Opinión

Begoña: para ser como Michelle Obama hay que bailar en “El Hormiguero”

La esposa de Pedro Sánchez y directora de la Cátedra extraordinaria para la Transformación Social Competitiva de la UCM, Begoña Gómez, a su llegada al acto de presentación de Conpymes
La esposa de Pedro Sánchez y directora de la Cátedra extraordinaria para la Transformación Social Competitiva de la UCM, Begoña Gómez, a su llegada al acto de presentación de ConpymesLuis DíazLa Razón

Antes de exhibir su colección de bikinis en las playas de Mojácar o en Doñana, Begoña Gómez, esposa del presi, amadrinó la puesta de largo de la nueva patronal de la izquierda cercana al independentismo catalán, Conpymes. Y lo hizo junto a Pablo Echenique y Yolanda Díaz. Una pasarela de primavera-verano morada que quiere ser lila. Defienden, dicen, un nuevo modelo económico denominado «capitalismo inclusivo», o sea, un capitalismo de todos, todas y todes, un capitalismo, insisten, «que aspire a una redistribución igualitaria de la economía», algo así como un capitalismo descafeinado pasado por la nespresso de Podemos: el capitalismo sin capitalistas. No lo han logrado ni los chinos. A la izquierda, los obreros de derechas les parecen gilipollas, pero no opinan lo mismo de los empresarios comunistas. Hay una larga tradición de ellos, desde aquel Teodulfo Lagunero que le compró la peluca a Carrillo para que entrara de tapadillo en la España del 76, hasta Jaume Roures, dueño de Mediapro, que le ha ofrecido, cuentan, millón y medio de euros a Pablo Iglesias por una serie contra la Monarquía, es decir, una especie de «The Crow» con Doña Letizia como Lady Di, Felipe VI como el príncipe Carlos fabricando mermelada ecológica y Juan Carlos I como Luis XVI de Francia, que acabó en la guillotina. «Los Borbones a los tiburones», decía Irene Montero.

Cuentan las malas lenguas que quieren convertir a Begoña en la Michelle Obama española. Para eso no basta con amadrinar patronales ni dar conferencias sobre el capitalismo inclusivo: hay que bailar al menos en «El Hormiguero» como Michelle hizo en el show de Ellen DeGeneres y en el de Jimmy Fallon, donde se marcó con mucho ritmo un popurrí de Beyoncé. Y no sabemos si Begoña perrea como Yolanda Díaz o se ha quedado en el aurresku. Además, tiene un pequeño problema: no le caben en las tarjetas de visita ni en el currículo todos sus cargos: directora de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid y directora de África Center del Instituto de Empresa. Podría empeorar si la nombraran asesora especial para la Transformación Social Competitiva del Neoliberalismo a la Nueva Normalidad Marxista y Nacionalista-Pujolista de la Conpymes. Pero, ¿qué es eso para una de Bilbao?