Tráfico

El caos de las “turborrotondas” en Vigo: esta infracción reiterada tiene una multa de 200 euros

La nueva "turboglorieta" de Vigo se ha convertido en una máquina de multar: 200 euros por cruzar la línea continua, una infracción que se repite en la Avenida de Madrid cada pocos segundos desde su inauguración

Habilitan una rotonda provisional en el cruce de Antonio López con María Blanchard para mejorar la seguridad REMITIDA / HANDOUT por AYUNTAMIENTO DE PINTO Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 22/08/2025
Señal de rotondaAYUNTAMIENTO DE PINTOEuropa Press

Una sanción de 200 euros. Ese es el precio que están pagando muchos conductores por un despiste, o una mala costumbre, en la recién estrenada "turboglorieta" de la Avenida de Madrid, en Vigo. Concebida como una solución para agilizar el tráfico y, sobre todo, para reforzar la seguridad, la infraestructura se ha convertido en sus primeros días en un auténtico quebradero de cabeza para quienes circulan por una de las arterias más concurridas de la ciudad gallega.

De hecho, la raíz del problema reside en el propio diseño de la rotonda. Su principio de funcionamiento es sencillo, pero exige un cambio de mentalidad al volante: el conductor debe tener claro su destino y posicionarse en el carril correcto antes de acceder a la intersección. Una vez dentro, unas líneas continuas marcan el camino, impidiendo precisamente los cambios de carril improvisados que son causa frecuente de colisiones en las glorietas tradicionales.

Con todo, esta situación no es del todo nueva en la ciudad. Vigo cuenta ya con una década de experiencia en este tipo de soluciones viales, tras la instalación de la primera "turborrotonda" hace ya diez años. La trayectoria de estas intersecciones ha demostrado con el tiempo su eficacia para descongestionar puntos tradicionalmente conflictivos de la red viaria.

La paradoja de una rotonda: más segura, pero un foco de multas

Por ahora, sin embargo, el escenario en la Avenida de Madrid dista mucho de ser el ideal. Las imágenes de la zona revelan un goteo incesante de vehículos que, ya sea por desconocimiento o por abierta desobediencia, cruzan la línea continua sin miramientos. Lo más alarmante es que la maniobra ilegal se repite cada pocos segundos, lo que ha normalizado una infracción grave y ha transformado un elemento de seguridad en una posible fuente de recaudación.

A pesar de todo, las autoridades locales confían en que la historia se repita. La experiencia a largo plazo ha confirmado que la principal ventaja de estas glorietas es su capacidad para reducir el número de accidentes de forma considerable. Se espera, por tanto, que este caótico arranque no sea más que un inevitable periodo de adaptación antes de que la nueva rotonda cumpla finalmente el propósito para el que fue diseñada.