El coronavirus ha impedido la celebración por todo lo alto de su cumpleaños pero no nuevos retratos de la reina Margarita. A las imágenes que ya han salido publicadas estos días en las que posa en el castillo de Christian IX, por primera vez, con su hijo mayor,Federico, y su nieto, Christian, es decir, el heredero y el futuro heredero, se une la cesión a los medios de una fotografía reciente en la que se confirma que, la única compañía de la Reina en su 80 aniversario, es su perro.

Las imágenes en las que posaba con sus futuros herederos fueron realizadas por Per Morten Abrahamsen, hace varias semanas en Amalienborg, el recinto donde se encuentra tanto la residencia oficial de la monarca como la de los príncipes Federico y Mary. Poco después, cuando el Covid-19 empezó a causar bajas entre su pueblo, la reina decidió alejarse de la pandemia trasladándose a su impresionante palacio de Fredensborg para pasar allí, aislada, el confinamiento.

Margarita no ha podido recibir el calor de sus súbditos desde el balcón del palacio de Amalienborg, como suele hacer junto a sus hijos y nietos, ni tampoco celebrar la gran fiesta que tenía planeada y que era una de las citas más importantes de la realeza europea en el 2020, debido a la pandemia.

La reina Margarita, cumple 80 años con su sarcófago de 15 millones de euros, preparado para acogerla.

A sus 80 años, y tras perder a su marido hace dos años, se mantiene al frente de un de las monarquías más antiguas de Europa, y continúa ejerciendo su papel a pesar de sus achaques de salud. Tras la muerte del príncipe consorte Henrik empezó a ceder a su primogénito, el príncipe Federico, gran parte de su labor institucional. Su marido, que durante años luchó infructuosamente por el título de rey consorte, falleció sin ver cumplido su sueño y el sarcófago de 15 millones de euros que la soberana mandó construir para el día de su muerte, aún sigue vacío. Henrik, se negó a ser sepultado en Catedral de Roskilde, donde reposan los restos de casi 40 reyes daneses y renunció a un funeral con honores de Estado.

Aunque en los medios daneses se ha rumoreado que la soberana podría haber encontrado en el conde Gustaf Trolle-Bonde, al compañero ideal en su vejez, tras ser sorprendidos en Navidad en Londres, la monarca pasa en soledad sus días de confinamiento. Tan sólo uno de sus perros salchicha le acompaña en la impresionante fotografía que ha difundido la Casa Real danesa en el día de su cumpleaños.

Sus mascotas le acompañaron incluso al último adiós de su gran amor, el príncipe Henrik.

Aunque no se sabe si es Nelly, Tilla y Helike, así se llaman los perros reales y sus más fieles amigos de cuatro patas, el ejemplar que posa junto a la reina en el espectacular jardín del palacio Fredensborg, la reina aparece sonriente pese a la soledad. Se trata de una construcción del siglo XVIII, de estilo barroco, ubicado junto al lago Esrum, en la isla de Selandia. Es la residencia de primavera y otoño de la familia real danesa, y el más utilizado por la misma después de la residencia oficial de Amalienborg.