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Infanta Pilar: Un millón en joyas camino de la subasta

Doña Pilar poseía gargantillas, pendientes, collares, broches y pulseras de platino, oro blanco y piedras preciosas

Muere la Infanta Pilar, hermana del Rey Juan Carlos, a los 83 años
La tía del Rey Felipe VI en una imagen de archivo, asistiendo al programa 'A mi manera' de Jesús Hermida (24/11/1989)Europa PressEuropa Press

Todos los que han conocido a la Infanta Pilar desde niña aseguran que era una mujer poco dada al despilfarro. Vivió en el exilio con escasos lujos hasta que se casó con Luis Gómez Acebo y esa situación anterior la hizo ser una “ama de casa ahorradora”. Se quedó viuda con cinco hijos y, aunque recibió la ayuda de Don Juan Carlos, se convirtió en cabeza de familia con lo que conlleva esta tragedia de responsabilidad afectiva y económica. Ella misma lo contaba en el pasado Rastrillo de Nuevo Futuro al confirmar ese apoyo que recibía de su hermano: “El Rey nos ha cuidado siempre a mí y a la infanta Margarita”. Con estas palabras dejaba claro que si alguna vez hubiera tenido complicaciones financieras solo habría tenido que pedir ayuda. Aunque no fue necesario, porque su patrimonio fue lo suficientemente importante para vivir cómodamente y para también, si hacía falta, echar una mano a sus hijos. Dos de ellos se instalaron en la casa familiar de Puerta de Hierro cuando se divorciaron y todos pasaban por turnos temporadas en la villa de Mallorca en la urbanización Sol Mallorca. Estas dos viviendas forman parte del patrimonio inmobiliario junto con un piso en la calle Velázquez en Madrid y una parcela en Calviá. Al menos, es lo que figura de manera oficial y que seguramente los herederos las pondrán a la venta o alquilarán para rentabilizar los inmuebles. A este inventario se suman fondos de inversión, acciones de las sicavms y objetos de valor. Una de las partidas más importantes y quizá más complicada a la hora del reparto son las joyas de la duquesa de Badajoz, que adquieren más importancia por formar parte de la historia.

David Cuevas, experto en joyas de época y dueño de la joyería Molina y Cuevas, explica cómo se gestiona este tipo de patrimonio: “Hay posibilidad de venta privada o subasta. Lo primero que se hace es una tasación en la que se valoran los materiales que se han utilizado y que sirve para esa primera exploración. En el caso de las joyas de doña Pilar, es muy importante la parte histórica y su valor de venta se determina por la oferta y la demanda”.

A lo largo de su vida, la duquesa de Badajoz ha lucido piezas importantes en los actos públicos. Juegos de gargantillas, collares, pendientes, broches y pulseras de platino, oro blanco y piedras preciosas que llegarían al millón de euros según expertos consultados. David Cuevas explica que “es complicado analizar la calidad de las esmeraldas, zafiros, topacios, turquesas y demás gemas y materiales exclusivos que se utilizaron para fabricar esas piezas por fotografías, pero lo que puedo asegurar es que muchas de ellas son joyas con un valor en subasta elevado”.

Perlas y más perlas

LA INFANTA PILAR DE BORBON DURANTE UN ACTO EN MADRID
LA INFANTA PILAR DE BORBON DURANTE UN ACTO EN MADRIDRP©RADIALPRESS

La famosa tiara de platino, zafiros y brillantes con pendientes a juego que han lucido sus nueras en sus bodas es una de las piezas que más ha utilizado y que superaría los 200.000 euros. Le gustaban las perlas en todas sus variantes como a su abuela la reina Victoria Eugenia. Tenía una colección de collares cuyo precio en el mercado oscilaría entre los 6.000 los cortos de una vuelta al doble o triple como podía ser el denominado “collier de chien” que tantas veces utilizó. En la boda del Príncipe Felipe lució uno de sus preferidos con cierre de diamante y oro blanco. En ocasiones añadía un zafiro importante que según los expertos estaría valorado a la baja en 150.000 euros. Otras veces intercambiaba esa piedra con una esmeralda de gran pureza con un precio similar.

Un joyero que siendo llamativo es inferior al que posee la baronesa Thyssen, Cuqui Fierro o la condesa de Romanones. En este caso, muchas de las joyas las vendió y subastó la propia Aline Griffith. En el caso de doña Pilar, es posible que las joyas que heredó las adquiera Don Juan Carlos.