La crónica de Mariñas: Kiko y Diego Matamoros, duelo de novias

Casi pareció un inesperado regalo navideño. Eso sí, el «Merry Christmas» vino algo anticipado por ser infrecuente en la familia. Incluso casi se podría calificar como una sorpresa festiva. Y es que no es habitual que Kiko Matamoros y su hijo Diego aparezcan en público codo con codo para presumir, mostrar o alardear de sus parejas. Al menos publicitariamente. Esta semana lo han hecho de cara a las fiestas, aunque no cabe tildar este hecho de oportunismo. Casualidades de la vida, y al margen del gancho, ambos vieron desde la tribuna el debut como modelo de Estela Grande. Fue unos días después de que ocupara junto a su marido Diego la portada de una conocida revista del corazón. En la exclusiva salieron al paso de las supuestas descalificaciones amorosas vertidas por inadvertidos. Estela aseguró que su matrimonio «está por encima de todo», un cálido mensaje pascual para degustar como si fuera turrón. Algo dulce para estas jornadas de paz y concordia. Queremos turrón, turrón, turrón. Excediendo la realidad, al encuentro ya lo titulan «duelo de divas». Suena un tanto exagerado porque ninguna lo tomó como enfrentamiento, una rivalidad o una confrontación. No van por ahí.

Pero la verdad es que las señoras de Matamoros protagonizaron esta muestra de casi veinte diseñadores de todos los tipos y famas que se celebró en la entrañable sala Joy Eslava. Este rincón madrileño se mantiene como el gran escenario capitalino donde lo mismo se pasean trajes que se premia a científicos. En el acto, junto al constante y casi descarado exhibicionismo físico de cintura para abajo de María Jesús Ruiz destacó la costura de Tony Fernández.

La Joy Eslava es todavía el espacio más abierto y confortable, donde uno se siente como en casa. Así lo confirmaba Pedro Trapote, que apareció sin la dulce Begoña. Pese a los años aún mantiene su supremacía. Lo atestiguó su dueño, que consiguió juntar a personajes tan dispares que incluyeron desde el novio de Gloria Camila a los populares Kiko Jiménez, Sofía Suescun y Marta López, actual pareja del viejo Matamoros. También se dejaron ver una estática pero impactante Carmen Lomana y una estilizada y permanentemente risueña María Jesús Ruiz que, sin embargo, vio cómo era superada por nuestra Miss Universo Sofía del Prado. Fue la más joven que desfiló, aunque ni ella ni ninguna levantó más aplausos que la desenvuelta y seductora Raquel Revuelta. Convendría repetir esas confrontaciones que ponen el interés donde los trajes no lo consiguen.

Rosa Clará y sus propuestas para Aire fueron lo más celebrado. Quizá intuyéndolo la eligieron como el cierre espléndido. Arriesgó con muchos trajes con escote hasta la cintura que contrastaron con otros menos llamativos. Lomana les echó el ojo porque le gusta remarcar su asombrosa forma física.

Al final el «duelo de divas» no llegó a tanto, al menos aparentemente, y quedaron en tablas, algo que no le valió ni a Estela Grande ni a Marta López.