027. «Esto no va de mi, ni del PSOE, ni de los diputados del grupo socialista. Va de un proyecto político que está haciendo las cosas buenas para este país», se respaldó. Para el presidente del Gobierno, la situación que afecta a su entorno, no está «afectando al Gobierno».
El presidente corta de raíz con su secretario de organización, del que asegura que escuchó sus explicaciones, pero que a él no le corresponde juzgarlas. Y es que, Santos Cerdán, defendió en conversación con Pedro Sánchez su inocencia, antes de que este pidiera su dimisión y su acta. De hecho, según ha podido saber este periódico, le había dicho al presidente no reconocerse en las conversaciones que obran en el informe de la Guardia Civil. Cerdán, que recibió el informe de la UCO cuando se encontraba en su escaño en el Congreso, tuvo también una conversación con la vicepresidenta María Jesús Montero en Ferraz. En su carta de despedida, en la que deja todos los cargos y su acta de diputado, asegura que defenderá su inocencia. «No he cometido ninguna ilegalidad», escribió. Nadie le respaldó.