Guerra familiar
Quién es quién en la familia “traidora” de Fernández Tapias que batalla por su dinero
El empresario nunca imaginó que tres de los ocho hijos que tuvo de sus tres matrimonios acabarían enfrentándose a él por temas económicos
El empresario Fernando Fernández Tapias nunca imaginó que tres de los ocho hijos que tuvo de sus tres matrimonios acabarían enfrentándose a él por temas económicos. A mediados del 2020 en plena pandemia los desajustes emocionales con los tres mayores –Fernando, Borja e Iñigo- parecía que tenían solución. Según pasaba el tiempo, el arreglo familiar se complicaba hasta la ruptura total que acabó con esta demanda de incapacidad que, según varios testigos que acudieron al juicio, tiene poco recorrido.
Entre ellos, se encontraban Florentino Pérez y Lalo Azcona, presidentes respectivamente del Real Madrid y de Estudio de Comunicación. A los hijos díscolos fruto de su matrimonio con Victoria Rivas, el padre les revoco de todos sus cargos y en su lugar nombraba presidente a Juan Carlos al que se le conoce con el apodo familiar de Tito. Su hermana Alejandra se quedaba en tierra de nadie. Aunque apoyaba la decisión judicial no ha formado parte de la demanda en la que se cuestiona la capacidad intelectual del vicepresidente del Real Madrid.
El día de autos que se celebró en el juzgado de Primera Instancia nº 65 en la calle Ventura Rodríguez de Madrid llamó la atención que aparecieran todos juntos mientras que el demandado lo hacía del brazo de su mujer Nuria González y de Iván el hijo común. Con su presencia quería dejar claro el apoyo incondicional en contra de las decisiones de sus hermanastros. El chico nació en 2003 y es junto con su hermana Alma el mejor consuelo para el empresario de 82 años.
Lo llamativo de esta situación es precisamente la unidad de los tres demandantes con Alejandra y Tito como compañeros de viaje solo emocionalmente. Este último a día de hoy sigue manteniendo la presidencia de la Naviera F Tapias Galicia. Según informan a La Razón, revocarle del puesto no es uno de los asuntos principales que ahora preocupan a Fernández Tapias ya que considera que es el hijo más capaz frente a los que denomina traidores. Una guerra de guión de culebrón que no ha hecho más que empezar.
En este enfrentamiento judicial, junto a los protagonistas principales, hay un entramado de nombres que forman parte del organigrama familiar e íntimo del empresario donde cada uno cumple un papel.
El protagonista Fernando Fernández Tapias. Hijo de Juan Manuel Fernández Román, dueño de una fábrica local de conservas en Vigo y de Alma Tapias. Séptimo de doce hermanos que se hizo a sí mismo. Conoció a su primera mujer Victoria (Chiqui) Riva de Luna también gallega y cuyo padre el almirante Ángel Riva Suardíaz era el dueño de los Astilleros Cantábrico donde Tapias comenzó a trabajar.
Su suegro fue quien le animó a estudiar Dirección de Empresas que le sirvió para su despegue profesional y levantar su imperio de transporte naval y terrestre. En 2003 vendió la principal empresas por 1.214 millones de euros y en la actualidad y según la prensa económica mantiene varias empresas con activos que superan los 120 millones de euros.
Los “traidores”
Los hijos insubordinados (traidores según su padre) son tres Fernando, Borja e Iñigo. Su madre Victoria Riva de Luna falleció en el 2010 meses antes de la muerte de su hijo Bosco cuando practicaba submarinismo en Playa Chica Lanzarote. Era bohemio, el más parecido a su padre en carácter pero con poco interés en los negocios familiares. Todos ellos recibieron una buena educación que les sirvió para formar parte del entramado empresarial fundado por su padre.
Fernando de 54 años, se casó con Mercedes y una de sus hijas Iría es íntima de Froilán, de Mar Torres y de Alba Díaz, la hija del Cordobés. Los tres estudian en la universidad norteamericana de la calle Velázquez. Borja, el segundo tiene 53 años y se casó con Alma, su prima. Y Por último Iñigo casado con Rocío Liñán y cuyo hijo tiene la misma edad que su tío Iván. Los tres mayores han formado parte del negocio empresarial ocupando diversos puestos de responsabilidad y de consejeros.
