Estrategia
Se sincera
Kiko Hernández se desahoga como nunca antes sobre el miedo que siente a que su vida sea pública
El colaborador ha mantenido una larga conversación con Jorge Javier Vázquez en la que se ha desnudado por completo.
Kiko Hernández reaparecía en ‘Sálvame’ hace unas semanas después de casi dos meses alejado de la televisión. La publicación de unas fotografías junto a un amigo,Fran Antón, provocaron el enfado del colaborador, que hasta el punto de no volver a pisar ningún plató.
“Lo que dije es lo que hay, es el director de una obra de teatro que estoy haciendo que se estrena en noviembre y punto”, defendía Kiko. “Somos amigos. ¿Qué quieren insinuar que somos novios o pareja? Que insinúen lo que les dé la gana, a mí me la suda”, ha confesado el protagonista sobre estos rumores.
Ahora, más tranquilo y sosegado, Kiko se ha enfrentado a su pasado y lo ha hecho en compañía de su amigo, el presentadorJorge Javier Vázquez. Ambos han sido testigos de los inicios del madrileño en televisión cuando fue participante de la tercera edición de ‘Gran Hermano’. En un vídeo que narra su relación con Patricia Ledesma, con quien estuvo dentro de la casa, Hernández se mostraba visiblemente nervioso y un tanto incómodo a la hora de abarcar toda esta temática: “Me gustaría volver a sentir y a vivir el amor como lo hacía antes”, confiesa.
Por todos es conocido lo receloso y discreto que es con su faceta más íntima, y más aún desde que llegaron al mundo sus dos hijas, Abril y Jimena: “No me gusta hablar de mí”, asegura, reconociendo que durante las dos últimas décadas se ha ido poniendo corazas para evitar ser el picadillo y hazme reír de los medios de comunicación. Una realidad que le ha llevado a convertirse en una persona “fría y calculadora” de cara a la audiencia.
Sin embargo, el amigo de Rocío Carrasco ha sorprendido abriéndose en canal ante toda España: “Es la primera vez que estoy relajado hablando de estos temas, y es aquí, en ‘Sálvame’”, desliza Kiko. Jorge Javier asegura que “eso es porque te doy paz”. Una conversación de cuarenta minutos, suficientes para hacerle frente al programa de Sonsoles Ónega con su mejor baza, que han concluido con el abrazo de ambos, con un beso, y con un súper beso con lengua incluida.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y en este caso, queda claro que Kiko Hernández ha superado alguno de sus temores después de hacerles frente.
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