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Cocina
Deja de batir el huevo con tenedor: el desconocido motivo por el que los chefs desaconsejan esta técnica
El creador de contenido gastronómico @gelicook ha publicado un vídeo en el que asegura que esta forma de hacer tortillas empeora su resultado final

Hacer una tortilla francesa es una tarea sencilla que hasta los más patosos de la cocina pueden hacer. Solo necesitas batir el huevo, echarle un poco de sal, meterlo en la sartén y esperar a que se haga. Parece fácil, pero en muchas ocasiones el huevo se pega y acabas haciendo huevos revueltos porque la paciencia no es lo tuyo y usar otro, con lo caros que están, no es una opción. Siempre hemos vistos a nuestros padres y abuelos removerlo con un tenedor. Sin embargo, este cocinero ha lanzado unas declaraciones que no han dejado a nadie indiferente.
El creador de contenido gastronómico @gelicook, ha publicado un vídeo en el que asegura que batir un huevo con el tenedor es un grave error. ¿El motivo? "Si bates un huevo con un tenedor lo rompes mucho. Creas espumilla y metes aire dentro del huevo que a la hora de hacer una tortilla, el resultado es peor", explica el cocinero.
En cambio, si bates con una cuchara (o al menos con cuidado y movimientos suaves), la mezcla se integra sin añadir tanto aire. El resultado es una tortilla o un revuelto más cremoso, uniforme y jugoso.
Algunos otros trucos útiles para trabajar mejor el huevo
Prueba con batidora de mano (o batidor eléctrico) para revueltos más suaves
Si lo que buscas es un revuelto muy cremoso y uniforme, una batidora de mano puede ser ideal —al disolver completamente claras y yemas se logra una mezcla lisa, sin grumos, y con textura delicada.Cocina a fuego bajo y lenta, con mantequilla en lugar de aceite
En revueltos cremosos, usar mantequilla en lugar de aceite ayuda a que queden suaves y con un acabado más aterciopelado. Cocinar a fuego medio‑bajo y remover constantemente puede evitar que el huevo se reseque.No batas de más
Si bates demasiado, las proteínas del huevo pueden sobrecompactarse, expulsar humedad y dejar la mezcla seca o “gomosa”. Mezclar lo justo —solo hasta que clara y yema estén combinadas— suele ser suficiente.Evita que el aire se quede atrapado
A no ser que busques una textura esponjosa (como en merengues o ciertos postres), no conviene introducir aire. En tortillas, revueltos o platos con huevo donde se quiera cremosidad, lo mejor es una mezcla densa y homogénea.
La temperatura de los huevos: clave en el resultado
Además de elegir el utensilio adecuado, la temperatura de los huevos antes de cocinarlos también influye mucho en el resultado. Los huevos a temperatura ambiente se mezclan más fácilmente y se cocinan de manera más uniforme, evitando que las claras queden gomosas y las yemas demasiado firmes. Sacarlos del refrigerador unos 15–20 minutos antes de preparar la receta puede marcar una gran diferencia en la textura final.
Otro detalle curioso es que agregar un pequeño ingrediente extra puede mejorar la textura sin alterar el sabor. Por ejemplo, un chorrito de leche, crema o incluso agua ayuda a que los huevos revueltos queden más suaves y cremosos, mientras que unas gotas de aceite de oliva aportan brillo y untuosidad a la tortilla. Estos pequeños trucos permiten que cualquier cocinero, desde principiante hasta experto, consiga resultados más profesionales con facilidad.
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