Gente
Greta Thunberg: vestida para la revolución
Icono de una generación, la adolescente más influyente del planeta arremete contra las grandes firmas y apuesta por la ropa de segunda mano. Antes del arranque de la COP25 en Madrid analizamos las claves de su estilo
En algunas crónicas del último desfile de la firma Dior se comentaba que los cuadros que se vieron sobre la pasarela recordaban al particular estilo de vestir de Greta Thunberg. La activista medioambiental sueca no solo es una mediática portavoz del clima, sino que ha conseguido conectar con toda una generación que la ha apoyado de manera masiva en las calles. ¿Cómo? Reclamando la importancia de solucionar ya los retos que la Tierra nos plantea. Antes o después tenía que verse reflejado este huracán Thunberg en un campo tan atento a lo que sucede en el mundo como es la moda.
La cuestión es, por tanto, si tomar a Greta como referencia impulsará además un nuevo estilo de vestir en la juventud, una alternativa muy alejada de opciones más transgresoras como las que podrían representar Billie Eilish o Rosalía. La sueca, que actualmente se encuentra realizando un viaje por el Atlántico con el objetivo de llegar a tiempo a Madrid para la Cumbre del Clima, se caracteriza por vestir de una forma sencilla y coherente con el estilo de vida que exige al resto de la humanidad.
La coleta, pero sobre todo las trenzas, de Greta Thunberg son ya un icono de la guerra contra el cambio climático. De hecho, es raro verla con el pelo suelo, siempre lo suele llevar recogido para dejar despejado su rostro. La expresividad de su cara y la vehemencia de su mensaje son un «todo» que apoya el trabajo de una joven que ha logrado colarse entre los líderes mundiales. No en vano, ya está considerada una de las personas más influyentes del planeta.
A la hora de vestir, Greta apuesta por el «köpskam», o vergüenza de comprar, un movimiento de la que ella es impulsora y que busca recuperar la ropa ya fabricada para darle una nueva vida. Para Thunberg, la clave en la moda está en la segunda mano. Y esto ha hecho saltar las alarmas. El propio consejero delegado de H&M, Karl-Johan Persson, se ha referido a ella mostrando su preocupación por este nuevo sistema de consumo. Bernard Arnault, el presidente del grupo LVMH (y el hombre más rico de Europa), la ha tildado de pesimista, lo que ha generado una gran polémica. Diseñadores como Andreas Kronthaler, marido y director creativo de Vivienne Westwood, salieron en defensa de la joven sueca.
Pero, ¿cómo podríamos definir el estilo de Greta? ¿Qué caracteriza la forma de vestir de una de las chicas más influyentes del momento? Los colores que suele emplear pasan por distintos tonos de azul, gris y rojo, una paleta bastante reducida que ayuda a generar una imagen popular e icónica. Los cuadros suelen ser otro de los rasgos típicos de la indumentaria de la chica de la que todo el mundo habla.
Un aire infantil
Es curioso cómo con un mensaje tan potente y relacionándose con las autoridades más importantes del mundo su estilo sigue resultando algo infantil, con blusas quizás no tan apropiadas para esa clase de eventos. Recordemos que en Davos se presentó con una curiosa (y complicada) combinación de pantalón lila y blusa de cuadros, y que a la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas acudió con pantalón y una blusa una talla más grande que la suya. Eso sí, ante la Asamblea Nacional francesa cambió radicalmente su registro y optó por un vestido negro corto y sin mangas que le dio una imagen impoluta. Queda claro por este último ejemplo que la lucha contra el cambio climático no tiene por qué estar reñida con el estilo.
Y es que no debemos olvidar que aunque la moda es una de las industrias más contaminantes del planeta y, según algunos estudios, responsable del diez por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, también se están tomando iniciativas para empezar a reducir la huella que deja el textil en el medio ambiente. Los ya mencionados Kronthaler y Westwood son dos de las voces más respetadas en este sentido, junto con Stella McCartney, que además ejerce de consejera especial del equipo de Sostenibilidad de Arnault. Esta última, en su desfile de hace unas semanas, dejaba una nota en los asientos de los invitados en los que recordaba que el «mundo está llorando». Y esas no son las únicas iniciativas. Por ejemplo, en nuestro país, la firma de zapatillas Victoria acaba de inaugurar una nueva sede «passivhauss», un sistema constructivo pensado para reducir el consumo energético y con él el impacto medioambiental y la huella de carbono. Inditex y H&M también cuentan con sus propios proyectos para intentar encajar en los estándares que reclama una nueva generación, ésa que ha hecho de Greta Thunberg su bandera. La revolución ha llegado para quedarse.
✕
Accede a tu cuenta para comentar