El documento perdido
Las claves, nunca desveladas, del proceso legal que enfrentó a los Rivera Ordóñez contra Isabel Pantoja
Francisco Rivera siempre ha esgrimido que paralizó el proceso contra la cantante por el bien de su relación con Kiko Rivera. Otras voces aseguran que perdió en los tribunales con la tonadillera. ¿Qué ocurrió realmente?
Tal y como les hemos ido informando desde LA RAZÓN en las últimas semanas, Carmina Ordóñez emprendió en mayo de 1990 un litigio para recuperar una serie de enseres que le pertenecían a ella y a sus hijos menores, Cayetano y Francisco Rivera Ordóñez. Los motivos: la viuda de Paquirri se negaba a entregarles los bienes que les correspondieron, pese a haberse comprometido con los herederos a hacerlo en 1987, ante notario, y su hijo Francisco, que estaba a punto de debutar como novillero, deseaba disponer de los bienes del torero para su alternativa.
En el documento que contenía el listado de enseres del torero y que les mostramos en exclusiva, firmado por los 8 herederos de Paquirri, quedaba claroque existían una serie de bienes ya adjudicados, que son los que reclamaban los hijos de Carmen Ordóñez, y otros que debían sortearse entre todos los herederos. También que, a excepción de una pluma y un apoya rifle, todos los bienes se encontraban en Cantora. Ni se hizo nunca el sorteo ni se entregó ningún recuerdo del torero ni a sus hijos mayores ni al resto de familiares, su padre y sus hermanos. Si bien, los segundos no reclamaron nunca judicialmente sus pertenencias, los Rivera Ordóñez lo hicieron durante años.
Ahora, treinta años después de aquella batalla legal, se asegura que los Rivera Ordóñez mintieron al afirmar que habían ganado la batalla judicial contra Isabel Pantoja por los famosos “trastos de torear”. Pero veamos qué hay de mentira y de verdad en todo ello.
¿Una sentencia desaparecida?
Fue Saúl Ortiz quien desvelaba en “Hoy Corazón” que Isabel Pantoja buscaba la “sentencia que la absuelve” . Según el periodista la cantante presentó un recurso y ganó el procedimiento. Pero según explica el periodista “al cierre de la edición del reportaje”, el documento que salvaría a la tonadillera no lo tiene ni la representante legal de Isabel, Cynthia Ruíz, ni Joaquín Moeckel, letrado de los hermanos Rivera, por lo que ambas partes han solicitado una copia de la sentencia a través de sus respectivos procuradores.
Según trascendió de boca de Paloma García-Pelayo en el programa “La herencia envenenada 3”, desconocía que existiera un fallo judicial en 1997 del juez de Alcobendas por el que se exculpaba a la tonadillera de la obligación de devolver a los Rivera Ordóñez los bienes que han reclamado durante años.
Pero esto tampoco es así. Isabel no ganó en el fondo del asunto: la propiedad de los bienes de valor sentimental por los que luchó Carmen Ordóñez y después, Francisco y Cayetano. De hecho, la sentencia condena a Isabel a devolver estos bienes a los hijos de Paquirri, no así en lo relativo a otros bienes no adjudicados y que tenían un alto valor económico, al entender el magistrado que existe “litis consorcio”. Esto es que en el litigio, una o ambas partes, en este caso la actora, está formada por varios sujetos.
Se refería al juez a los bienes que aún no se habían sorteado, dentro del enorme epígrafe de los aperos, y que no se habían repartido entre los herederos. Por eso, para determinar la propiedad de los bienes no adjudicados, debían presentarse en el procedimiento tanto los Rivera Pérez como el propio Kiko Rivera. Algo que nunca ocurrió porque los Rivera Ordóñez no quisieron meterles en el conflicto, desistiendo continuar con el procedimiento ya que “no querían perjudicar la relación que Francisco había conseguido reiniciar con su hermano pequeño.”
La sentencia establece que los Rivera Ordóñez tienen la propiedad de los bienes que han reclamado.
La pretensión de Francisco y Cayetano con este procedimiento se refleja claramente en el documento, en el que se desvela que, además de los enseres de Paquirri de los que ya hemos hablado, piden que se “concrete de entre los aperos y ganado caballar, que figuran detallados en la demanda, cuales corresponden a los hermanos Rivera Ordóñez y, asimismo, se reconozca la propiedad en sus personas del resto de los bienes litigiosos, se obligue a la demandada a entregar los bienes y se la condene al pago de los daños y perjuicios así como de las costas”.
La jueza también señala que “emplazada la demandada, ésta dejó transcurrir el término que le fue concedido, sin personarse en autos, ni contestar la demanda, por la cual se la declaró rebelde en las presentes actuaciones”.
La sentencia dictada en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Alcobendas, del 19 de mayo de 1994, fallaba admitiendo parcialmente la demanda de los Rivera Ordóñez. En realidad, viendo las reclamaciones de los Rivera, la magistrada les concedía todas sus pretensionesexceptuando la concreción de los bienes que debían sortearse, entre ellos, ganado caballar y aperos de labranza, y su reclamación por daños y perjuicios. En lo relativo a los caballos y los aperos, al no haberse celebrado el sorteo, la jueza consideró que debían personarse el resto de herederos, esto es Kiko y los Rivera Pérez, ya que sólo así se podía concretar lo que correspondía a los Rivera Ordóñez.
Así, la jueza declara el derecho de propiedad de Don Francisco Rivera Ordóñez sobre los bienes litigiosos (los que a día de hoy siguen reclamando) y condena a la demandada a entregarlos. Además impone a Isabel Pantoja las costas del proceso ya que “la demandada, a pesar de reconocer la práctica totalidad de los hechos constitutivos de la obligación que reclaman los actores, no ha procedido voluntariamente a su cumplimiento, obligando a aquellos a litigar en su contra”.
A la espera de que los abogados obtengan la última sentencia del caso
Joaquín Moeckel, abogado de los Rivera Ordóñez, declaraba el fin de semana en varios espacios de Telecinco, sobre el nuevo giro que daba el asunto y mostraba su sorpresa al enterarse de que podía existir una sentencia absolutoria a Isabel Pantoja. Aunque él no fue quien defendió los intereses de los Rivera Ordóñez en 1994, acabó teniendo acceso al fallo judicial que admitió el recurso de Isabel Pantoja.
Pero aún, a día de hoy, nadie ha mostrado esta sentencia que absolvería a Isabel de entregar la lista de objetos que esta misma semana requería Moeckel notarialmente a Isabel Pantoja. La misma lista de objetos sobre la que todos los jueces que han intervenido en esta larga batalla judicial han dictaminado que son propiedad de los Rivera Ordóñez y que siguen en poder de Isabel Pantoja, que se niega a devolverlos.
A la espera de que salga a la luz el recurso que presentó Isabel Pantoja para no acatar esta sentencia, lo único que queda probado hasta ahora es que la tonadillera incumplió su obligación de devolver a los hijos de Carmina el listado de objetos que les fueron adjudicados por acuerdo de los herederos en 1987. Y también que no tiene intención alguna de dárselos a sus legítimos propietariospor lo que todos ellos, es decir los Rivera Ordóñez, Kiko Rivera y los Rivera Pérez, deberán unirse para actuar conjuntamente si quieren recuperarlos si aún no ha prescrito la posibles acciones judiciales.
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