Defensa

«Tigru», así es el radar del Ejército español en Rumanía que vigila a los aviones rusos en el Mar Negro

A partir de octubre de 2022, un radar del Ejército del Aire controla desde Rumanía el espacio aéreo aliado

Los efectivos del destacamento «Tigru» junto al radar de vigilancia
Los efectivos del destacamento «Tigru» junto al radar de vigilanciaMinisterio de Defensa

En octubre de 2022, como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, las Fuerzas Armadas reforzaron todas las misiones de disuasión de la OTAN en el flanco Este. Y entre ellas, las del Mar Negro, donde desplegó un radar de alerta temprana para vigilar las 24 horas del día y los siete días de la semana a las aeronaves rusas que sobrevuelan el Mar Negro cerca del espacio aéreo aliado. Se encuentra en la localidad rumana de Schitu y está compuesto por alrededor de 40 efectivos, los cuales han celebrado esta misma semana el haber superado las 11.000 horas de vigilancia aérea.

Así lo ha confirmado el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en un comunicado, en el que destaca que, «tras 18 meses desplegado en Rumanía, el radar AN/TPS-43M ha superado» este hito, «continuando con su misión en el marco de la operación de Policía Aérea Reforzada de la Alianza en la zona. Se trata de un acontecimiento que, para el EMAD, «subraya el compromiso inquebrantable y la excelencia operativa del Destacamento Aerotáctico ‘‘Tigru’’ en su misión de garantizar la seguridad y la vigilancia aérea en el flanco este.

Las Fuerzas Armadas ponen en valor que el radar del Grupo Móvil de Control Aéreo «ha demostrado una disponibilidad y fiabilidad excepcionales, jugando un papel crucial en el refuerzo de la presencia aliada en esta región estratégica para la OTAN». Y es que una de las claves de su éxito es «la integración efectiva» de los datos del radar en el Sistema de Defensa Aérea de la Alianza, a través del Centro de Control «Balotesti», situado en la ciudad de Bucarest.

A lo largo de estos 18 meses, el Destacamento Tigru ha ido implementando una serie de importantes mejoras tecnológicas y ajustes en la infraestructura de vigilancia para «optimizar la operatividad y eficiencia del radar». Así, entre estas innovaciones están «el perfeccionamiento de herramientas de análisis y grabación de datos, así como mejoras en los sistemas de energía y climatización, garantizando así las óptimas condiciones de funcionamiento del equipo en todo momento», señala el EMAD en su comunicado.

El destacamento «Tigru» está compuesto por alrededor de 40 efectivos pertenecientes a diferentes unidades del Ejército del Aire.

Este contingente llegó a finales del pasado mes de febrero y está bajo las órdenes del teniente coronel Francisco Javier García Ortiz.

El grueso del personal pertenece al Grupo Móvil de Control Aéreo (Grumoca) de Sevilla y del Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (Seada), con base también en Sevilla. De ellos, el EMAD destaca su «destacada preparación y dedicación».

Al mismo tiempo, hace hincapié en que contribuciones a este tipo de misiones de disuasión y defensa colectiva de la Alianza «reafirman el papel de España como un pilar fundamental en la seguridad colectiva de la OTAN y como un aliado confiable y comprometido en la defensa de la paz y la estabilidad en Europa».

En este sentido, España reforzará aún más estas operaciones aliadas y, además de en las que ya participa (en Letonia, Lituania o integrándose en las agrupaciones navales permanentes) este año se estrenará en dos nuevas, en este caso terrestre. La primera es, a partir del 1 de julio, el liderazgo del batallón de la OTAN en Eslovaquia, donde desplegará unos 700 efectivos. Y la segunda, en las mismas fechas y también en Rumanía, donde 250 militares se integrarán en otro de los batallones de la Alianza.