Autobiografía
Charles Spencer, hermano de Lady Di, publica su autobiografía y desvela que sufrió abusos sexuales
El conde Spencer revela en "A very private school" las palizas y los abusos que él y otros internos sufrieron en Maidwell Hall.
Charles Spencer, hermano de la fallecida Diana de Gales, lanza esta semana su autobiografía. "A very private school", un libro en el que revela algunos de los traumas que sufrió durante su infancia. Las memorias del conde Spencer se centran en la etapa en la que vivió en el exclusivo y elitista internado de Maidwell Hall, donde asegura que sufrió palizas y abusos sexuales por parte del personal del centro, tal y como adelantan algunos medios británicos como Daily Mail o The Sun.
El hermano de Lady Diconfiesa que fue sobre todo una de las trabajadoras del internado, una joven de 20 años, la que más le marcó y la que más sufrimiento le produjo. "El control de esta mujer sobre los niños era total, porque estábamos hambrientos de calidez femenina y desesperados por su afecto. El efecto de lo que me hizo fue profundo e inmediato, despertando en mí deseos básicos que no tenían cabida en alguien tan joven", revela.
"Una noche, mientras nos besábamos, ella metió la mano debajo de mi ropa de cama y pasó sus dedos trazando círculos por mi estómago hasta posarse en lo poco que un niño de 11 años puede reunir. La primera vez que me tocó allí, puso mi mano sobre sus pechos y pude sentir los latidos de su corazón debajo. Después, tiró con fuerza de mi brazo y empujó mi mano hacia abajo, debajo de la goma de su ropa interior. No tenía idea de lo que debía hacer. Finalmente, me tomó de la muñeca y movió mi mano para su placer", segura Charles Spencer, quien también detalla las brutales palizas que les daba el director del internado, John Porch.
Spencer considera que lo que vivió en Maidwell Hall fue un trauma con el que ha tenido que lidiar durante años y con la ayuda de profesionales. "Durante la terapia intensiva comencé a abordar el impacto que Maidwell tuvo en mí durante toda mi vida. Me di cuenta finalmente de la magnitud del daño causado. Al observar los fracasos de mi primer y segundo matrimonio, aprendí al principio de la terapia que haber sido enviado a un internado a los 8 años de edad supuso que no entendiera casi nada acerca de cómo se aborda la intimidad en las relaciones. Es una consecuencia casi inevitable del trauma. Por supuesto, es fácil buscar razones por las que las cosas no han funcionado pero estoy seguro de que algunas cosas murieron dentro de mí entre los 8 y los 13 años. La inocencia, la confianza, la alegría: todo fue pisoteado y disminuido en ese pequeño mundo anticuado, esnob y vicioso que la alta sociedad inglesa construyó y respaldó".
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