Cambio radical

La evolución del look de Pablo Iglesias: de la coleta a la raya a la derecha

El ex vicepresidente del Gobierno, retirado ya de la vida política, decide darle un cambio de estilo a su look y en su primera aparición pública sorprende con el pelo corto

Pablo Iglesias ha demostrado ser un hombre que se adapta a la situación que le toca vivir. Si Rocío Carrasco necesita contar la verdad para seguir viva, en el caso del exlíder de Podemos parece que la cosa va más por “cambiar el look para cambiar de estatus”. Y eso lo ha seguido al pie de la letra durante toda su breve carrera política. ¿Acaso tiene algo que ver el Iglesias que inició su trayectoria en el Parlamento Europeo con el que la semana pasada dejaba la dirección de Podemos tras fracasar en las elecciones a la Comunidad de Madrid?

Pablo Iglesias se corta su conocida y mítica coleta . Foto DANI GAGO
Pablo Iglesias se corta su conocida y mítica coleta . Foto DANI GAGODANI GAGODANI GAGO

‘El coletas’ ha dejado de serlo, aunque no por ello parece que haya perdido la fuerza, como le sucedía a Sansón. Eso sí, durante todo su carrera en el Congreso ha mantenido este look capilar como protagonista, forjando así una imagen icónica que puede que incluso llega a perjudicar a su partido por el peso que ha llegado a tener esta en la formación de izquierdas. ¿Tiene sentido un Podemos sin Iglesias?

Iglesias, aplaude a los asistentes al mitin en Badalona en el marco de "La ruta del cambio"
Iglesias, aplaude a los asistentes al mitin en Badalona en el marco de "La ruta del cambio"larazon

Pero vamos a centrarnos en su look. Iglesias era una coleta. Y eso significó mucho en su momento. El hemiciclo, acostumbrado a ver a señores con corbata y señoras con traje de chaqueta, tuvo que hacer hueco en 2016 a la nueva imagen que imponían los morados y con ello se dijo adiós en muchos casos al habitual traje. Pero la coleta de Iglesias era el gran símbolo. Y así se mantuvo, con esa imagen desaliñada y con pretensión de estereotipo progre, hasta su llegada al Gobierno. Fue entonces cuando el fundador del partido de extrema izquierda decidió dar un paso más allá y debió de pensar que su nueva posición exigía un cambio. Así llegó el moño, que también dio mucho que hablar.

Iglesias interviene durante una sesión de Control al Gobierno
Iglesias interviene durante una sesión de Control al GobiernoEUROPA PRESS/E. Parra. POOL

Y no solo el moño: las americanas y los pendientes también se convirtieron en el nuevo uniforme del que en aquel momento era uno de los hombres más poderosos de nuestro país. Iglesias, no muy acostumbrado a la crítica interna, debió de pensar que la sociedad aceptaría aquel look con el que se disponía a dirigir al país. El moño resultaba más formal y elegante, más propio de un vicepresidente, pero los pendientes le seguían acercando al movimiento 15M que le acusaba por aquellas fechas de haberlos dejado desamparados centrándose más en la conquista del poder (o de los cielos).

Pablo Iglesias
Pablo IglesiasCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

El efecto mariposa de Murcia acabó con la convocatoria de unas elecciones anticipadas en Madrid e Iglesias, que veía como su figura era cada vez más criticada y como su partido tenía serias posibilidades de quedar fuera de la Asamblea madrileña, decidió arremangarse y saltar a la arena madrileña (algunos dicen que aburrido ya de su papel en el Gobierno). Y volvió a cambiar de look siguiendo esa obsesión que tiene por ser el camaleón de la política patria.

Pablo Iglesias saluda a Irene Montero tras comparecer ante los medios
Pablo Iglesias saluda a Irene Montero tras comparecer ante los mediosKiko HuescaAgencia EFE

Para recorrer la Comunidad de Madrid volvió a sujetarse en pelo con una goma y dejar libre la coleta (aunque para el debate de Telemadrid exigió tener una peluquera que retocara con laca el moño que lució en esa ocasión). Abandonó las americanas y regresó a la sudadera y el jersey. Pero, como diría Rocío Jurado, “ahora es tarde, señora”. La gente decidió no comprar ni el discurso, ni el estilo. Su imagen no consiguió empatizar con la clase obrera a la que animaba a votar y esta le dio la espalda de manera mayoritaria. La coleta en este caso no funcionó, la fórmula se había gastado.

Pablo Iglesias, tras abandonar Podemos y la política
Pablo Iglesias, tras abandonar Podemos y la políticaDani GagoPODEMOS/EFE

Retirado ya de sus cargos en Podemos, Iglesias retoma su labor docente. Algunos dicen que llevaba tiempo pensando en cortarse la coleta por comodidad, pero que sus asesores le habían dicho que aquella imagen era demasiado potente para perderla. Ahora, lejos cada vez más de la vida pública, parece que ha optado por cortar por lo sano, dejar atrás su famosa imagen y pasar más desapercibido en la calle. Hay voces que indican que podría entrar en breve en la empresa privada y quizás ese look encaje mejor con un despacho. Habrá que ver si lo próximo será el traje, un look con el que hemos visto pocas veces al de Galapagar pero que, con la carrera que lleva, no resultaría raro. ¿Alguien apuesta algo?