El PP vence a Lambán en Aragón, pero necesita pactar

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha llevado de nuevo al PP a la victoria electoral en Aragón, aunque -con el 98,20% escrutado- sus 28 escaños, cinco por encima del PSOE del actual presidente regional, Javier Lambán, le dejan en manos de Vox. La voluntad de los ciudadanos ha dibujado un Parlamento autonómico muy fragmentado, en el que además de PP (que gana doce escaños) y PSOE (que pierde uno respecto a su botín de 2019), se sentarán en la Cámara regional siete representantes de Vox (cuatro más que hace cuatro años), tres de Aragón Existe, otros tantos de Chunta Aragonesista (que repite resultado) y uno de Podemos, PAR (tenía tres) e IU. En cuanto a Cs, se repite el guión de este 28-M, quedándose fuera del Parlamento aragonés al perder sus doce escaños.

Con estos resultados, a Lambán no le salen las cuentas, pues aunque todas las restantes fuerzas con representación (salvo PP y Vox) le apoyaran, sumaría 33 diputados, a uno de la mayoría absoluta. A diferencia del PP, pues con los 28 diputados que ahora mismo obtiene, le basta (que no es poco) con conseguir el respaldo de seis de los siete parlamentario de la lista que encabeza el candidato de Vox, Alejandro Nolasco, para desbancar a Lambán del Palacio de Pignatelli.

La movilización del electorado en Aragón fue superior a la de los comicios de hace cuatro años: el 68,78% del censo acudió a las urnas frente al 66,16 de 2019. Los populares convencieron a 224.767 aragoneses (35,56%), 85.000 más que hace cuatro años. Por contra, el botín electoral de Lambán (29,52%) sufre una fuga de veinte mil sufragios respecto a 2019. Vox, por su parte, pasa de 40.671 apoyos a 71.255 (11,27%). La Chunta pierde fuelle (se deja casi diez mil respaldos) y Podemos (3,98%) ve cómo se escapan alrededor de 28.000 votos.

Aragón, el "Ohio" español para el PP

Consciente de la importancia de una victoria electoral en Aragón –en la medida en que, piensan en el PP, puede ser fiel reflejo de lo que suceda en las próximas generales a nivel nacional–, Feijóo se ha volcado en campaña con Jorge Azcón, con varias visitas a la comunidad autónoma. No en balde, las encuestas internas de los populares daban por segura la victoria en Aragón, visto en Génova 13 como el «Ohio» español (el tradicional barómetro electoral en las elecciones presidenciales de Estados Unidos).

Azcón no ha dudado en campaña en alentar ese papel de la comunidad autónoma como espejo de las futuras generales. «Ganar en Aragón es hacer presidente a Feijóo», aseguró sin tapujos el pasado 23 de mayo en una entrevista en LA RAZÓN.

El candidato del Partido Popular ha puesto especial ahínco –como sucede con la formación que lidera Feijóo a nivel nacional, pese a la coalición de gobierno en Castilla y León– en marcar distancias con Vox. Hasta el punto que llegó a poner sobre la mesa un posible acuerdo con Lambán para mantener en la oposición a la formación de Santiago Abascal, una propuesta que el candidato socialista se encargó muy pronto de descartar.

Por su parte, Lambán –en la presidencia de la Diputación General de Aragón (DGA) desde 2015– ha sido muy consciente de que necesitaba ensanchar su base electoral ante la convicción de que la reedición de su gobierno de coalición con Podemos, Chunta Aragonesista y Partido Aragónes, debido a la escisión interna del PAR, no tenía visos de prosperar.

El presidente aragonés –que no genera un especial rechazo entre el votante centrista, que históricamente ha entregado mayoritariamente sus votos a PP o PSOE, y en su día al PAR– ya barruntaba que Aragón Existe podía resultar clave para inclinar la balanza en unos resultados electorales que se antojaban muy equilibrados.

Los de Tomás Guitarte no cierran la puerta a un posible acuerdo con el PP, siempre y cuando los populares mantengan a Vox fuera de la ecuación. Un coqueteo que ha llevado a Lambán a instar al diputado en el Congreso a descartar públicamente esa posibilidad para garantizar un hipotético gobierno de izquierdas en la comunidad autónoma.

En el PP siempre han sido muy conscientes de que los recurrentes enfrentamientos de Lambán con Pedro Sánchez despiertan no pocas simpatías entre muchos de sus votantes . De ahí que el candidato popular se haya esforzado en campaña por hace añicos esa imagen. «Lambán dice una cosa y vota la contraria. Utiliza exactamente la misma táctica que Sánchez: le dice a la gente lo que quiere oír, pero vota siempre con Sánchez», aseguraba a este periódico Azcón en la entrevista referida.