El príncipe William describe a su abuelo, el duque de Edimburgo, como “leyenda”; la princesa Eugenia, hija de los duques de york, como “increíble”. No hay duda de que el príncipe Felipe, quien ha fallecido hoy a los 99 años de edad, fue un abuelo muy querido por todos sus nietos. En total, diez.

Considerado como el patriarca de la familia, el príncipe Felipe se convirtió en el mentor de la realeza más joven que acudía siempre que lo necesitaba a pedir su consejo. Una de las principales implicaciones del duque en la vida del duque de Cambridge fue cuando le convenció para caminar en el cortejo fúnebre de su madre, la princesa Diana, fallecida en trágico accidente de tráfico en el Puente del Alma, en París, en 1997.

Un día triste para la familia real británica y, en especial, para la princesa Eugenia, quien recientemente se convirtió en mamá del pequeño August. Un bebé al que aún no había conocido el marido de Isabel II por las restricciones sanitarias marcadas por la pandemia de la Covid-19.

Lo mismo ocurrirá con Zara y Mike Tindall, quienes el 21 de marzo dieron la bienvenida a su hijo Lucas Philip Tindall, con Philip en honor tanto al padre de Tindall como al abuelo de Zara, el Duque de Edimburgo.

El príncipe Felipe se retiró de la vida pública en 2017 y rara vez se lo ha visto en eventos importantes desde entonces, pero ha hecho excepciones para sus queridas nietas, la princesa Eugenia y la princesa Beatriz.

Cuando Beatrice se casó con Edoardo Mapelli Mozzi en una ceremonia secreta en el Castillo de Windsor en julio de 2020, el príncipe Felipe le mostró su apoyo a pesar del confinamiento por la pandemia. Una muestra crucial de apoyo para la hija del príncipe Andrés cuya única foto familiar publicada del día mostraba a a los novios con la Reina y el duque de Edimburgo.

En un documental de ITV de 2016, “Our Queen at Ninety”, la princesa Eugenia dijo de su abuelo “es increíble. Realmente es fuerte y consistente. Ha estado allí durante todos estos años, y creo que es la roca, ya sabes, para todos nosotros”‘.

También ese año, el actor Matt Smith le pidió a William algún consejo sobre cómo interpretar a Philip en el drama de Netflix The Crown, y William respondió: “¡Solo una palabra: leyenda!’

Quizás la participación más importante del príncipe en la vida de sus nietos se produjo en 1997 con Harry y William tras la muerte de Diana en París a los 36 años.

Los hos ermanos y su padre, el príncipe Carlos, estaban alojados con la Reina y su marido en Balmoral cuando recibieron la noticia del fatal accidente automovilístico.

El Duque ayudó a William, que entonces tenía 15 años, y a Harry, entonces 12, a superar su dolor inicial y los protegió mientras permanecían fuera de la vista del público mientras el mundo lloraba a Diana.

Un miembro del personal de la finca en Escocia contó, según publica Daily Mail, cómo el príncipe Felipe organizaba actividades al aire libre para cansar a los dos hermanos. Según la autora Tina Brown en su libro de 2011 The Diana Chronicles, el príncipe Felipe fue “brillantemente eficaz con sus nietos” en el momento más difícil de sus vidas.

También se afirmó que William se mostró reacio a caminar en el cortejo fúnebre por Londres junto a su padre, el príncipe Carlos y su tío Charles Spencer, y que fue su abuelo el que le convenció de que lo hiciera. Le preguntó: “Si camino, ¿caminarás tú conmigo?”.

También se dice que el marido de Isabel II guió a William durante sus primeros meses en la Universidad de St Andrew, donde inicialmente sintió nostalgia e incluso consideró irse. Se dice que el duque de Edimburgo le tranquilizó y William se quedó en la universidad donde conoció a la que sería su futura esposa Kate Middleton, en 2011.

También se dice que programó su operación de cadera en abril de 2018 para poder asistir a la boda de Harry con Meghan en el Castillo de Windsor el mes siguiente.