Estrategia

Sánchez relega su plan de regeneración por las elecciones

No abordará reformas hasta que pase el ciclo electoral de las europeas: «Requiere un debate sereno»

Fútbol.- Pedro Sánchez felicita al Real Madrid tras proclamarse campeón de Liga
Fútbol.- Pedro Sánchez felicita al Real Madrid tras proclamarse campeón de LigaEuropa Press

«Punto y aparte» hasta después de las europeas. Pedro Sánchez le impone pausa a los tiempos y no demuestra ninguna urgencia por abordar en firme el debate que quiso abrir con su periodo de «reflexión» hace dos semanas. Tras oficializar que seguiría al frente del Gobierno, respondiendo afirmativamente a la pregunta que él mismo se había planteado sobre si «merece la pena todo esto», el presidente, en un intento de vestir políticamente su decisión, se ofreció a liderar la «regeneración democrática pendiente».

Un propósito abstracto, un cúmulo de intenciones para acabar con el «fango» que todavía no se han aterrizado en nada que lo concrete, pese a los requerimientos que se le han hecho insistentemente a Sánchez y sus ministros para ello. Ahora, fuentes gubernamentales aclaran que no hay previsto adelantar ninguna propuesta hasta que pase el ciclo electoral. Esto es, el Ejecutivo se da un margen de más de un mes, hasta después de las elecciones catalanas de este domingo y los comicios europeos del próximo 9 de junio. El abordaje de esta cuestión, que ha pasado de una causa personal a «una gran causa nacional» tendrá, por tanto, que esperar.

En Moncloa se escudan en que esta «regeneración pendiente» conlleva «reformas de calado» en las que quieren que se «involucren» amplios sectores de la sociedad, no solo de la política, también los sindicatos, los medios de comunicación y otras instituciones, como el Parlamento. Para ello y para evitar cualquier contaminación partidista y contribuir a un «debate sereno», en el Gobierno entienden que primero hay que «terminar el ciclo electoral». «Claro que el Gobierno trasladará y hará aportaciones en pro de esa mejora de la regeneración democrática del país, pero es importante señalar que es un debate serio y complejo que requiere de templanza y serenidad», señaló en rueda de prensa la portavoz gubernamental, Pilar Alegría.

En el Gobierno aseguran que elevarán sus propuestas «en tiempo y forma» y permanecen inmunes a cualquier urgencia, porque se trata de un debate complejo, a medio y largo plazo y no «de regate corto». De hecho, el propio Sánchez reconoció no tener «todas las respuestas» y excusó su falta de concreción en que, si hubiera comparecido con un plan detallado debajo del brazo, se le habría acusado de «cálculo político» en su decisión de tener en vilo al país durante cinco días. Sin embargo, pese a la falta de precisión ya se han deslizado algunas de las cuestiones que están en el foco.

Sánchez se ha quejado insistentemente de lo que denominó como «pseudomedios», webs que propagaban bulos que después han servido de base para denuncias como la que afecta a su mujer Begoña Gómez. Por ello, señaló que sería deseable más transparencia respecto a quien ostenta la propiedad de los medios de comunicación, así como las administraciones de las que reciben publicidad institucional. En este sentido, las fuentes gubernamentales consultadas señalan que la Ley Europea de Libertad de Medios de Comunicación, que ayer entró en vigor después de superar los acuerdos en la Eurocámara y el Consejo Europeo, es un «buen espejo» en el que mirarse y un buen marco para aplicar estas medidas, que, en todo caso, tendrán que transponerse a las legislaciones nacionales.

Otro de los objetivos es acometer, de una vez, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Fuentes gubernamentales, tal como ha publicado este diario, consideran «inaplazable» una reforma sobre la Justicia y el desbloqueo del órgano de gobierno de los jueces es la gran cuestión pendiente. Las citadas fuentes consideran que tras las europeas se puede abrir una «ventana de oportunidad» para culminar el acuerdo, sin la presión de nuevas citas electorales en el horizonte. En Moncloa no quieren levantarse de la mesa y recuerdan que han aceptado el marco de negociaciones que ha impuesto el PP, con una mediación europea, para forzarles a llegar a un pacto. «Estamos expectantes con la Comisión», reconocen las citadas fuentes, que creen que la fórmula de la mediación tendrá «un final» en algún momento. «Al menos antes de que haya un nuevo comisario» tras las europeas.

Aunque este sigue siendo el «plan A», llegar a un entendimiento con el principal partido de la oposición, lo cierto es que desde el Ejecutivo ya se amaga con buscar otras fórmulas para el desbloqueo, en caso de que el PP se enroque en su negativa a la renovación. «Si el PP persiste en el bloqueo, el Parlamento necesitará articular mecanismos para poder sacarlo de esta situación tan lamentable en la que le ha metido el Partido Popular», señaló el presidente, mostrando su determinación a hacerlo efectivo: «La responsabilidad del Gobierno será renovar el Poder Judicial y lo vamos a llevar a efecto».

Para que no haga falta el concurso del PP, el Gobierno debería recuperar la reforma del sistema de mayorías –rebajando de la reforzada actual a una mayoría absoluta– que guardó en un cajón la pasada legislatura. Esta modificación de la ley del Poder Judicial fue censurada desde Europa y el Ejecutivo decidió dar marcha atrás, pese a la presión de algunos de sus socios, entre ellos, Sumar, que han vuelto ahora a evidenciar la necesidad de rescatarla. El Gobierno despacha así la responsabilidad en «el Parlamento», apuntando a una mayoría en la Cámara que, sin embargo, no parece tan clara, pues hay socios de esa mayoría –como el PNV o ERC– que ya han advertido de que rebajar las mayorías puede suponer un alivio momentáneo de la situación de bloqueo actual, pero puede acabar comprometiendo el sistema en el futuro cuando haya una mayoría de signo contrario.