Primicia | Hablamos con Cayetano Martínez de Irujo: por fin en paz con su familia

Tras unos años complicados en el seno de una de las casas nobiliarias más importantes en España y Europa, parece que por fin las aguas han vuelto a su cauce en la familia de los Alba. Cayetano Martínez de Irujo ha aparcado las rencillas con sus hermanos y afronta ahora una Navidad tranquila y en paz. Poco queda ya de los anteriores conflictos que le separaban de parte del clan, especialmente del duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, con el que ahora parece atravesar una etapa de calma y cercanía, tal y como él mismo ha manifestado a este periódico.

Aunque las últimas informaciones apuntaban a un nuevo enfrentamiento entre los hermanos a raíz de la línea de alimentos gourmet que ideó Cayetano Martínez de Irujo y que ahora gestiona el mayor de los Alba, el duque de Arjona desmiente tajantemente que así sea. “Qué tonterías... Si la marca se la cedí yo hace años tras llegar a un acuerdo. El duque de Alba es él, así que lo lógico era que una marca con el nombre familiar la llevara él. Ni estoy disgustado ni nada, por favor...”, desliza a La Razón, visiblemente molesto con los últimos titulares publicados. No quiere entrar en polémicas ni nuevos rifirrafes. Mejor dejar las cosas como están...

Recientemente, ya explicó en la misa homenaje en recuerdo a su madre, la duquesa de Alba, cómo habían llegado a esta situación: “Llegó un momento que yo le dije a mi hermano que no tenía sentido que yo llevara una marca, aunque la he creado yo, formado yo y estabilizado yo, eso es evidente, pero él es el titular. Había dos opciones, volver a llevarla con su apoyo y con todos los Palacios abiertos y el apoyo de la Casa o que se la quedase él. Decidió quedársela él”.

Ninguno de sus hermanos acudió a esa ceremonia celebrada por el séptimo aniversario de la muerte de su madre, aunque Cayetano Martínez de Irujo recalcó que tanto Eugenia como Fernando habían colaborado con “un pequeño apoyo económico para la esquela y el ramo de flores y la misa”. La que sí acudió fue su sobrina Tana, con quien se fundió en un tierno abrazo que dejó patente que los desafueros familiares, aunque no se han solucionado del todo, al menos han sido aparcados.