En F Tapias Grupo de Sociedades e inversiones S.L. lo estuvieron hasta abril del 2019. En la actualidad no ostentan ningún cargo y si en cambio su hermano Juan Carlos (Tito) que en se encuentra al frente de las principales empresas y aparentemente es el hombre de confianza del padre.
Juan Carlos y Alejandra Fernández Tapias García Courel. De hacer caso a la actividad mercantil y al BORME el quinto hijo del hoy demandado ostenta la mayor responsabilidad laboral. Se le ha considerado el más preparado. Estudió Administración y Gestión de empresas. En el 2016 realizó un máster de Desarrollo Directivo en la Universidad de Navarra. No forma parte del grupo de los insubordinados que interpusieron la demanda, pero parece que está de acuerdo no en la forma pero si en el fondo. Una actitud muy parecida a la de su hermana Alejandra, de 38 años. Los dos vivieron una época en Miami. La joven estudio Comunicación Audiovisual. Es de espíritu aventurero y vivió una temporada en París. Cuando murió su hermano Bosco, quiso trabajar con su padre y desde hace ocho años acude todos los días a la oficina. Por la mañana es la secretaria del empresario y por la noche y los días fines de semana, ejerce de DJ con el nombre de La Santa.
Empezó como hobby cuando su madre le regaló una mesa de mezclas. Se la considera una excelente pinchadiscos y para sus actuaciones se pinta en la frente tres rayas horizontales, que son las divinidades del hinduismo, sobre un punto rojo al que define como el tercer ojo. Hace un año, a su padre lo definía como “un hombre honrado, comprensivo, justo y exigente”. Unas cualidades que desde el 2020 parece que no coincide con el pensamiento de sus tres hermanos mayores. Tiene un papel difícil a la hora de mantener el equilibrio afectivo en la familia.
Los amores de Fernández Tapias
Las cuatro mujeres en la vida de Tapias son por este orden Victoria Riva, Juana García-Courel, Mar Flores y Nuria González. Con la primera, Chiqui se casó cuando ambos eran veinteañeros. Ella era hija del almirante de la Armada Ángel Riva Suardíez. Una familia muy tradicional que al principio no veía con buenos ojos la boda de la hija con un chico sin estudios.
Tapias cuenta, cuando habla de sus orígenes, que parte de su éxito se lo debía a su suegro que confió en él. Era el dueño de unos astilleros donde comenzó a trabajar. El matrimonio dejó de funcionar muy pronto por diferencia de caracteres, pero mantuvieron la imagen hasta que llegó a la vida de Tapias Juana García-Courel, una mujer imponente que le dio dos hijos –Alejandra y Juan Carlos- y con la que rompió en 1997 al llegar a la vida del empresario de Mar Flores.
El divorcio de Juana y Fefé se convirtió en uno de los más explosivos y sonados por la cuantía económica. La cantidad que se barajó fue de doce millones de euros y en el patrimonio se incluía una mansión en la urbanización La Florida y una altísima compensación económica. Juana nunca intervino en los negocios de su marido.
Mar Flores fue un tsunami en la vida del empresario con escándalo incluido. Pero gracias a esa ruptura con la modelo, que era muy amiga de Nuria González, Tapias volvió a encontrar la tranquilidad. Con Nuria se casó en el 2002 en la finca ‘La Peñuela” propiedad de Fermín Bohórquez y Mercedes Domecq. Tuvieron a Iván y Alma que tienen 17 y 13 años y adoran a su padre.
Desde el primer momento Nuria supo diferenciar su vida matrimonial de la relación de su marido con los seis hijos que tuvo con anterioridad. No lo tuvo fácil y cuando parecía que el extenso entramado familiar funcionaba, se descompuso. Puede ser que influyera las decisiones empresariales de su marido.
Como informaba la periodista Ana Sánchez Juárez desde el 2017, Nuria González es apoderada de siete empresas de su marido (Logigas, Petrolífera de Transportes, Transportes Propetrol, Naviera Nellamar España, Invaleva, Ftapias grupo de Sociedad e Inversión y Solino Inversiones), además de otras dos que administra desde hace más diez años: Ftapias Proyectos Empresariales y Tanur Activos. En todas ellas, figura como apoderada. Las mencionadas entidades, que se dedican en su mayoría al transporte de mercancías por carretera o servicios marítimos, suman 120.299.708 euros en activos.
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