Documental
Paola de Bélgica: sin censuras sobre su matrimonio con Alberto II
En un documental que se estrena el viernes, la soberana reconoce infidelidades y que estuvo a punto de divorciarse
A veces se puede escribir recto con renglones torcidos. Este viernes la televisión belga RTBF estrena un documental sobre la reina Paola en la que la soberana habla con inusitada sinceridad sobre los aspectos más espinosos de su biografía y, sorprendentemente, acaba haciendo toda una declaración de amor a su esposo Alberto II, a pesar de las turbulencias que ha atravesado su matrimonio y que la reina emérita no oculta.
Hace tiempo que los belgas conocen la dura crisis que sufrió el matrimonio de Alberto II y Paola de Bélgica (e incluso el nacimiento de una hija bastarda, Delphine Boël, fruto del largo romance entre el rey y la baronesa Sybille de Selys Lonchamps), pero en pocas ocasiones han tenido la ocasión de saber de primera mano sobre estos hechos narrados por parte de sus protagonistas, en un tono que tiene mucho de expiación pública por los errores cometidos.
En este documental que se emite tras dos años de rodaje, la soberana Paola reconoce que cuando conoció a Alberto II los dos eran demasiado jóvenes – ella tenía tan sólo 20 años- y no estaban preparados para el matrimonio (el enlace se produjo tan sólo ocho meses después de su primer encuentro). A esto se une, que el después rey era demasiado rígido en la educación de sus tres hijos, fruto de la frialdad que él mismo había vivido por parte de su padre. La joven Paola, alabada sin cesar por las revistas del corazón de la época por su gran belleza, también asegura que su papel secundario en la corte –el heredero era entonces Balduino casado con la española Fabiola– hizo que no supiera muy bien qué hacer con su vida.
Si bien en el adelanto que ha hecho público la televisión belga, no se menciona a Delphine, lo cierto es que la prensa de la época habló de diferentes «affaires» extraconyugales no solo de Alberto II sino también de Paola, entre ellos con el cantante melódico Adamo que compuso en su honor «Dolce Paola». Además, según algunos medios belgas, en el documental la soberana reconoce su romance con Albert Adrien de Munt, un fotógrafo de la revista francesa «Paris Match».
Durante este periodo, la joven pareja de aristócratas era protagonista de los ecos de sociedad y las revistas contaban con pelos y señales sus veladas en los locales más glamurosos de la Costa Azul, para escándalo de los entonces soberanos Balduino y Fabiola.
Pero esta aparente vida disoluta y despreocupada no hacía feliz a Paola. «No fue feliz durante diez años. Definitivamente no estaba bien. No sabía a dónde ir. Y existía el peligro del divorcio, pero en aquellos días la gente no se divorciaba. Me distancié de todo durante diez años, desde aproximadamente 1970 a 1980», explica la reina emérita. Balduino murió en 1993 y como no había podido engendrar hijos con Fabiola, fue Alberto II quién acabó convirtiéndose en rey.
Volvería a casarse con él
El documental no elude el momento más oscuro en el que la pareja estuvo a punto de firmar el divorcio y vivían cada uno por su lado. Pero, paradójicamente, los dos acabaron aliándose en contra de sus abogados cuándo éstos pretendían quitar la custodia de sus hijos a Paola, algo a lo que Alberto se oponía. A partir de ahí, descartado el divorcio, se produjo un paulatino acercamiento entre los cónyuges. «Alberto me dijo: siempre te he amado. Eso me emocionó», rememora Paola. Tras 63 años de matrimonio, la reina asegura no arrepentirse de haber elegido a Alberto como marido y responde que volvería a casarse con él. “Sí. claramente sí. Porque creo que es realmente único”, asegura en una tierna declaración de amor sereno en la vejez.
El documental también entrevista a los hijos de la pareja, quienes se muestran orgullosos de la relación que ahora mismo mantienen sus progenitores, si bien admiten que en el pasado la familia afrontó momentos difíciles. “Es una pena que no podamos vivir ese tiempo de nuevo. Ahora entiendo lo importante que es dar afecto a sus hijos. Pero no sabía hacerlo mejor. Yo también estaba buscando mi camino. No maduras de la noche a al mañana. Esto es imposible”, reflexiona Paola, quien ha cumplido 84 años y ha tenido que afrontar graves problemas de salud en los últimos tiempos.
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