Caso Pantoja
Kiko Rivera pasa al ataque y sigue la pista de su madre hasta un posible paraíso fiscal
El Dj ha tenido acceso a una documentación muy comprometida sobre las finanzas de Isabel Pantoja e investiga por su cuenta
El hijo de Isabel Pantoja, Kiko Rivera, podría cambiar de estrategia en su guerra familiar tras conocer una información que probaría que la tonadillera no está tan arruinada como parece. Y es que, según hemos podido confirmar con la persona que posee esta documentación y que se la ha mostrado a Kiko Rivera, Isabel Pantoja podría disponer de fondos que ha ocultado a su propia familia. El Dj está tratando de confirmar la sorprendente información que le ha llegado, ya que, de ser cierta, se convertiría en su mejor baza para conseguir que su madre le pague los cerca de tres millones que asegura que la artista le adeuda.
Por lo que hemos podido saber la artista sería conocedora de la existencia de estas pruebas que, desde el pasado lunes, están en manos de su hijo, quien, junto a sus abogados, estudia qué hacer con ellas. La información le llegaba al pequeño de los hermanos Rivera tras un fin de semana de emociones fuertes. El domingo, reaparecía en Telecinco y volvía a cargar contra su madre, a la que daba un ultimátum de 24 horas para ponerse en contacto con él antes de emprender acciones legales. En el mismo plató en el que, cien días antes, había declarado la guerra a su progenitora a cuenta de la herencia de Paquirri, daba a entender que no le cuadra la bancarrota de Isabel, una de las artistas que más ha facturado en las últimas décadas y que, a pesar de sus deudas con Hacienda, rechazó una oferta de siete millones de euros por vender Cantora.
¿Ruina ficticia?
Pero, dos horas antes de sentarse en el sillón de los invitados del «Deluxe», en el plató de «Viva la Vida» y con su mujer presente, Irene Rosales, se hacía pública una documentación judicial que acreditaba que Isabel Pantoja estaba siendo investigada por estafa, apropiación indebida, alzamiento de bienes e insolvencia punible. Por si fuera poco, la documentación sacaba a la luz presuntas irregularidades de la tonadillera en la venta de su casa de Marbella.
El procedimiento, que se instruye en los juzgados de Marbella, está relacionado con una antigua deuda de una sociedad de Isabel Pantoja, Panriver 56, con Codabe S.L., la empresa que construyó Cantora Kopas, a quién dejó a deber cerca de 90.000 euros. La constructora la denunció y, en 2004, fue condenada por el Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Madrid al pago del capital pendiente, intereses y costas, lo que sumaba más de 120.000 euros. En este juicio se personó otra sociedad, Hormofer S.L., por la deuda contraída por Codabe con Hormofer, de modo que la primera cede el crédito litigioso y embarga dos inmuebles a Panriver 56.
La tonadillera se negó a pagar hasta 2015, cuando solicita al juzgado que levante el embargo para vender el chalet de Marbella. Tras presentar un escrito en el juzgado madrileño con el acuerdo de pagar 62.759 euros a Codabe, elevado a escritura pública con fecha 25 de marzo de 2015, solicita el archivo del procedimiento. Consigue enajenar las fincas embargadas y vende la mansión de Marbella, de modo que el deudor legal, Hormofer S.L., se querella contra todos ellos acusándoles de cuatro delitos penales.
Y es a raíz de este segundo procedimiento, cuando sale a la luz todo lo que oculta la extraña operación de compra venta de «Mi gitana», la casa que Isabel Pantoja compró durante su relación con Julián Muñoz. Una operación de compraventa que se realiza mientras Isabel Pantoja está en la cárcel cumpliendo condena por blanqueo de capitales y que capitanea su hermano Agustín, a quien la tonadillera apodera.
Tal y como se detalla en la querella, «con fecha 25 de marzo de 2015, la entidad Panriver 56 S.L. enajena las fincas que habían sido embargadas a la entidad Grand Fashion Banús S.L., entregando ésta casualmente como pago un cheque de 62.759,10 euros a favor del abogado de Codabe S.L.».
El procedimiento penal seguido contra Isabel Pantoja nos lleva a investigar cómo se realizó la compraventa de una de sus propiedades más importantes y símbolo de su época más oscura como alcaldesa consorte de Marbella. Pero no será fácil, el actual propietario se oculta tras un entramado de sociedades fantasmas a las que sigue ahora la pista Kiko Rivera y una legión de periodistas.
La sociedad compradora se constituye en Málaga el 18 de marzo de 2015, una semana antes de formalizarse la venta de «Mi Gitana». La sociedad, por tanto, fue creada «ad hoc» para esta operación que, tras alcanzar un acuerdo económico, rubrican el administrador de la sociedad, Alejandro de Luna, y Agustín Pantoja.
En ese mismo acto notarial de elevación a público, se liquidan las cargas que gravan la propiedad de la cantante. Con Banif, banca privada que concedió la hipoteca, se pacta una quita de 480.170 € y se cancela el préstamo con el pago de dos millones de euros. Grand Fashion Banus extiende, en este mismo acto, un talón bancario por 62.759,10 a nombre de Antonio Pérez Porras, abogado de Codabe S.L., una actuación irregular que podría tener graves consecuencias legales y fiscales para Isabel Pantoja.
De los 3,3 millones de euros que pedía Isabel por su chalet de Marbella, la venta se cierra en 2.255.476 euros. La diferencia de precio, 1,1 millones, coincide con la cantidad que necesitaba la tonadillera para pagar la multa impuesta en la sentencia y que acabaría de pagar en el último trimestre de 2015.
En manos de Hacienda
Pero la información que habría recibido Kiko Rivera y que investigan sus abogados nos lleva a Millennium Business Development L.t., propietaria al 100 % de Grand Fashion Banús S.L., y cuyo administrador único es también Alejandro de Luna. Esta última mercantil, actual propietaria del terreno donde antes se alzaba «Mi Gitana», tiene su sede social en la Isla de Jersey, un paraíso fiscal en el Canal de la Mancha, en el que ha puesto sus ojos Kiko Rivera. Allí podría encontrar la respuesta a la pregunta que todos nos hacemos: ¿está o no arruinada su madre?
Pero al Dj no le resultará fácil averiguar si existen fondos, sociedades o cuentas vinculadas a Isabel Pantoja en este pequeño paraíso fiscal. Es uno de los más opacos del mundo y de los favoritos, por su proximidad, para los españoles. Solo la Agencia Tributaria podría acceder a la titularidad de las cuentas gracias a la reciente flexibilización de la Isla de Jersey de su secreto bancario, algo que podría ocurrir ahora que Hacienda investiga los últimos ejercicios fiscales de la tonadillera.
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